Eran las 9:00 am y Christopher aun se encontraba en casa por lo que llegaría tarde a la empresa, después de casi 3 años de haberla heredado seguía odiándola como el primer día, sentía que la vida se le acababa en solo firmar contratos, generar ganancias y obtener más poder. Él no quería eso si no su padre que desde años atrás tenía como objetivo eliminar de su camino todos los obstáculos que le impidieran ser el número 1.
Por algún tiempo fue así, el resto de las empresas estaban por muy atrás de la empresa Bahng, sus ingresos de solo un año eran de casi 900 millones de dólares y el mercado extranjero era el principal consumidor, todo parecía magnifico para el señor Bahng, parecía que había logrado su objetivo, hasta que una desconocida le arrebato todo en solo 3 años, los ingresos bajaron 500 millones y el mercado internacional había dejado de consumir un 50%.
Entre desesperación, deseo de más poder y enojo agilizo la herencia, obligando a su único hijo a ser la nueva cara de la empresa para poder lograr posicionarse nuevamente como el número 1.
Christopher veía a su padre con ojos de odio incluso antes de estar al mando de la empresa, desde muy pequeño había hecho lo que su padre siempre decía, a los 4 años ya había empezado a estudiar inglés y a los 6 ya lo dominaba. Su padre quería que su hijo al ser el único heredero fuera digno y un hombre de "bien". Tanto odio y rencor habían hecho que Christopher no tuviera ningún tipo de respeto por el, aunque a su padre no le importaba ni en lo más mínimo, lo único que siempre estaba en su mente era dinero y poder.
Después de haber recordado todo su desagradable pasado tu nombre invadió sus pensamientos, sabía que tu empresa estaba en riesgo de irse a la quiebra, pensaba idear un plan para poder solventarla mientras regresabas o mientras surgían noticias acerca de ti, necesitaba ser muy cauteloso e inteligente para evitar que la noticia llegara a su padre o a los medios.
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CONTIGO
Recién te despiertas, tienes dolor de cuerpo y tienes los ojos hinchados y adoloridos, estabas agotada pero estabas segura que visitar, estar y platicar con Felix te ayudaría a sentirte mejor aunque el posiblemente no te escuchara.
Te levantaste de la cama, desayunaste, te diste una ducha y te arreglaste para ir hacia el hospital, parecía como si nunca hubieras estado alejada de casa, no te sentías extraña al volver a casa y ni siquiera tenías un poco de compasión por Changkyun aunque la estuviera pasando muy mal, el rencor y enojo habían regresado y los sentimientos románticos desaparecieron. Claro que había sido lindo cada detalle y momento junto a él pero no era tu lugar ni la vida que querías.
Tomaste tu auto y de camino hacia el hospital viste tu empresa, las lágrimas luchaban por salir, las ganas de regresar y decir que habías vuelto te invadían y consumían por dentro pero no era el momento indicado, aun estabas débil y afectada por todo, necesitas tiempo para "regresar a ser tu misma" aunque debía ser rápido, la empresa está muy vulnerable y necesita alguien al mando.
