08.

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Una tarde, estaban en casa de Lisa, Jennie explicaba a Lisa sobre la guerra fría. Lalisa estaba pasando por lo mismo de siempre.

Distrayéndose con sus expresiones, sus labios moviéndose al compás de sus palabras. Sus grandes ojos que se veían más pequeños gracias al aumento de los lentes, tuvo el coraje de armarse de valor.

—Eres muy linda Jennie, me gusta mucho como hablas. —Jennie se sobresaltó ante el repentino comentario, sus mejillas se calentaron.

—G−gracias. —respondió nerviosa. 

—Perdón si te estoy poniendo nerviosa, es solo que... —se disculpó al saber que estaba siendo invasiva.—Eres muy linda, me agradas mucho y quisiera invitarte a salir. 

—¿C−cómo que a salir?. —sus ojitos brillaban, ¿Estaba siendo correspondida por Lisa? Dios, no lo podía creer.

—Jennie, ¿De verdad no lo notas? —Lalisa tenía una linda sonrisa en su rostro al ver la adorable confusión y emoción en la cara de la menor.—¿No has notado como te miro?, ¿Ni como me pongo cada que me dices ''Lili''?. —al ver como la menor negaba apenada acarició su mejilla.

—Y−yo, n−no lo pensé. —una sonrisita risueña se dibujó en sus labios.—Y–yo me siento igual. 

Lisa se acercó un poco más a Jennie, sus miradas se encontraron de una manera intensa y llena de significado. Había una conexión palpable entre ellas, y ahora que habían expresado sus sentimientos, todo se sentía aún más especial.

—Jennie, ¿Te gustaría salir conmigo? —preguntó Lisa con ternura.

Jennie asintió tímidamente, con una sonrisa radiante en su rostro. Estaba emocionada y aliviada de que Lisa también sintiera lo mismo por ella.

—Sí, Lili. Me encantaría salir contigo. —respondió Jennie con sinceridad.

Lisa acarició suavemente la mejilla de Jennie con el dorso de su mano y luego se inclinó para darle un tierno beso en los labios. Sus labios se movían suavemente creando un tacto tierno.

Se sentía tan correcto, tan lindo. Ninguna había sentido aquello nunca, era nuevo, pero definitivamente querían descubrirlo. Al separarse sintieron un cosquilleo en sus labios, y se miraron fijamente a los ojos.

—Mañana te voy a llevar a un sitio especial,—habló Lalisa aún cerca de la cara de Jennie, quien tenía sus manos en sus hombros.

Jennie asintió con entusiasmo, emocionada por lo que Lisa había planeado para su próxima cita.

—Estoy deseando ver a dónde me llevarás, Lili. Todo lo que hagas será especial para mí. —respondió Jennie con cariño.

Lisa sonrió y le dio otro beso suave en los labios antes de separarse lentamente. La atmósfera estaba cargada de emoción y anticipación, y ambas chicas sabían que este era solo el comienzo de su historia juntas.

La noche continuó con risas y charlas, pero ahora su relación había dado un giro significativo. Habían cruzado la barrera de la amistad y se aventuraban en el territorio del amor, listas para explorar juntas todas las emociones y experiencias que les esperaban.

... 

Al día siguiente, Lisa llegó a la casa de Jennie para su cita especial. Estaba emocionada y nerviosa a la vez. Habían acordado encontrarse en la puerta principal, y cuando Jennie la vio llegar, su corazón dio un vuelco.

—¡Lili, te ves hermosa! —exclamó Jennie con admiración.

Lisa lucía un vestido sencillo pero elegante que realzaba su belleza natural. Su cabello estaba suelto, y llevaba un ligero maquillaje que realzaba sus rasgos. Se acercó a Jennie y le dio un beso en la mejilla.

—Tú también te ves preciosa, Nini. —respondió Lisa con una sonrisa radiante.

Jennie y Lisa se tomaron de la mano y comenzaron su cita. Lisa la llevó a un acogedor café en el centro de la ciudad. El ambiente era cálido, con luces suaves y música de fondo que creaba una atmósfera íntima.

Durante la cita, Jennie y Lisa compartieron historias y risas, profundizando aún más su conexión. Se sentían cómodas el uno con el otro, como si hubieran estado destinadas a estar juntas desde el principio.

Después de disfrutar de un delicioso café, Lisa sorprendió a Jennie al llevarla a un parque cercano. Había un pequeño lago rodeado de árboles, y un suave murmullo de agua llenaba el aire. Lisa sacó un par de bocadillos que había traído y los compartieron mientras se sentaban junto al lago.

—Este lugar es hermoso, Lili. Gracias por traerme aquí. —dijo Jennie mientras observaba el reflejo de la luna en el agua.

Lisa asintió con cariño.

—Quería que nuestra primera cita fuera especial, Nini. Y este lugar me pareció perfecto para nosotros.

La noche continuó con conversaciones íntimas y miradas significativas. A medida que avanzaba la cita, Jennie y Lisa se acercaban aún más, compartiendo sus esperanzas, sueños y deseos. Había una química innegable entre ellas, y cada momento juntas les recordaba por qué habían dado el paso de confesar sus sentimientos.

Finalmente, cuando la luna estaba en su punto más alto en el cielo, Lisa tomó la mano de Jennie y la miró a los ojos con ternura.

—Nini, estoy feliz de estar aquí contigo. Eres una persona increíble, y quiero que sepas que me importas mucho. —Lisa confesó sus sentimientos de una manera sincera y directa.

Jennie sonrió con emoción y apretó la mano de Lisa.

—Lili, también me importas mucho. No puedo creer lo afortunada que soy de tenerte en mi vida. —respondió Jennie con cariño.

Ambas chicas se acercaron lentamente y compartieron un dulce beso bajo la luz de la luna. Era un momento mágico que sellaba su amor y confirmaba que estaban dispuestas a embarcarse en esta hermosa historia juntas.

La cita continuó con más besos y risas, pero ahora tenían un vínculo aún más profundo y significativo. Estaban listas para enfrentar el futuro juntas, sin importar lo que les deparara, sabían que tenían algo especial que los unía: el amor sincero que sentían la una por la otra.


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N/A: Nunca pensé hacer un cliché y que me pareciera lindo.

Nerd. -Jenlisa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora