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Primer amor ❈≫

Sehun puede resumir su infancia en tres partes. Un tramo de soledad, una hermosa ventana de felicidad y una serie de espera para volver a esa felicidad demasiado corta. Él era hijo único y sus padres trabajaban muchas horas. Fue lanzado entre niñeras de diversos grados de habilidad y cuidado. A veces no había nadie, solo había una habitación oscura y una cena fría esperando en la mesa.

Su madre lo despertaba antes de que el sol tuviera la oportunidad de levantarse, vestirlo y darle un desayuno en el cual él tenía demasiado sueño para masticar. Caminarían de la mano hacia el patio de recreo, justo enfrente de su escuela. Ella se arrodillaría con su chaqueta antes de darle un beso largo en la mejilla.

—¿Recuerdas el camino a casa?— ella siempre preguntaba y sehun siempre a sentía. Si, conocía el camino a casa. Por favor no te preocupes. Él estaría bien.

Le encantaba la escuela, amaba la charla y el bullicio y la sensación de ser, solo de estar con los demás. Durante algunas horas al día, podía mirar, jugar e interactuar. No hablaba demasiado, era demasiado tímido para iniciar una conversación, pero a sus compañeros les gustaba y se llevaba bien hasta que suena la campana de despedida. Se demoraría tanto como pudiera en el patio del recreo, ignorando los ruidos en su estómago porque no quería enfrentar otra cena solo.

Pero lo que pasa con la vida, sehun lo sabe, es que a veces otorga deseos, qué están tan enterrados en su corazón que olvido que son partes de su cuerpo. Un día, los Kim se mudan a la casa de al lado. Son algo reservados, nadie sabe de dónde vienen. Todo lo que sehun sabe es que la Sra. Kim es hermosa y sus hijos kyungsoo-hyung y minseok son amables y divertidos. Al principio son cautelosos, la Sra. Kim amablemente rechaza la mayoría de las invitaciones de los vecinos y prefiere quedarse en su departamento con sus hijos la mayoría de las noches.

Sehun es demasiado joven para entender como sucede todo, pero más tarde descubre que kyungsoo notó qué volvía solo la mayoría de los días y le pregunto a la madre de sehun si podía llevar a sehun a su casa. De repente, sehun caminaba a casa todos los días desde la escuela con su pequeña mano izquierda encerrada en la más grande de kyungsoo-hyung cálida y firme. Caminar a casa se convierte en quedarse en la cena de los Kim, se convierte en ir caminando a la escuela todos los días, jugar juntos después de la escuela, hacer los deberes juntos en el piso de la sala de estar y enseñarle a minseok como usar el acento de Gyeonggi-do.

De repente sehun tiene dos hermanos y una tía cariñosa, de repente sehun tiene una mano para sostener y alguien con quien sonreír. De repente, sehun ya no está solo y sabe lo que significa la felicidad.

La vida, sin embargo, toma tantas veces como da, y sehun tiene diez años cuando minseok le dice entre lágrimas que debe alejarse. Sehun no entiende, todavía es demasiado joven para comprenderlo todo. Todo lo que sabe es que la Sra. Kim está enferma, muy enferma y ha habido hombres extraños viniendo a su departamento. Él sabe que no puede más. Él sabe que kyungsoo ha estado llorando, con los ojos enrojecidos e hinchados todos los días. Él sabe que las cosas se están cayendo a pedazos y no tiene idea de cómo mantenerlos juntos.

Los hombres extraños se llevan a minseok el patea y grita y grita por su madre, por su hyung, por sehun, por cualquiera. Le pregunto a kyungsoo días después, porque minseok tenía que irse, porque se fue solo, porque estaba sucediendo todo esto. Lamentó inmediatamente después de que las palabras salieron de su boca, porque por única vez en su vida, presencio llorar a su hyung. Cara arrugada, hombros encorvados, parecía mucho más joven que sus impresionantes trece años. Sehun se siente impotente, indefenso, sin esperanza. Él no sabe cómo consolar a su hyung lo único que hace abraza a su hyung y se agarra de él con todas sus fuerzas.

UN MUNDO DORADO | KAISOO |Where stories live. Discover now