⛁ Luffy .°•

547 50 7
                                    

Luffy sería el tipo de novio que

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Luffy sería el tipo de novio que...

Daría su vida por ti sin miramientos

Daría su vida por ti sin miramientos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

      —ARGGRR... MUERDE, MUERDE.

      Los habían capturado.

       Bueno, los habían capturado a ellos. Tú llevabas allí un día entero desde que los piratas de Buggy te atraparon tratando de tomar comida de una de las casas abandonadas del pueblo costero a luz de la noche. El desgraciado poblado era ahora el reino del pirata payaso, su patio de juegos, el vergel de su banda de malandros. Trataste de evitar pensar en maneras de haber podido evitar eso en el pasado al hablar con el extraño sombrero de paja.

      —Si los dientes fueran efectivos contra barrotes de hierro, créeme, lo habría intentado mucho antes que tú —comentaste aburrida mirando entre los espacios de la pequeña jaula como una pelirroja se divertía bebiendo con los piratas.

       —Nada es imposible a menos que lo intentes —respondió con orgullo, seguramente sonriendo, como adivinabas entre tus pensamientos.

        No lo conocías de mucho. Viste su risueña expresión desde que asalto la marina por tan solo un cazador de piratas recluido. Lo que no recordabas era el por qué lo seguiste. No sabes si fue por la absurda promesa de que él algún día seria el rey de los piratas o tan solo por el simple hecho de que detestabas el aburrimiento que te asolaba últimamente.

      —Entonces, no digas nada si no tienes dientes para masticar comida.

      Luffy se detuvo de golpe, casi congelándose por completo pareciendo reevaluar sus acciones antes de seguir mordisqueando sin piedad.

      —Pero que...

      —Gomu Gomu no... —murmuró provocando un leve estado de pánico en ti que pronto desapareció, haciéndote recordar al como llegaron a la isla, contigo en el mismo bote-barco que Zoro mientras seguían a Luffy, quien se había lanzado por los aires en busca de comida.

      —S-Sólo jodete, ¿sí? Estoy cansada de lidiar con lunáticos, ya con Zoro tuve bastante.

      Una explosión. Fue un disparo de un cañón, pero lo que ascendió el ruido fue el caer de las paredes de poco más de una docena de casas. Los piratas festejaban por el desastre, casi completamente ebrios, no era diferente de Buggy, pero sí de Luffy y aún más de la pelirroja. Era la tercera vez que hacían tal cosa, el destruir el pueblo a pedazos por mera diversión egoísta; la primera te desesperaste por salir de la jaula y matar a todos, y la segunda terminaste rogando. En esta, eras presa de la impotencia.

      Abriste los parpados con terror cuando viste que la boquilla del cañón apuntaba ahora en dirección a ti y el sombrero de paja.

      —¡Ahora, lanza el cañón, Nami! ¡Y jura sobre esto, tu real y sincero... deseo de gobernar el mundo conmigo! ¡¡Consigue quitarte de una vez por todas de encima a tu viejo jefe!!

      —¡¿... Matar a esos chicos?! ¡¿Yo...?! ¡N-no, capitán Buggy, no creo que eso sea necesario!

      Mientras discutían entre ellos, arrimaste al hombro de Luffy susurrando con angustia— ¡¿Qué haces y por qué no seguiste mordiendo los barrotes?! ¡Muerde como un animal y sácanos de aquí antes de que vayamos a un mundo mejor!

      —Mátales... —sentenció Buggy con una macabra sonrisa y el ceño fruncido.

      Nami, estando frente la mecha del cordón del cañón, dudo. Sueebeldia transcurrió en un vistazo, golpeando y armando una barrera entre los piratas y el arma que parecía ser destinada a matarte a ti y a Luffy. Pero ellos eran una veintena sin contar al capitán y a sus oficiales y al león. El sombrero de paja se apresuró a seguir mordiendo, exasperado por el hecho de que la mecha seguía encendida, mientras que tú, insegura y angustiada, comenzaste a patear el extremo superior de una de las barras con tal de romperla; era vieja, y oxidada en la parte de arriba, pero no habías podido patearla debido a que te mantenían en constante vigilancia.

     Llegó Zoro a salvar el día, aunque el borde de la muerte seguía precipitándose en dirección tuya. Los dientes de Luffy no funcionaban del todo, por más pedazos de hierro que despedazar y tragara por accidente tratando de no ahogarse. Rompie una barra, pero seguía siendo un delgado espacio por el que escapar. Sentiste un tacto cálido sobre su espalda y las exhalaciones exhaustas de alguien a tu hombro y cuello.

      —¿Q-qué haces? ¡Tenemos que salir de aquí! ¡Sigue mordiendo los barrotes! —le gritaste angustiada y con evidente temor.
     
      —¡No lo haré, No voy a dejar jamás que un tripulante muera bajo mi mando~! —grito aferrándose a ti con tal de servir como escudo humano.

       Aún si sabías que era el dueño de la fruta de goma, no pudiste evitar preocuparte por lo que pasaría, por lo que le sucedería a él en el próximo segundo.

      La jaula se alzó en el aire evitando el cañonazo. Era Zoro.

       —¡Intercambien sus afectos cariñosos para después, tenemos que escapar primero! —masculló molesto a duras penas, estaba herido.

     Sólo te habías salvado esta vez.

𝑻𝒚𝒑𝒆 𝒐𝒇 𝑩𝒐𝒚𝒇𝒓𝒊𝒆𝒏𝒅 ∬ One PieceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora