Co-parenting || Satoru Gojo

Gloriosa juventud

—¿Conmigo? —preguntó yendo tras de ella, siguiendo su paso casi como un perro sigue a su dueño.

Ella asintió y volteó a verle con una sonrisa mientras dejaba la botella sobre la mesita de café.

—Los niños duermen, ¿verdad?

Satoru asintió, sus ojos se habían fijado nuevamente a las curvas entalladas por su vestido.

—Era...Estaba... —intentó decir con disimulo. Tomó una bocanada de aire para enviar oxígeno a su cerebro y lograr hablar apropiadamente—. ¿Qué tal la gokon?

—No fue tan mal, pero quería regresar temprano —dijo dirigiéndose a la cocina para buscar un par de vasos—. Hina me abrió los ojos —comentó mientras intentaba alcanzar los vasos de shot.

De puntillas e intentado alcanzar la última repisa del mueble, sujetándose de la encimera, sintió el calor del cuerpo de Satoru a su lado, su mano reposando cerca de la suya mientras que, sin dificultad, tomaba la caja de seis vasos.

—¿A qué te refieres?

Saori observó lo cerca que se encontraba y contuvo la respiración unos segundos para no parecer agitada. Satoru alzó una ceja.

—Ah, pues a que... —Tragó un poco de saliva mientras cerraba el mueble—. Tenemos veinte, deberíamos estar viviendo nuestra gloriosa juventud y, en cambio, cada viernes por la noche lo único que hacemos es jugar juegos de mesa y dormir temprano como dos ancianos.

Él rió, aferrándose a la caja.

—No me molesta ser un anciano junto a ti.

—Lo sé, pero al menos por esta noche, podríamos intentar divertirnos de otra forma.

Él se acercó un poco más a ella con una sonrisa ladeándose en su rostro.

—¿Qué planeas hacer conmigo? —dijo en un tono juguetón, bajando levemente sus lentes.

Saori no pudo evitar ruborizarse. Tomó la caja de sus manos y dio un paso atrás.

—Solo te voy a embriagar. Así que nada de usar esas cosas raras tuyas para sanar tu cuerpo.

Se movió hacia la salida pero se volteó ligeramente a verle con una sonrisa cuando pasó por su lado.

—Te va a gustar —dijo suavemente y miró tras su hombro—. Limón y sal.

Caminó hacia el salón y Gojo se quedó atrás unos segundos, procesando. Con un par de zancadas la alcanzó tras tomar los limones, la sal y un cuchillo

Ella ya estaba abriendo la botella de tequila.

Se sentó observándola en silencio mientras preparaba los dos shots.

Las manos de Saori temblaban un poco mientras en su cabeza intentaba apartar los pensamientos que no se refirieran a pasar un buen rato con Satoru solo como amigos.

—¿Sabes? La última vez que te emborrachaste no te fue muy bien. ¿Estás segura de esto? —preguntó Gojo cortando rodajas de limón.

—Sí.

Su respuesta fue más rápida de lo que ella misma esperaba. Alzó la vista a Satoru y él sonreía.

Saori acercó su mano a su boca, lamiendo el espacio entre su pulgar y su índice. Satoru sintió su respiración atascarse en su garganta mientras veía la lengua de ella deslizándose y humedeciendo su mano para luego colocar un poco de sal en aquel espacio. La joven tomó el vasito y una de las rodajas de limón recién cortadas. Su lengua acaparó toda la sal y sin pensarlo un segundo tragó el tequila de golpe, sintiendo el ardor bajando por su garganta, chupó rápidamente la rodaja de limón e hizo una pequeña mueca.