Parte 2 Amigas de la infancia

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Ese sábado tuvo que almorzar solo, sus hijas habían ido a acompañar a su madre a un evento solidario, aprovecho para encontrar más datos de Micaela, y encontró que compartía publicaciones de gatitos y ropa, la chica más común del mundo pensó para sí mismo.

Mientras seguía buscando tocaron el timbre, y cuando abrió se encontró con la bella de Micaela, sus ojos verdes claros quedaron frente a los de el — Señor Fabián, ¿Cómo esta? Estoy buscando a Sofia.

— Hola pasa — Cuando ella entro, miro sus cabellos castaños claros, boca carnosa, rostro juvenil, sin mencionar el pequeño cuerpo bien proporcionado, aunque lo que aria seria por venganza, sería una venganza muy sabrosa.

— La podría llamar — Le pregunto cuando él se sentó en la mesa.

— Disculpa, hoy he estado muy despistado, mi familia no está, pero seguro que ya llegan todas pronto, siéntate y espéralas — Le mintió a la joven, sabía que nadie llegaría hasta unas cuantas horas pasada de la tarde.

— ¿saben dónde están? Es que le escribí a Sofia, pero no me ha contestado.

— Si en un evento de caridad, pero Sofia se olvidó el celular, porque no para de sonar.

— Me quedo mucho más tranquila — El rostro de la joven se relajó y sonrió — Estaba preocupada que le pase algo, ella siempre me contesta rápido. Ahora me voy, perdón por molestarlo.

— No es molestia, te puedes quedar conmigo hasta que llegue — Tenia que buscar una excusa para charlar y ganarse su confianza de alguna forma, a pesar que la conocía desde que nació, nunca se acercó mucho a ella porque era la hija de un amigo.

— Me encantaría, pero ya que no está Sofia aprovecharé de ir de compras esta tarde.

— Yo también tengo que ir de compra, podemos ir justos y hacernos compañía.

— Como desee, pero mi padre una solo vez me acompaño y desde ese día no quiso ir mas conmigo — La joven se largó a reír.

— Yo comprendo mejores a las jóvenes que mi viejo amigo — Sin decir mucho más los dos juntos se fueron al shopping, donde ella compro mucha ropa, en realidad no bromeaba era una máquina de gastar dinero, mientras Fabian se compró solo unos zapatos y dos camisas blancas.

Los dos charlaron como nunca en esa tarde, Micaela le tenía confianza por ser el amigo de su padre, además era educado y sabia escuchar, cosa que ella lo disfrutaba porque podía contar muchas cosas que a los miembros de su familia no podía, una de las cosas que le contó fue que, le gustaba mucho una chica, pero si sus padres se enteraban la mandarían lejos de ella, y no podía soportarlo.

Aconsejo a la joven, a pesar de su desilusión, porque ahora sabía que estaba en más desventaja, no solo la edad, sino que estaba enamorada y de una chica, tenía casi cero de posibilidades de llevarla a la cama y hacerla su puta.

Llego a su casa y su familia no había llegado aún, se dio cuanta porque el celular de Sofia no paraba de sonar por notificaciones y mensajes, se cansó de escucharlo y lo fue a apagar, pero vio un mensaje que llamo su atención — Esto es para vos bebe — Se sintió enojado, su hija tenía novio y no les había contado, intento desbloquear el celular para ver de quien era el mensaje, pero no podía, necesitaba el pulgar de su hija, y claro que no lo aria si se lo pidiera.

Mientras seguía renegando por el mensaje, escucho la puerta de entrada y al acercarse vio a las tres mujeres de la casa muy bella, pero el solo tenía ojos para sus hijas que irradiaban sensualidad, sobre todo Norma, que a pesar de tener un vestido muy elegante dejaba ver sus largas piernas — Hola Fabián — Lo saludo su mujer con pocas ganas, como si saludaba a un vecino.

— Como están mis bellas hijas, ¿linda tarde de sábado?

Sofia lo ignoro, se fue directo a buscar su celular, su mujer se fue a bañar, pero Norma le sonrió contestando — La verdad son muy aburridas esas fiestas, pero a mamá les gustan, aunque no sé por qué.

— Si me pasa lo mismo por eso no voy a esas fiestas aburrida, ¿esta noche saldrás a bailar?

La sonrisa de la joven se desvaneció — Si me voy temprano y volveré tarde, tengo que aprovechar la juventud ¿no?

— Claro, espero que te diviertas mucho cariño — Él sabía que estaría trabajando de prostituta toda la noche, estaba furioso, quería seguirla y evitarlo, pero si hacia esto lo aria ver como un niño inmaduro perdiendo la confianza de su hija, prefirió quedarse en casa esa noche mirando series y esperar a que Norma vuelva sana.

Las horas pasaron, su mujer se fue a dormir, Norma a bailar según lo que dijo, pero el sabia la verdad, y Sofia también se fue a dormir por que el otro día tenía un partido de hockey, él se quedó navegando por internet buscando videos de jovencitas y viejos, pero se aburrió y prefirió ir a desbloquear el celular de su hija, quería saber quién era su novio.

Su casa era amplia, pero camino con cuidado para no hacer ruido, su amada hija estaría durmiendo, al otro día jugaba un partido importante, por eso se sorprendió cuando la luz de su cuarto estaba encendida, y la puerta entre abierta.

Por la rendija de la puerta miro con su ojo hacia dentro de la habitación, se sorprendió ver a su adorable hija, con una tanga de color azul en las rodillas y sin nada mas de ropa, masturbándose con todas sus fuerzas, y con una mano sostenía un celular — ¿Te gusta amor como me muevo?

— Me encanta amor, quisiera estar ahí contigo, hoy no nos pudimos ver — Cuando escucho la voz se dio cuenta que la conocía, además no era un hombre, se estaba masturbando para Micaela, cosa que lo puso furioso su hija mayor era la puta de bruno, y la menor amante de la hija de bruno, esa familia se llevaba lo mejor de sus adorables hijas.

Sin dejar de retorcer su bello cuerpo moreno, Sofia deseaba llegar al orgasmo, pero conversar y tocarse era complicado — Amor me quieres ver acabar.

— Sabes que me encantaría, pero mañana tenemos el partido de las semifinales, no podemos fallar — Las amigas de la infancia jugaban juntas no solo en la cama, sino en la cancha de hockey desde niñas.

— Bueno amor besos — Ambas se despidieron, pero Sofia necesitaba ese orgasmo, siguió masturbándose, y su mano ahora libre del celular la llevo para pellizcarse los pezones, suaves gemidos inundaban la habitación.

Fabian no podía dejar de mirar a su adorable hija como se masturbaba, ella siempre fue hermosa al igual que Norma, morena, cabello negro, boca carnosa, altas, pero había una cosa que las diferenciaba, sus cuerpos, Norma tiene un cuerpo voluminoso, y Sofia tiene pechos chicos y a pesar de tener un cuerpo entrenado sus nalgas no son tan grandes como la de su hermana mayor, por eso esta noche era la primera vez que la estaba viendo como una mujer, cosa que provocó que sacar su verga del pantalón, le apretaba demasiado.

— ahh, mmm — Sus sonidos eran menos cuidadosos y más fuertes a medidas de la joven movía más rápido su mano sobre su preciado clítoris, mordió fuerte su almohada cuando noto que llegaba su orgasmo, y llego muy intensamente, para su suerte su boca estaba ocupada sino hubiese despertado a su madre del sueño.

Mientras miraba a Sofia jadeando en la cama, con su juvenil cuerpo traspirado, Fabian lleno la puerta de su hija de su semen, se agarró de la pared para no caerse, mientras chorros y chorros de leches caían en la entrada de la habitación de la joven, que no se había dado cuenta que esa noche tuvo dos espectadores no una.

Sofia le levanto con cuidado y se fue a duchar, Fabian no dejo de mirar el cuerpo de su hija mientras buscaba algo de ropa, en cada habitación había un baño, sabía que su hija se iba a bañar, cuando entro a la ducha él fue a buscar unas servilletas para limpiar su propio esperma.

Luego de haber limpiado la escena del crimen, volvió al comedor y se sentó en su computadora, como si nada hubiese pasado, pero en su cabaza solo estaba su pequeña hija meneándose como una lombriz para su mejor amiga, cosa que lo hacía excitar más, sabía que eso estaba mal, pero no lo podía evitar, su hija mejor también era sensual como su hija mayor, pero él lo había notado recién esa noche.

Mientras se estaba por sacar la verga del pantalón para masturbase pensando en su hija más chica, escucho la puerta de enfrente que se abría, a los pocos minutos, apareció Norma, con un vestido trasparente — Hola papi.



Continuara...

La Prostituta de mi HijaWhere stories live. Discover now