Capítulo Quince

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! Esta historia contiene temas de drogas, el abuso de ellas, violencia familiar y lenguaje homofóbico.

SEGUNDA PARTE:
Mi madre dijo que soy muy romántico.
Ella dijo: 'Estás bailando en el cine'.
Casi empecé a creerle, entonces te vi y supe.
Tal vez sea porque me hice un poco más viejo; tal vez es todo lo que he pasado.
Me gustaría pensar que así es como te apoyas en mi hombro. Y como me veo contigo.

Jungkook descubrió que todo lo que su padre le había enseñado sobre mantener el control y verse impasible en todo momento, Jimin lo derrumbó con una sonrisa. Y aunque el omega no se diera cuenta aún, el alfa ya estaba comiendo de la palma de su mano. Observó al chico en la linea para subir a la rueda de la fortuna y se maravilló con la belleza de este. Tenía un pequeño lunar en las comisuras de la boca del lado izquierdo y su Alfa decidió que era su nueva cosa favorita.

Y más abajo, aquella vena pulsando en el cuello, en donde la mordida debe ir. Y si se permite bajar más la mirada, están las malditas clavículas, en donde puede ver la sombra de un tatuaje, o varios, y oh Dios, eso hacía a Jimin diez mil veces más atractivo.

— ¿Qué tanto me ves?

Eres hermoso.

— ¿Huh?

Alguna fuerza muy poderosa debe de estar a su favor, porque justo en ese momento, el encargado de la atracción los llamó y les hizo subir al carro. Se sentía tan estúpido por no poder hacer un simple cumplido y de nuevo la voz de su padre se filtró en sus pensamientos: "Eres débil, Jungkook". Se pasó una mano por la caro y suspiró. Jimin debió escuchar porque lo volteó a ver con una gran interrogante imaginaria pintada en el rostro.

— ¿Qué pasa?— preguntó al mismo tiempo que la atracción se puso en movimiento.

Mi padre me atormenta, quiso decir. Sin embargo, lo mejor que pudo hacer fue poner una sonrisa falsa y decir "Nada" de la forma más seca posible.

— Lo siento, lo siento, yo- Mi cabeza... No tiene nada que ver contigo es solo que... Jimin soy un desastre y no quiero-no puedo permitir que me veas como... Como alguien-o algo... No sé-no sé qué estoy diciendo, mierda.— apoyó sus brazos en el barandal frente a él y observó el lago y el reflejo de las estrellas en el agua.

1. Respira.
2. Cierra los ojos.
3. Olvida en dónde estás.

Las listas le daban orden en su vida y cierto control que no tuvo cuando era pequeño, además de que era algo que algún consejero estudiantil (en secundaria) le recomendó hacer cuando sintiera que su mente se iba hacia lados oscuros y su respiración se aceleraba. Amortiguaban la ansiedad sobre el caos, le daban estructura y satisfacción cuando eran completadas. Las palabras hirientes de su padre siempre resonaban en su mente y rebotaban en cada esquina de su cabeza.

— Jungkook.

El omega formó una fina linea con sus labios y exhaló, como preparándose para decir algo. Se acercó a Jungkook, sus muslos presionándose juntos y puso una mano en su hombro. Sintió la esencia del Alfa envolverlo lentamente y decidió abrazar al castaño con la suya. Inmediatamente lo sintió destensarse bajo su toque y finalmente sus ojos hicieron contacto.

— Voy a besarte...— escuchó casi como al chico se le cortaba la respiración.— ¿Esto está bien?— preguntó al mismo tiempo que ponía una mano en la mejilla del chico, lo vio asentir lentamente y le sonrió con ternura. El rizado finalmente cerró la distancia inclinándose hacia él y besándolo con suavidad, timidez y un deje de nerviosismo.

Y la voz de Jeon Hyungsik desapareció, se hundió hacia algún rincón olvidado de la mente de Jungkook y pareció ahogarse. Los pensamientos negativos se remplazaron por una pantalla blanca de paz y calma que nunca había sentido. El beso no duró más de 4 segundos aunque a ambos les pareció una eternidad, para cuando abrieron los ojos, ya estaban abajo de nuevo y el señor que atendía la rueda de la fortuna los esperaba con la puerta abierta.

Jimin y Jungkook bajaron con expresiones bobas y sonrisas plasmadas en el rostro. Caminaron hacia una banca en donde se sentaron uno en frente del otro.

— No voy a preguntar al respecto, pero espero que se lo cuentes a alguien más, no es bueno guardarse esas cosas.

— No es algo que suelo andar diciendo por ahí, pero tal vez sea un tema para la tercera o cuarta cita.—sonrió.— ¿Qué dices?

— ¿Qué si saldría contigo de nuevo?— el castaño asintió.— Hm, qué buena pregunta. ¿A dónde me vas a llevar? Tal vez podamos ir y fumar ese porro que vi en la guantera.— al ver la expresión ilusionada del chico, levantó una mano y negó con la cabeza.—  Estoy bromeando.

— Oh.

— Las drogas podemos dejarlas para la tercera o cuarta cita.

Jimin no hacía nada de eso, pero la carcajada que Jungkook soltó hizo valer la pena haber dicho aquel último comentario. La noche transcurrió tranquila después de eso, entre comentarios sarcásticos y juegos de feria. Para eso de las 12, ya se encontraban de camino a la casa de Jimin. El trayecto fue rápido para ser un viernes en la noche, pero bueno, en Doncaster nunca se sabía. En algún punto tuvieron una pelea por la música ("Odio el rap, Jungkook" "No me importa, me gusta esta canción... uhg ¿qué quieres escuchar?" "Todas tus playlists son de rap" "Jimin pon la #27" "Pero..." "No puedes negarte a una petición del conductor" "Te odio").

— Sáltate la primera.

Passionfruit de Drake resonó en las bocinas del auto de Jungkook y cuando Jimin comenzó a cantar, la voz entonada del omega le sorprendió al Alfa. Decidió no comentar nada al respecto y disfrutar la canción y la compañía. Más tarde se unió cuando The chain comenzó a sonar y cantó a todo pulmón junto a Jimin logrando risas y comentarios como: "¡Así no va la canción imbécil! "¡La canción se equivocó!". Llegaron a casa de Jimin y Jungkook lo acompañó hasta la puerta.

— Me divertí bastante.

— Yo igual... Ni si quiera puedo recordar la última vez que canté en el auto... O que canté.— Jungkook dió un paso al frente y sus narices rozaron.— ¿Puedo?

— Mhm.

El Alfa puso sus manos en la cintura del chico y lo jaló más hacía el, chocando sus pechos. Jimin lo rodeó por el cuello con sus brazos y cerró los ojos cuando sintió la presión sobre sus labios. Al principio lento y rítmico, un beso inocente y sin intención de nada más. Todo cambió cuando se separaron para tomar aire, Jungkook sintió como si aquella bocanada que tomó hubiera sido la primera de su vida. Chocó de nuevo sus bocas, sintiendo sus dientes estrellarse por un momento e importándole una mierda. El jadeo del omega cuando introdujo su lengua el produjo un sentimiento de satisfacción que se le fue directo al ego. El sonido que hicieron sus labios al separarse se grabó en la mente de ambos y juntaron sus frentes tratando se calmar su respiración.

— Jimin, hora de entrar, despídete de tu amigo.— el omega se sobresaltó y se giro con rapidez. Park Dawn los veía desde el marco de la puerta con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

Genial, público.

Que se vaya.

Jungkook internamente se extrañó ante el comportamiento posesivo de su Alfa y lo acalló. El papá de Jimin tenía una expresión de enojo y respiraba con lentitud, conteniéndose.

— Uhm. Sí, erm- Buenas noches, Jeon.

— Dulces sueños, bonito.— se lamió los labios (probando a Jimin en los suyos, se deleitó), sonrió arrogante cuando vio al chico sonrojarse.

— Entra ya, niño.— el hombre se hizo a un lado para dejar pasar a su hijo y este entró con apuro a la casa sin voltear a ver a Jungkook. Y como cuando más temprano había ido a recoger a Jimin, Dawn dió un paso adelante y cerró la puerta tras él.— ¿Todo bien?

No hubo necesidad de que el señor elaborara más, pues el más joven sabía exactamente a lo que se refería.

— Todo en orden, doctor. Buenas noches.

Le dio la espalda y se dirigió a su auto, cuando una llamada entró y contestó viendo el nombre en la pantalla "Hoseok".

— ¿Vas a venir o no?— Jungkook revisó la hora en su reloj y suspiró.

— ¿Tengo que hacerlo?

— ¡Lo prometiste!— después de eso cu compañero de equipo colgó.

Joder ¿por qué no pensó antes de hablar? La noche estaba perfecta sin tener que ir a esa maldita fiesta.

FIRE ON FIRE.

𝐅𝐈𝐑𝐄 𝐎𝐍 𝐅𝐈𝐑𝐄 ━━━ 𝗞𝗢𝗢𝗞𝗠𝗜𝗡Where stories live. Discover now