CAPÍTULO 3

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Llegar al lugar donde se harían las audiciones había sido un martirio, a pesar de llevar la dirección «59 Jangchungdanro, Jung-gu», el GPS les supuso trabas. Sin embargo, fue mucha más molestia que, cuando llegaron al Teatro Nacional de Corea, se encontraron con una enorme fila. Por más que Eunhyuk quiso contar a los asistentes, no lo logró.  

     El pelinegro resopló. 

     —Pues, ¡a formarse se ha dicho! —Y con un empujón desde la espalda, movió a Ryeowook hacia el final de la hilera. 

     — ¡Oye!, ¿qué te sucede? —replicó en voz alta. 

     —Aquí termina mi misión, Wook. —Se encogió de hombros—. He cumplido con mi promesa. 

     Con la intención de salir disparado en dirección contraria a la fila, dio dos pasos, siendo retenido por el pelirrojo. 

     — ¡Espera! 

     Eunhyuk rodó los ojos antes de volverse a su amigo. 

     — ¿Ahora qué?

     —Por favor, haz la audición conmigo. —Hizo un ademán de súplica. 

     —No, Wook, ya te lo dije: no es lo mío. —Se cruzó de brazos. 

     —Por favor…

     —No, no y no… 

     —Por favor. —Sus ojos eran los más grandes que Eunhyuk había visto jamás—. Te prometo que, después de todo esto, haré lo que me pidas. 

     El pelinegro resopló aunada a una risa chusca y sarcástica. 

     —No quiero que hagas nada, Wook. —Relajó sus hombros dejando caer los brazos a los costados. Se acercó en demasía a su amigo y lo miró directo a sus ojos—. Sólo quiero que te formes, hagas la audición y que triunfes. —Posó una mano sobre el hombro del pelirrojo—. Este es tu sueño; no el mío. 

     Ryeowook bajó la mirada, devastado. Se mordió un labio, tratando de tragarse todo lo que en ese momento ansiaba por salir. Hasta que no pudo más. 

     «Mi sueño no estará completo si tú no estás en él», susurró, lo bastante audible para que Eunhyuk soltara un respingo. 

     — ¡Oh, no!, no me vegas con eso. —Movió rítmicamente el dedo índice hacia los lados, como una mamá que está a punto de negarle una golosina a su hijo—. No me quieras convencer.

     —Vamos, sé que lo lograremos. 

     —Ryeowook, tú lo lograrás —dijo con un tono agudo—. No necesitas que yo esté allí. —Su corazón se enterneció al ver el semblante de su mejor amigo que denotaba una profunda desilusión. Resopló—. Bien, solo te acompañaré hasta que salgas de ese lugar, y me digas «chingu, lo he logrado». —El pelirrojo entreabrió los labios, y aunque quería decir algo, Eunhyuk lo retuvo con una mano—. Me aseguraré de ello. 

     Una sonrisa que parecía estar pegada a sus comisuras se formó en sus labios. Ryeowook dejó salir un grito eufórico y brincó con una mano en lo alto. Eunhyuk pudo notar como sus ojos se cerraron en un instante pareciendo un par de finas líneas. 

     En un arrebato se abalanzó sobre su mejor amigo y lo estrujó en su pecho, tan fuerte que el pelinegro sintió la columna vertebral partírsele. 

     — ¡Te lo agradezco tanto, amigo mío! —Fue lo más sincero posible. 

     — ¡Está bien, está bien, ya suéltame! —El pelirrojo lo soltó de tajo y él soltó un suspiro de alivio— . Estabas partiéndome en dos. 

[EN CURSO] PERSONAJE SECUNDARIO حيث تعيش القصص. اكتشف الآن