Tomo 2- El alma vagabunda

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Prologo - El circo de las mil noches

— Acérquese Acérquese, mujeres, hombres, damas, Caballeros, monstruos seductores, monstruos sanguinarios, niños y niñas de todas las edades! ¡El circo de las mil noches ha llegado a las colinas bajo el domino de Greg el Rex de Brances!

Erguido imponente en frescas ranuras una carpa roja se alzaba como ninguna otra a su alrededor.

Hace poco la guerra contra las demonios había empezado en el valle cruzando el río de Brances que le regaló su nombre a la ciudad imperial cerca de la que se alojó este circo de las mil noches.

El ambiente en tal lugar era extraño.

¿Un circo? ¿A las afueras de una ciudad militar?

Muchas fueron los dudas, pero una manera de responderlas fue simplemente comprar un boleto.

— observé! Abran los ojos atentamente ante.... ¡El golem de metal!

Aquel era el hogar de un espectáculo único en su tipo.

En las calles corrían rumores, entre los comunes y los magos, que fuera lo que fuera que pasará en dichos shows era... de otro mundo.

Caminado sobre el escenario, una cosa de metal de apariencia semi-humanoide que soltaba humo por la boca camino lentamente.

Cables conectados a su espalda y luces rojas de sus ojos la cosa de casi tres metros de altura rugió al aire causando gritos entre los espectadores.

Una chica peliroja tomo un pendiente con el símbolo de una llama en sus manos y empezó a rezar abiertamente.

La criatura de metal movió sus brazos con sonidos pesados y escupiendo fuego por la boca, ella camino y camino un poco más hasta que se tropezó con un cable y dejó de moverse repentinamente.

El público se había quedado sin palabras y el circo fue envuelto por el silencio, hasta que una persona en el público soltó una rosa estridente la cual, casi como una enfermedad, se esparció entre el público hasta que todos se rieron abiertamente mientras el show continuaba...

Casi todos...

Aquella chica pelirroja que tomaba su medallón con tanta fuerza solo pudo temblar de miedo, ella salió de la carpa y respiro profundamente calmando su corazón cuando un particular aroma llamo su atención.

Pronto la chica llegó a la zona VIP del circo, curiosa al ver la falta de seguridad ella siguió a su nariz con precaución.

En el origen de tal olor...

— ...Lucius, Querido, tienes que venderme este artilugio sea como sea. ¡¿Cómo pude moverse si no utiliza magia?! ¡Es tan grande! Debe haber algún truco...

La chica pelirroja se agachó y se escuchó cuando escucho aquella voz seductora. La pelirroja se preocupo de que hubiera sido vista, pero la voz juguetona de un hombre joven le dijo que no había sido descubierta.

— Oh! madame, si tan solo fuera el dueño de tan curioso artefacto, pero ¿no seria mas facil comisionar a un fabricante especializado?

La chica pelirroja asomo la curiosa dentro de la zona VIP con curiosidad hacia las personas que parecían no haberla notado aún.

Allí, de donde salía aquel dulce olor estaban, acostados en un hermoso y grande sofá de terciopelo rojo, las personas mas hermosas que la chica había visto nunca en su vida; el llamado Lucius era un hombre joven con una hermosa piel morena que solo era resaltada por la seductiva ropa reveladora y la joyería que sólo atraía las miradas hacia su cuerpo ligeramente musculoso. 

La chica se puso roja mientras apretaba su medallón en sus manos ante la visión, sin embargo, el detalle más importante no paso desapercibido por la chica... Una cola robusta y escamosa que salía desde la base de la espalda de Lucius y se enrollaba en su acompañante.

Su acompañante por otro lado, era aparentemente humana, sin embargo había un tono inusualmente pálido en la piel de la mujer, ella era una mujer madura y hermosa de cabello negro y ojos rojos con un atuendo bastante más conservador que Lucius. Ella ocultaba parte de su rostro detrás de un abanico, ella río ligeramente antes de contestar la pregunta de Lucius.

— Lucius ¿No son los especialsitas muy dependientes de la magia? Además, es cruel de tu parte proponer eso, sobre todo cuando eres consciente de lo difícil que es para un general del rey demonio conseguir artistas con tal talento.

El corazón de la chica pelirroja se paró por un segundo y el silencio se esparció por unos momentos mientras Lucius llenaba una copa con vino y la removía con su dedo antes de chupar la deliciosa bebida que goteaba de sus dedos, la sonrisa de Lucius era extrañamente inquietante mientras él cambiaba de tema.

— Así que... ¿lograron encargarse de la muerte roja?

La mujer soltó un quejido doloroso.

— Aun no, y parece que nos tomara un tiempo. —Ella suspiro con cansancio. —Pero me niego a creer que el culpable de darle una paliza a dos de nuestros mejores generales este relacionado con una burda leyenda imperial, mi líder estaba ardiendo de indignación ante esta inesperada tregua, he, pero me imagino que como príncipe imperial estas bastante feliz por ello.

Lucius tomó un poco de su vino antes de sonreír ampliamente.

— Nunca fui del tipo luchador así que si, estoy bastante feliz.

La mujer miró divertida a Lucius antes de apretar coquetamente su bicep y reír felizmente.

Después de aquello ambos solo miraron el show por varios minutos dejando a la pelirroja para procesar la conversación cuando la mujer volvió a hablar.

— Dentro de unos días, un compañero general... o más bien un burdo hombre lobo está planeando un ataque en Villa Goblin a las espaldas del rey demonio. —Sus palabras estaban escupidas con veneno. — Hagas lo que hagas dudo que puedas parar el ataque a menos que desvíes al ejército hacia una pequeña Villa, sin embargo, si te sirve como consuelo, todos ellos serán exterminados por rey demonio en cuanto se de cuenta.

Lucius... balanceo su capa de lado a lado mientras levantaba su mirada sobre su hombro. viendo un cabello rojizo deslizándose fuera de la sala VIP.

— Bueno, mi querida Madame Bovary, ¿No estas tu liderando tu propia campaña en el reino Rusirifof?

La mujer llamada Bovary rio lentamente mientras se acurrucaba más cerca de Lucius.

— ¿Es que una vampiresa no puede iniciar una revolución para liberar a su gente de la esclavitud?

Lucius inmerso en la próxima atracción del show dijo. —Es una lastima que estemos en guerra, estaría tan feliz de apoyar esa revolución. —Lucius alzó su copa al aire. — ¡Por el imperio!

Bovary tomó la botella de Vino y la alzó al aire. — ¡Por los demonios!


Lejos, fuera del circo, moviéndose por la noche con poco más que lo que tenía encima la chica pelirroja camino hacia el sur, murmurando por lo bajo. — Los salvaré... ¡Por la humanidad!

No puedes morir si ya has muertoWhere stories live. Discover now