capítulo 13

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La noche era oscura y la lluvia caía sin piedad en la ciudad mientras Dimitri Chéjov y su equipo se adentraban en el oscuro almacén de armas. La misión era simple: inspeccionar el negocio de armas para asegurarse de que todo funcionara sin problemas. Sin embargo, lo que encontraron dentro estaba lejos de ser lo que habían esperado.

Dimitri avanzaba con pasos firmes, flanqueado por sus guardaespaldas, cada uno de ellos una máquina de letalidad. Los subordinados de Dimitri estaban entrenados a la perfección, expertos en combate y armados hasta los dientes. Parecían una fuerza impenetrable mientras avanzaban por el almacén.

Luca y Valentina, las valiosas familias aliadas, también estaban presentes, alerta y listos para actuar en caso de cualquier emergencia.

El ambiente en el almacén era tenso, pero todos confiaban en la habilidad de Dimitri para mantener la situación bajo control. Sin embargo, lo que no sabían era que los antiguos socios de su difunto padre habían estado planeando una venganza amarga desde hace mucho tiempo.

Mientras el grupo avanzaba por los pasillos oscuros, se dieron cuenta de que algo andaba mal. Los sentidos de alerta se encendieron cuando un sonido sutil pero ominoso llegó a sus oídos: el clic de un seguro siendo liberado.

En un abrir y cerrar de ojos, el almacén se convirtió en un campo de batalla. Las luces parpadeantes revelaron la presencia de los antiguos socios de Dimitri, armados hasta los dientes y listos para la guerra. Habían estado esperando pacientemente su llegada, preparando una emboscada mortal.

Los disparos resonaron por el almacén, y la tensión en el aire era palpable. Dimitri y su equipo respondieron de inmediato, utilizando su entrenamiento y experiencia para mantener a raya a los atacantes. La pelea se volvió una danza mortal de balas y movimientos tácticos.

El mayordomo de Dimitri, con una sangre fría impresionante, demostró ser un guerrero formidable. Con disparos precisos y movimientos elegantes, mantuvo a raya a los atacantes, protegiendo a su líder con determinación.

Luca y Valentina también demostraron su valía en el combate. Luca, con su fuerza bruta y agresividad calculada, fue un adversario formidable. Valentina, por otro lado, se destacó por su agilidad y rapidez, esquivando balas y disparando con precisión mortal.

Dimitri, mientras tanto, era el epicentro de la lucha. A pesar de estar herido en el enfrentamiento, su determinación y habilidades de liderazgo brillaron. Dirigió a su equipo con mano firme, dando órdenes y tomando decisiones tácticas clave.

El enfrentamiento se prolongó durante lo que parecieron horas, aunque en realidad fueron solo minutos. Los antiguos socios de Dimitri eran una amenaza formidable, pero no podían igualar la determinación y el entrenamiento de su equipo.

Finalmente, los atacantes se vieron obligados a retroceder, superados en número y habilidades. Dimitri y su equipo habían prevalecido, pero no sin costos. Dimitri, sangrando y exhausto, fue atendido por su médico personal mientras Luca y Valentina ayudaban a los heridos.

Mientras el grupo regresaba a la mansión de Dimitri, la lluvia seguía cayendo, simbolizando la noche turbulenta que habían enfrentado. La emboscada había sido un recordatorio brutal de que en su mundo, las traiciones y las venganzas podían acechar en cada esquina.

La lección estaba aprendida, y Dimitri sabía que debía estar aún más vigilante en el futuro. Su posición como líder de la familia Chejov lo hacía un objetivo constante para aquellos que deseaban su caída. La venganza de los antiguos socios de su padre era solo una muestra de los peligros que acechaban en las sombras.

 La venganza de los antiguos socios de su padre era solo una muestra de los peligros que acechaban en las sombras

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El regreso a la mansión de Dimitri después del enfrentamiento en el almacén había sido un silencio tenso. El sonido de la lluvia golpeando las ventanas se mezclaba con el palpitar de los corazones acelerados. Dimitri, herido pero aún imponente, había sido atendido por su médico personal, mientras Luca y Valentina revisaban sus propias heridas.

Ethan, que había permanecido en silencio durante todo el trayecto de regreso, miraba con curiosidad y preocupación a Dimitri. A pesar de la fachada impasible que el líder de la familia Chejov mostraba al mundo, Ethan había captado una breve mirada de dolor en sus ojos durante el enfrentamiento. Esa mirada había dejado una impresión indeleble en su mente.

Dimitri, por su parte, estaba consciente de la mirada de Ethan. Aunque su entrenamiento y disciplina le permitían ocultar sus emociones, no podía evitar sentir una sensación de triunfo interna. Había notado el cambio en la actitud de Ethan, la preocupación evidente en sus ojos. Era un indicio de que los muros que el joven hacker había construido para protegerse se estaban tambaleando.

La mansión de Dimitri estaba envuelta en una atmósfera inusual esa noche. El enfrentamiento había dejado su huella en todos los presentes, recordándoles la peligrosa realidad de su mundo. Mientras el médico continuaba atendiendo a Dimitri, Valentina y Luca compartían un gesto de complicidad. Sabían que la noche había sido un recordatorio de lo vulnerables que podían ser, incluso en las filas de los más poderosos.

Ethan, sin embargo, luchaba con sus propios pensamientos. La mirada fugaz que había compartido con Dimitri había despertado algo dentro de él. No podía evitar sentir una punzada de preocupación por el líder de la familia Chejov, a pesar de las circunstancias en las que se encontraban.

Dimitri, notando que Ethan seguía a su lado, decidió abordar el tema con sutileza. Se giró hacia el joven hacker, su expresión seria pero no amenazante.

"Dimitri, ¿cómo te sientes?" preguntó Ethan con sinceridad. A pesar de su miedo y desconfianza hacia su nuevo entorno, no podía evitar mostrar preocupación por la salud de su jefe.

Dimitri le ofreció una sonrisa tranquila pero cargada de significado. "Estoy bien, Ethan. Gracias por tu preocupación." Su voz resonó suavemente en la habitación, y su mirada se encontró con la de Ethan.

El contacto visual entre ambos se mantuvo, cargado de una tensión palpable. Ethan estaba luchando con sus propios sentimientos, una mezcla confusa de miedo y atracción hacia Dimitri. Había notado algo en el líder de la familia Chejov, algo que lo intrigaba y asustaba al mismo tiempo.

La conexión entre ambos se profundizó en ese momento, aunque ninguno de los dos estaba listo para abordar abiertamente lo que estaba sucediendo. Dimitri, un hombre controlado y paciente por naturaleza, estaba dispuesto a esperar el momento adecuado. Había notado el cambio en Ethan, y eso era suficiente por ahora.

La noche siguió avanzando, pero la tensión entre Dimitri y Ethan se mantenía, oculta bajo la superficie. Mientras Dimitri continuaba recuperándose de sus heridas, el vínculo entre ambos se fortalecía, aunque ninguno de los dos estaba listo para enfrentar lo que estaba sucediendo.

El miedo a lo desconocido mantenía a Ethan en la oscuridad, mientras que Dimitri, con su control y paciencia característicos, estaba dispuesto a dejar que las cosas se desarrollaran a su propio ritmo. Sus corazones latían en sintonía, aunque ninguno de los dos estaba preparado para admitirlo.

Esa noche, la mansión de Dimitri estaba llena de secretos y emociones en conflicto, una advertencia silenciosa de que en su mundo, incluso los más poderosos estaban destinados a enfrentar sus propios demonios.

Cautivo por La Mafia  [boyxboy®] © Where stories live. Discover now