Narra Pedri:2 de diciembre, 2021
Ser esclavizado por un chaval de 17 años era una tortura. No sé en qué momento acepté llevarlo a casa luego de un entrenamiento, pasaron los días y ya me encontraba llevándolo y trayéndolo a todos los lugares a los que quería. Fácil era decirle que no, pero en cierto sentido era buena compañía.
Mire a Gavi. Hablaba con una chica rubia a unos metros de mí. Estábamos detrás de un colegio muy prestigioso en Barcelona, ya había perdido la cuenta de los días en los que Gavi me había dicho que lo trajera por aquí. Perseguía a su exnovia y no era la misma chica con la que estaba hablando. Pensé que volvió a lo de antes, pero no. Esa rubia era la mejor amiga de Valeria, la ex bueno Gavi dice que no son "exs", digamos que es su... no tienen nombre.
Mire la escena que tenía al frente. Estaba en el coche y no podía escuchar la conversación que mantenían. Gavi le había comprado un libro, flores y café a Val, y se las estaba dando a la mejor amiga quien graciosamente se enojaba, me daba risa como sus ondas doradas se agitaban al reclamarle a Gavi. Después de su "discusión" y de que Gavi le rogara, acepto. Era la misma rutina de hace días.
La chica rubia se fue y Gavi entró al coche.
—No digas nada —ordenó cerrando la puerta.
—Ni tenía ganas. Ponte el cinturón —ordené lo último.
—Ya papá —Rodó los ojos y me hizo caso.
Unos minutos después puse en marcha el coche. Y lo hice minutos después porque Gavi quería ver el coche de Valeria pasar. No miento cuando digo que el chaval quería ver a su enamorada al menos por un segundo del día. Y la vio, apoyada en el cristal de la ventana. Fueron menos de un segundo.
Me puse en marcha para ir al entrenamiento.
—Detente —ordenó.
—Joder, ¿Y ahora que pasa?
Miró hacia la ventana —Que hija de puta.
Miré lo mismo que veía él y vi a la chica rubia, entregando una rosa a cada persona que se le cruzaba por el camino. Mis ojos vieron como tiraba el café a un contenedor de basura.
Pare el coche.
Gavi bajo —Oye.
Llamó la atención de la "onditas doradas" quien al mirarlo salió corriendo. Lo más prudente hubiese sido correr y meterse a las instalaciones y así perderlo. Pero no, corrió en dirección contraria. Gavi la persiguió.
Tuve que seguir manejando y me demoré en ir a buscar al fosforito de Gavi. Lo encontré detrás de la escuela, hablando con la chica. Esta vez estuve más cerca que pude escuchar su conversación y también la voz de la rubia.
Se notaba su tono de niña pija, dulce, demandante y a la vez gracioso.
—Le hiciste daño y crees que unas flores, café y libro van a remediarlo.
—¡Sí! Quiero darle un detalle.
—Pues deberías de dárselos tú mismo. Yo no se los daré.
—No querrá verme.
—Tienes razón. Es mejor que desaparezcas de su vida.
Le dio una fulminante mirada e iba a dejar a Gavi con la palabra en la boca. Él la detuvo.
—Carla. Sabes que la quiero, joder. La amo.
Se me hacía raro escuchar esa faceta de Gavi. Lo que hacía el amor.
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No somos un tal vez |Pedri Gonzáles
FanfictionCarla era la típica adolescente que fantasea con ser amada. La que sueña con un lindo chico o chica que la haga sentir mariposas a. Por otro lado, Pedri. A sus 19 años su carrera como futbolista estaba en lo alto, tenía fama, dinero, diversión, no b...