Parte 1 Noche Reveladora

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Fabian López habida dedicado su vida entera a la venta de automóviles, no era rico, pero se podía decir que vivía cómodo, tenía cuarenta y cinco años y desde los veinte estaba casado con su esposa Laura, eran veinticinco años que llevaban juntos.

No era el tipo más feliz del mundo, igual tampoco se quejaba, ya no amaba a mujer, pero sus hijas lo eran todo él, aunque no era un santo, se divertía con putas cada vez que podía, como todo viejo verde que se respetaba su predilección eran las jovencitas.

Tenía dos hijas, Norma de veinticinco años que solo le faltaba dos materias para convertirse en abogada, y la más joven de las dos Sofia de dieciocho años recién cumplidos, estaba por terminar la secundaria, y empezar la universidad, aunque no había elegido una carrera todavía.

Frente a su casa vivía Bruno su mejor amigo y socio, junto a su esposa Ana, y sus tres hijos, dos varones mayores de edad y Micaela la mejor amiga de Sofia, estaban todo el día juntas.

Bruno y Fabián eran muy infieles, y se cubrían uno al otro con supuestas reuniones, ellos eran socios en la concesionaria de auto asique nadie en la familia sospecharía si los dos se iban juntos, casualmente todos los viernes a la noche tenían reuniones.

Al final llego el viernes tan esperado de estos hombres, supuestamente se iban a una cena de negoció, cada uno en su auto tomaron caminos distintos, Bruno visitaría a una clienta que se había separado ase poco y lo invito a cenar, en cambio Fabian se encontraría en un bar con su prostituta favorita.

La prostituta de veintiocho años, rellenita, pero con buenas tetas conversaba felizmente con Fabian que ya le había dado el dinero de antemano, pero la noche que parecía perfecta, se arruinó por completo, cuando en la barra vio algo que sus ojos no podían aceptar.

Su hija mayor Norma estaba de la mano con un hombre de unos sesenta años, estuvo a punto de pararse y golpear a ese viejo degenerado, pero si lo hacía descubrían que no estaba en una reunión, sino con una puta.

— Es linda ¿verdad?, tiene uno de las mejores nalgas de este bar — La prostituta no sabía que era la hija de su cliente, pensó que la miraba por deseó.

— ¿La conoces?

— Si hace seis meces que frecuenta este bar, es una de las chicas más codiciadas.

— ¿Qué? Es puta... — El pobre hombre no tenía más palabras, quería despertar de la pesadilla.

— Claro que sí, todas las chicas que vienen a este bar trabajamos de lo mismo, si quieres te paso su número de teléfono.

No sabia que hacer el pobre de Fabian — Después pásame el contacto — solo lo dijo para disimular, no quería que sospechara que era su hija mayor.

Espero que se fuera su hija, y como era de esperarse se fue de la mano con ese viejo, luego le dijo a su puta que se sentía mal y que se tenía que ir, pero en realidad siguió a su hija, estaba más que furioso, quería matar a ese viejo y mucho más cuando los vio a entrar a un hotel.

No se movió del lugar, espero que salga del hotel y los volvió a seguir, a cinco cuadras de su casa luego de un beso de lengua se bajó del auto del viejo para continuar caminando, quería interceptarla y golpearla como nunca en la vida lo había hecho, pero decidió ir a hablar con Bruno, el seguramente le daría un buen consejo.

Guardo rápido el auto en el garaje, y apago las luces de la casa, el esperaba que su hija entre a su casa para poder llamar a Bruno y cruzar la calle, para pedir consejo que realmente lo necesitaba.

Escucho el ruido de tacos altos en la calle, y se dio cuenta que era su hija, pero en vez de entrar a su casa entro a la casa de Bruno, fue ahí que volvió a insultar al aire, seguramente estaba de novia con unos de los hijos de su mejor amigo.

Con la angustia en el pecho se cruzó la calle, entro por el mismo lugar que su hija a la casa de Bruno, era un lugar que toda su familia sabía que siempre estaba abierto, ya que era un barrio privado no tenían problema de inseguridad.

Se mantuvo en las sombras, sabía que su hija no estaría en la casa principal, sino en el salón del fondo donde utilizaban para fiestas familiares, Fabian y su familia habían ido muchas veces, y efectivamente estaba ahí, pero lo que vio fue mucho peor de lo esperado.

Norma estaba de rodilla chupándole la verga a Bruno mientras este se fumaba un cigarrillo — Has aprendido bastante estos seis meces putita, a pesar que no sabías chupar cuando comenzaste.

Ella no contesto, se dedicaba a succionar esa verga dura como si su vida dependiera de eso, y sin previo aviso Bruno le lleno la garganta de leche empujando su cabeza hasta el fondo — Traga puta, traga, siempre supe que eras una traga leche — Agarro del cuello y le escupió la cara — Sabes cuánto dinero me debes todavía.

— Si diez mil dólares, en seis meces te lo devolveré.

— Si alguna vez te vuelves a ser de novio, no le prestes tu dinero si es un drogadicto, mucho menos si ese dinero te lo dio tu familia para pagar la universidad. Aunque yo encantado de prestarte más dinero, los intereses los pagas con tu cuerpo.

— Jamás te volveré a pedir dinero, me has hecho coger con tus hijos, todos tus amigos, clientes, además tengo que conseguir clientes aparte para poder devolverte el dinero, porque a los que me entregas no me pagan.

— Eres mayor de edad y fui claro de las consecuencias de prestarte el dinero, hubiese ido con Fabian, que el pobre es el único de mis amigos que no te ha podido disfrutar en la cama.

— Con lo de recién hasta el miércoles no nos vemos, adiós.

— El miércoles te quiero coger en la concesionaria en el escritorio de tu papi — Comenzó a reírse a carcajada.

Ella se fue a paso firme, mientras Fabián escucha y veía todo en la oscuridad, por unos segundos pensó en buscar su arma y matar a su supuesto amigo, pero no, Bruno también tenía una hija, la convertiría en su puta personal, pero antes tenía que buscar la forma de que Norma deje se ser una puta.

Espero que se vallan ambos para luego irse el, se fue a su casa y se acostó, pensaba dormir para despertar de la pesadilla, pero al otro día luego de levantarse tarde, ahí estaba Norma desayunando con cara de dormida — Hola papi, buenos días.

— Hola hija — El se acercó a dale un beso en la mejilla, y cuando vio su boca no pudo imaginar que anoche por lo menos esos sexys labios tocaron dos vergas.

— ¿Que tal la reunión? — La morocha le regalo una linda sonrisa.

Fue en ese momento que él se dio cuenta, que las mentiras a su familia con el tema de las reuniones, a ella no se lo podía ocultar, ya que ella era una de las putas de Bruno — La verdad, reveladora. ¿tu noche?

— Normal — Ella se puso de pie para llevar su taza de café a lavar, y para él le fue imposible no ver el cuerpo de su hija, a pesar de estar con ropa suelta entendió porque era una de las prostitutas mas codiciadas, no le faltaba nada, bello cuerpo, sonrisa única, un caminar elegante, sin hablar de su rostro perfecto y su piel morena.

Mas la miraba más se quería vengar de Bruno por ultrajar a su bella hija, fue en ese momento que busco en las redes sociales el perfil de Micaela la hija de Bruno, tendría que encontrar una debilidad para explotarla, además tenia que pensar una forma de salvar a Norma, con todo esto en la cabeza decidió salir a correr para despejarse.

Continuara...

Nota (Si quieren más capítulos voten y comenten, con esto me hacen saber que le interesa la historia, desde ya gracias)

La Prostituta de mi HijaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant