🌲 Mi pequeño Pino (Billdip) 🌲

|||Cap.9|||

🌲 Familia de papel

No sabía ni como había sucedido, solo sabía que estaba envuelto en mantas en la habitación superior de la cabaña del misterio.

Su cabello aún estaba mojado pero no planeaba moverse, se encontraba sentado en la cama más cercana a la puerta y mirando al exterior seguía reflexionando.

—Dipper

—No

—¡Escúchame!

—¡Ahora no!

—¿Todo bien?—Pregunto Mabel entrando a la habitación con unas toallas.

Las dejo en la cama, intentando mirar a la cara a dipper pero este solo desviaba la mirada. Lo que sea que estaba pasando se lo estaba guardando muy bien.

—Si. Gracias por acogerme…

Se sentó a su lado, mirando también al cielo. Sonrió.

—Se que no nos conocemos muy bien pero quiero que tengamos la confianza de contarnos lo que ocurre.

Dipper no respondió, solo asintió. Mabel asintió de la misma manera y salió de la habitación, no sin antes darle una mirada de preocupación.

—Debemos ir a casa. A nuestro hogar.

—¿Hogar? Empiezo a creer que jamás tuvo uno.

—¿Te vas a dejar guiar solo por un pedazo de papel?

—No me hagas esto, daypper.

—Dipper, esto no comprueba nada, no tomes una decisión precipitada.

—No lo hago

—¡Lo estás haciendo!

—Solamente descubrí que fui engañado toda mi vida.—Suspiro, cubriéndose la cara—No es "solo un papel" es una prueba.

—No comprueban nada. Las fechas ni siquiera coinciden.

—¡Lo comprueban todo!—Solto un alarido de irritación—No lo entenderías, toda mi vida he odiado a mi sangre, mi especie por abandonarme y puede que eso no haya pasado, puede que me hayan…me hayan amado—Suspiro—.Solo quiero saber la verdad.

—¿A qué costo? ¿Sacrificaras todo lo que tienes por una corazonada?

—Es menos que los que Bill ha sacrificado por su codicia.

—Bill, Phyronica, tu, son mi familia y también la tu-

— ¡Ellos no son mi familia!—Grito dipper, descontrolado. Un jarrón explotó a su lado como muestra de la irá que sentía

Siempre le enseñaron que las emociones te hacen débil, no por que sean inservibles, por qué son incontrolables.

—¿Y…y yo no soy tu hermano?

Hubo un silencio. Ambos se miraron.

—No. No lo eres.

Daypper frunció los labios en una nueva que dipper nunca había visto en el pero que pudo reconocer como impotencia. Sonrió, una sonrisa amarga.

Y Desapareció. Como solía hacerlo, volvería. Siempre lo hacía.

(…)

Al día siguiente, dipper se escabulló por todos lados buscando información sobre su posible secuestro, pero solo encontró a una mujer en un mostrador, la pelirroja.

Compartían el mismo disgusto al vese así que se ignoraron. Sabía que había algo, algo que podría ayudarle, solo tendría que encontrarlo.

Siguió caminando por todos lados en busca de algo útil, escucho una explosión en la parte inferior de la cabaña, como si hubiera algo debajo de ella.

El estruendoso suceso tiro varias cosas de un estante. Entre ellas, un libro con fotos, cada una más rara que la anterior pero la mayoría involucraban a Mabel y a su doble o él, no lo sabía.

Reviso el estante con más detenimiento. Encontró unas cintas, tenían una pegatina vieja y mal pegada que lo titulaba como "dipper los guía a lo inexplicable"

—¿Que haces niño?—La voz detrás de él lo sorprendió y lo hizo voltearse de inmediato

—A-algo tiro todo esto. No se muy bien que fue.

El hombre refunfuño algo sobre su espalda, su hermano y los jóvenes pero no le puso mucha atención. Salió, dispuesto a esconder la cinta.

—Daypper—Susurro al aire.

La brisa movía los árboles y el veinte hacia un ruido más fuerte de lo que en su dimensión solía escucharse.

—Daypper—Trato otra vez—Oh, vamos. No seas berrinchudo. Estoy algo confundido, ¿Okey? Lo lamento. No quise decir eso. Solo que…esto está siendo muy difícil para mí. No se si puedo confiar ni en mis propios recuerdos.—Suspiro—¿…Daypper?

Miro al cielo, esperando un susto, un golpe, una burla. Pero lo único que sintió fue la brisa del aire pasar por su cara.

Frunció el ceño.

—¿¡Pues sabes que?! ¡Yo puedo solo! No te necesito.

Siguió caminando, llegó al pueblo, todo era tan distinto a lo que el conocía, pero a la vez, tan familiar. Le causaba un aire de nostalgia que lo abrumaba.

No quería sentirse así pero tampoco quería seguir con el mismo cuento. Quería la verdad. Y según los hechos volvería o no con Bill.

Una parte de su ser quería, quería con todas sus ansias que todo fuera una equivocación. Que su mente le esté dando una mala pasada. Que esté durmiendo y daypper lo despierte para ir a la siguiente misión.

No quería volver.

Daypper le había dejado en el estante aquellos billetes que había robado y los uso para comer. La comida le sabía rancia, pero no sabía si era por el lugar tan descuidado o su estado de ánimo era el que le estaba haciendo pasar malos ratos.

No sabía nada. Ya no.

Siguió vagando por todo el pueblo, buscando pistas, algo que le pudiera ayudar. Un anciano le dio asilo por un tiempo, no le molestaba para nada estar con el. Había estado con seres perores y este parecía necesitar compañía para no caer en la locura. Aún más.

Además…el también la necesitaba.

El hombre estaba lo demasiado loco como para poder tener una buena conversación con el, al menos una en la que ambas partes de entendieran. Así que se la paso mirando los libros viejos del estante.

—¿Que significa esto?—Pregunto el mientras le enseñaba las páginas al anciano

—Oh, la ruleta del triángulo ser, solo unidos pueden vencer, sin uno jamás se habrá de poder, pero el amor su fortaleza es.—El anciano sonrió asintiendo y se fue.

Dipper parpadeo.

—Gracias, creo…

Miro la ruleta, trazando de vez en cuando la silueta de Bill. Tal vez si le daba la cara y lo interrogaba este le daría las respuestas que en el pueblo no había encontrado.

Jugo con la pequeña orbe. Si, eso haría, pero mañana sería otro día.

—Oh, aquí estás—Escucho la voz de Mabel.

Pero primero tendría que deshacerse de ella. Suspiro, nunca había sido sencillo. Aunque…¿Cómo sabía eso?