El olor de un hospital, las luces y paredes blancas huelen a agonía.
- Nari, ¿puedo entrar? - el alfa del otro lado de la puerta suplicaba preocupado.
- No te quiero cerca, llama a Venti. - su voz estaba destrozada.
El azabache no tenía la culpa, ni siquiera entendía porque estaba siendo tratado de esa forma.
Tomó su teléfono y llamó al de trenzas, no tardó mucho en contestarle e informarle que iría pronto.
Espero en la sala de afuera mientras el de trenzas llegaba, se sentía desesperado.
Venti apareció junto a Xiao en su moto, el de trenzas le entregó el casco a su novio y avanzó por la sala, tocó lo puerta y anunció que era él.
Tignari lo dejó pasar.
- Hey Nari. - la voz amable del omega de trenzas demostraban su genuina preocupación.
- Vent... - sus ojos estaban inundados de lágrimas, no podía detenerlas más.
El de trenzas se sentó en el borde de la cama y lo abrazó, con el corazón roto junto al de su amigo
- Encontraremos solución, te lo prometo. - acariciando suavemente su espalda.
- Quiero morir, quisiera ir y lanzarme de la terraza del apartamento, quiero desaparecer.
- No harás eso, los dos encontraremos la manera.
- ¿Cuál? - preguntó sin esperanza alguna.
- Puedes elegir no tenerlo.
- Eso es ilegal, terminaría en la cárcel.
- No si nadie lo sabe, el médico que nos atendió, Baizhu, él puede hacerlo.
- Venti, si se dan cuenta de algo como eso van a meterme a la cárcel y a ti también. - se separó del abrazo del otro omega.
- Sshhhh baja la voz, ya te dije que debe ser confidencial. - poniendo un dedo en su boca en señal de silencio.
- Aún cuando no nos metan al cárcel hay muchos riesgos, demasiados.
- Lo sé, el riesgo de morir por una hemorragia es muy alto, pero son muy pocos los casos, no seremos ese porcentaje.
- Venti, yo soy ese porcentaje que no debía ser ni siquiera omega y menos tener un cachorro, y mírame.
Venti suspiró resignado, ninguna propuesta parecía solucionar nada.
- Lo tendré y lo daré en adopción. - dijo resignado Tignari tras un largo suspiro.
- También podrías ir a la cárcel por abandonar al cachorro.
- Sino tengo una marca, ni un lazo puedo entregarlo asumiendo que fue producto de una violación, la casa de la hoguera los recibirá, Lyney es un buen padre.
- Deberíamos pensar en unos días, mientras la medicación hace efecto y tú mejoras, no tomemos todo esto a la ligera, primero hay algo que me preocupa.
- Scara. - pero él no era la preocupación del omega de trenzas.
- No, él no me preocupa, nunca te haría daño, al contrario se encuentra bastante preocupado, me preocupan tus padres, si ellos se enteran te sacaran de la universidad y nunca dejaran que entregues al cachorro, sabes que si se dan cuenta todo se acaba.
