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Un nuevo hogar ❈≫

Kyungsoo respira profundamente y aprieta con fuerza sus manos alrededor de la caja que sostiene. No es la gran cosa. Solo está moviendo algunas cosas en el departamento de jongin, el departamento en el que vivirá el próximo año. No es gran cosa que jongin esté allí. Jongin con sus manos errantes y labios calientes y lengua...

Kyungsoo parpadea e inhala bruscamente. Fue solo un beso, se recuerda a sí mismo. Uno de los muchos qué tendrá que hacer a lo largo de un año. Es parte de todo el acuerdo de matrimonio arreglado. Es una necesidad de negocios. Él es como un actor. Además, probablemente esté haciendo un gran lío en su cabeza. No es que jongin lo haya afectado por eso. Tal vez ha pasado demasiado tiempo desde que kyungsoo fue besado. Él asiente, de acuerdo con su hipótesis, sintiendo la facilidad de alivio a través del tenso conjunto de sus hombros. Sí, fue solo que no puede recordar la última vez que fue besado apropiadamente y con jongin dio la casualidad de besarlo apropiadamente, realmente MUY bien, así que sus emociones se confundieron temporalmente.

La próxima vez que jongin lo bese, apropiadamente, con las manos y los labios y la lengua, kyungsoo podrá manejarlo indiferentemente sin el rubor de sus mejillas y el rápido latido del corazón en su pecho.

Sintiéndose más seguro, kyungsoo endereza su espalda y mueve la caja en sus manos, extendiendo un dedo para tocar el timbre del departamento de jongin.

Los oye arrastrándose antes de que se abra la puerta, revelando a jongin como kyungsoo nunca lo ha visto. Él tiene un gorro negro en la cabeza, escondiendo la mayor parte de su flequillo por lo que solo una parte de los mechones negros de jongin se asoman. Sus manos están metidas en el bolsillo delantero de su sudadera negra, sus hombros encorvados como para protegerse del frío del pasillo. Los ojos de kyungsoo pasan brevemente sobre sus jeans rasgados, pero rápidamente se enfoca en la cara de jongin, sin necesidad de ver qué tan bien se adhieren a sus muslos. Jongin se mira, accesible, suave y acogedor piensa kyungsoo.

Jongin parece estar cómodo con una sudadera con capucha gastada y zapatillas, qué con los trajes hechos a medida y relojes de marca. A kyungsoo le recuerda a un mundo en el que trata de no pensar más. Uno que no olía a dinero, sino a miel, té y detergente para ropa.

Sacude sus pensamientos de su mente y sonríe, inclinando la cabeza a modo de saludo.

—Hola— dice.

Jongin parpadea, se enfrenta a una máscara de indiferencia en blanco—Oye— responde, dando un paso atrás para dejar que kyungsoo entre en la suite—¿Eso es todo lo que trajiste?

Kyungsoo niega con la cabeza, cambiando la caja en sus manos otra vez para recuperar un mejor agarre.

—No, tengo un par de cajas más en el auto. Pensé que debería venir primero antes de bombardear con mis cosas—.

Jongin tararea, cerrando la puerta. Camina más allá de kyungsoo, arrastrando los pies.

—Tu habitación esta por aquí— dice, sin mirar atrás.

—Ah, espera— dice, kyungsoo, quitándose rápidamente los zapatos y siguiendo a jongin. Él mira mientras avanza más dentro de la suite, observando la decoración. La suite tiene un gran espacio, la cocina y el comedor fluyen hacia la sala de estar, las ventanas del piso al techo permiten que la luz del sol natural ilumine la zona. kyungsoo cree que ve un pequeño rincón de lectura a la vuelta de la esquina. Piezas de caoba y alfombras de buen gusto llevan la palabra caro a la mente, no es que kyungsoo se sorprenda. Lo que captura sus ojos, es una impresionante escalera en espiral con barandilla de hierro forjado qué conduce arriba.

UN MUNDO DORADO | KAISOO |Where stories live. Discover now