Esta es una historia remasterizada, todos los derechos a sus verdaderos autores.
no me gusto mucho como quedo la original, ya que era un enredo por completo, asi que decidí crear mi propia versión.
"Con que esto es Wano, vaya es enorme" – murmuro mas que sorprendido Azazel, mirando encima de una montaña la inmensa ciudad que abarcaba todo el lugar, junto al inmenso palacio.
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Atrás de el se encontraba el Gabriel, Penemue e incluso Dos De Los Mauls, los cual estaban tensos. Sentía las miradas de los dragones que abarcaban los cielos, se notaba el disgusto al ver a miembros de la raza que oso a secuestros miembros de los suyos.
"Si terminaron de ver la vista, les recomiendo que caminen por favor, El Tiempo Corre" – comento Tamayo haciendo énfasis en la última parte, ganando asentimientos de todos. Estos descendieron la montaña con sus halas. Llegando a la ciudad, empezando a caminar con dirección al palacio.
Los miembros de las otras facciones, solo miraban todos con sorpresa, la ciudad era sorprendente, su estructura se notaba que era una combinación entre lo japonés y chino. El ambiente feliz para todos los dragones que Vivian en ese lugar, varios tenían puestos de comida donde los jóvenes que salían de la academia Dragonica pasaban a comer, otros iban a tiendas, de ropa, de juegos e incluso tecnología, llevándose la sorpresa de que tenían mejor tecnología que ellos.
"Se nota que Wano siempre será la mas poderosa de las facciones" – comento Zirches mirando un Holograma casi cien por ciento real de una persona.
"Su majestad paso su anterior vida haciendo que nuestra facción fuera la mas poderosa, por si en algún momento llegaba a morir, aunque claro nadie creyó que eso pasara" – explico Tamayo con tranquilidad, saludando a algunos niños que la habían reconocido.
"¿Porque nadie creía que moriría?" – cuestiono Serafall nerviosa siendo vista con asco y un poco de lujuria por varios dragones.
"Porque era el mas poderoso, nadie podía hacerle frente, ni Elohim ni Lucifer, nadie creyó que algún día se fuera a ir" – explico con tranquilidad llegando a las inmensas puertas del palacio, las cuales fueron abiertas, dejando que ellos pasaran.
"¿Acaso usted saber la verdad?" – pregunto sorprendida Gabriel a la mujer.
"Soy la Cuarta creación, la secretaria y guarda espaldas de su Majestad, una de las personas en las que mas puede confiar, se claramente que murió, y murió por la caída dragón. Se que si se lo dice a su gente, estos estallaran en furia" – explico con calma, aun que se notaba su enojo en su voz.
"Sabe por que le dio, digo, se que es una maldición, que aparece cuando el Dragon es engañado o sus sentimientos no son correspondidos a una mujer, haciendo que su poder se vuelva un veneno que lo va matando poco a poco" – comento Penemue, la mujer solo dejo salir un suspiro, que mas parecía un bufido.
"Se nos prohibió a cada dragón hablar de ese momento, pero les puede decir algo, fue una mujer, una mujer espero que sufra para siempre" – dijo con odio y asco en su voz.
