Capítulo 2.- Ángel

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Disclaimer: Los personajes de Good Omens no me pertenecen, sino a Neil Gaiman y Terry Pratchett, a la BBC y Amazon. Este fanfic lo hice solo y únicamente como diversión.

Personajes: Crowley/Aziraphale, Crowley/OC

Aclaraciones y advertencia: Angustia, intento de suicidio, romance, depresión y lo que se me ocurra con la marcha

Beta Reader:

Resumen: Aziraphale se fue, ¿queda para Crowley?

—f

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Y si te digo adiós...

Capítulo 2.- Ángel

Te encontré de madrugada

Cuando menos lo esperaba

Cuando no buscaba nada

Te encontré

Crowley despertó con un agudo dolor de cabeza; podría hacer un milagro demoníaco y quitarse el malestar, pero el dolor físico lo distraía de uno aún peor. Miró el lugar donde se encontraba. No era su departamento. El piso era de madera, un sillón pequeño además del sofá donde estaba acostado, había una estantería de libros; en la pequeña mesa donde horas atrás habían estado las fotos rotas y botellas vacías, ahora había una taza de humeante café y sus lentes.

Se levantó mientras gruñía, tomó la taza y bebió el líquido de un solo sorbo sin verse afectado por el líquido caliente.

—Wow, en verdad si eres un demonio —Crowley se sobresaltó. Hasta ese momento no se había percatado que Ángel se encontraba sentado en el sillón. Le gruñó una respuesta y el humano sonrió —. Mi maldición y bendición es que no importa lo borracho que esté, recuerdo todo mucho más claro que si estuviera sobrio y tú, mi estimado demonio eres muy hablador cuando estas alcoholizado, de hecho, me sorprende que nadie más te descubriera.

—Los humanos son idiotas —Ángel se rio dándole la razón.

—¿Deseas más café o prefieres desayunar? —Crowley gruñó diciendo que él no necesitaba comer —. Entonces café, ¿quieres que le ponga vodka o whisky? Mi abuelo decía que tomar un poco de alcohol ayuda con la resaca, lo cual no estoy seguro, no sufro resacas.

—Bien por ti —respondió con un gruñido.

Pregunté con la mirada

Tu sonrisa me invitaba

¿Para qué tantas palabras?

¿Para qué?

Crowley observó al hombre mientras se dirigía a la cocina para traerle más café además de dos vasos con las bebidas alcohólicas mencionadas. El demonio soltó otro gruñido y bebió el alcohol antes de hacer lo mismo con la cafeína.

Normalmente, Crowley ya se hubiera marchado, pero por alguna razón se quedó; se quedó no solo unas horas, se quedó días; bebiendo, durmiendo (Ángel le prestó la habitación de invitados), e incluso saliendo con el humano.

Crowley nunca lo mencionaría en voz alta, pero estar con Ángel hacía que el vacío en su interior desapareciera casi por completo; solo había un inconveniente, aun no podía llamarlo por su nombre sin que se le estrujara el corazón.

Una tarde, mientras disfrutaban de una salida casual al pub cercano a la librería; por qué sí, Crowley solía frecuentar la zona, a veces incluso visitando a Muriel para asegurarse que estuviera bien y no vendiera ningún libro o quemara el lugar, además le gustaba pasar a molestar a Nina y a Maggie (después de ser las incitadoras de su fracasada declaración amorosa, se lo tenían merecido). Durante sus salidas, Ángel parecía muy interesado en escucharlo y eso lo hacía sentir... bien. Quizás esa fue la razón por la que se dio cuenta de su incomodidad por llamarle por su nombre.

Y si te digo adiós...Where stories live. Discover now