𝟑𝟎. 𝐃𝐄𝐒𝐓𝐈𝐍𝐎

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[CONTENIDO ADULTO MODERADO]

—Draco.—gimió en voz baja su nombre, el placer se apoderó de ella, mientras el agua humeante de la ducha caía sobre su cuerpo.

Athena extrañó mucho su toque. Ella no tenía otra opción que hacer esto. Aunque al final siempre se arrepentiría.

Pero esta era la única manera de dejar salir la frustración sexual que sentía por él.

Lentamente abrió los ojos, que estaban borrosos debido al agua que caía sobre ellos.

Athena se sentía patética, llegando al clímax con él, al menos dos veces al día.

¿Y cuál era el punto de esto de todos modos? No importa cuántas veces lo hiciera, al final todavía estaría sola, entre las paredes de la ducha.

Se lavó y cerró el grifo. Eso sería suficiente para que ella pasara el día.

Envolviendo su cuerpo con la suave toalla verde, regresó a su habitación. Felicity estaba en su cama, leyendo un libro.

—Sabes, te duchas muchísimo durante el día.—comentó, sin quitar la vista de la página en la que estaba.

Las mejillas de Athena brillaron de vergüenza.—No sé de qué estás hablando.—murmuró, mientras se ponía la ropa interior, el sostén y luego el uniforme escolar.

Felicity se río.—Sabes exactamente de lo que estoy hablando.

Athena no respondió. Sabía que no podía esconderse de Felicity, así que mejor se callaba.

—Entonces, ¿encontraste una cita? La fiesta de Slughorn está a la vuelta de la esquina.—Felicity cambió de tema, mientras se levantaba de la cama.

Athena suspiró.—Todavía me quedan dos semanas.—dijo mientras se arreglaba la corbata.

—Lo sé. Ahora que iremos al Gran Comedor a desayunar, podemos comprobar nuestras opciones.

Athena se río.—¿Nuestras opciones? Pero Blaise ya te pidió que fueras a la fiesta con él.—le recordó, ahora mirando a su amiga rubia.

—Lo sé, pero una chica tiene que mantener abiertas sus opciones.—dijo Felicity mientras movía las cejas en broma.

Athena se río entre dientes.—Tú eres algo más.

Cuando las dos chicas finalmente llegaron al Gran Comedor, encontraron a los chicos y se sentaron con ellos, pero no antes de que Felicity le diera a Blaise un suave beso en los labios.

—¡Sabes que todavía estoy aquí!.—exclamó Theodore, un poco disgustado con la vista que tenía ante él.

Todos se rieron y Felicity le sacó la lengua.—No tengas celos, hermano mayor.

Theodore resopló pero siguió comiendo su tostada. Luego se volvió hacia Athena.—Buenos días hermosa. ¿Cómo estás hoy?.—le preguntó dulcemente.

Athena le sonrió.—Estoy bien. ¿Y tú?.

—Bien.—asintió.—Entonces, ¿pensaste en mi propuesta?.—le preguntó, con los ojos llenos de esperanza.

Athena se mordió el labio inferior, todavía insegura.—No lo sé, Theo. No quiero que tengas una idea equivocada. Ni que te hagas ilusiones.

Athena se sentía realmente incómoda, pero estaba siendo honesta. No quería que Theodore pensara que podían ser algo más, porque no podían.

Athena no podía dejar a Draco todavía, él era todo en lo que podía pensar. Y no quería jugar con los sentimientos de Theodore ni convertirlo en su rebote. Él era demasiado bueno para ella.

𝑇𝐸𝐸𝑇𝐻 | 𝐷𝑅𝐴𝐶𝑂 𝑀𝐴𝐿𝐹𝑂𝑌 | traducción al españolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora