先生、どうやって結婚生活を続けているんですか？ [ GOJO SATORU X LECTORA ]

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“ No tome ni beba nada de lo que puedan ofrecerle ”

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En su rostro estaba plasmado confusión; extrañada por el mensaje que su alumna le había dado, pareciendo que lo había hecho con prisa ante los constantes mensajes que continuaban después del aviso.

—— Estamos por llegar, T/A.—— anunció Ijichi, siendo la nombrada la responsable de sacarle una sutil sonrisa al agradecerle.

Sin duda, Ijichi estaba feliz de tener a T/n en los asientos traseros que al mismo satoru Gojo; aún así, inconscientemente mantenía su guardia en alto ante las tantas veces que habían ocurrido las amenazas del varón a su persona ; donde satoru se colocaba detrás de su asiento, sujetaba su cuello y parecía susurrarle las indicaciones que siempre se veía obligado a cumplir.

Por su parte, T/n mantenía su vista clavada en el camino. Dónde veía un gran cambio de ambiente al pasar de ciudad a una gran vegetación.
Disfrutaba del paisaje natural, tanto así que disfrutó de la ventisca invasora en su rostro; sonriendo divertida ante el desorden que provocaba en sus cabellos.

—— Hemos llegado.

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Sentía las miradas fijas de las personas que pasaban de vez en cuando por los pasillos, caminando en conjunto a aquel teñido mientras éste decía alguna que otra palabra que eran incoherentes para sus oídos. Estaba tan centrada en el mensaje anterior de su alumna, buscando una explicación al respecto.

—— T/N.

La mano ajena pasar de un lado a otro frente a su rostro llamó su atención, mirando fijamente al varón. Aquel sonrió una vez logró conseguir llamar su atención, se hizo a un lado para indicarle con su mano derecha el lugar donde ambos descansarían.

Pasó soltando un pequeño “Gracias”, tomó asiento y esperó atenta la llegada de su acompañante. Miró a su alrededor.—— ¿Lo recuerdas? Es el mismo lugar donde tomamos té la última vez, antes de que fueras al extranjero —— Anunció Naoya, tomando asiento al frente suyo.

—— Si, al igual que las otras veces. —— respondió con desinterés —— Es agobiante —— Murmuró, haciendo reír de forma leve al teñido.  —— ¿Por qué me llamaste ?

—— ¿No puedo? Solo quería ver cómo estabas —— Respondió simple, descansó su rostro sobre su mano manteniendo una sonrisa juguetona  —— ¿cómo está Megumi?

—— Bien —— Respondió con simpleza. —— En cuanto a mí, no hace falta requerir mi presencia para saberlo.

—— Por supuesto que sí, es necesario —— Exclamó él. —— ¿acaso no somos amigos?

“ Realmente no ” pensó ella, asintiendo con una ligera sonrisa. Su convivencia se vió interrumpida por la Presencia de una mujer; trayendo consigo cubiertos y tazas con té caliente.

T/N tragó saliva, intentando mirar con detenimiento tanto a la mujer como a la bandeja en mano; sospechando. Recordaba una y otra vez el mensaje que Maki había dejado , No beber ni comer nada.
Sus ojos estaban fijos a los movimientos de la mujer, y el como está descansaba en la mesa lo necesario; ¿acaso la mujer le dió una mirada fija antes de irse? ¿por qué no lo había notado antes?

—— Adelante, T/N —— Invitó Naoya, señalando los platillos con galletas y té.

Observó como el mismo varón tomaba y comía sin problema lo suyo. —— No se me apetece esta vez —— Comentó.

Naoya detuvo sus movimientos, observando por un momento con molestía a la mujer; cambiando su semblante a una sonrisa al notar la mirada atenta de la pelirroja.—— Está bien.

—— Pero dime, ¿Has conseguido ganarte a la gente del clan zenin? ¿Cuánto trabajo has hecho para ganar el reconocimiento de tu padre? —— Cuestionó ahora ella, Sonriendo divertida mientras hacía a un lado las cosas y acunaba su rostro con ambas manos suyas.

Sabía que Naoya estaría atrapado en la idea, tan centrado que olvidaría por un momento su objetivo. No tardó en mostrar una mueca de fastidio; comenzando a quejarse sobre el hecho de no ser tomado en serio incluso después de ser alabado por años como un “ Prodigio ”.
T/N escuchaba atenta, mirando cada cierto tiempo y calculando cuanto tiempo estaría ahí.
Sentir la mirada fija de aquel hombre solo le incomodaba, detestaba realmente que hablara únicamente de él y su autoproclamado lugar como líder.
Podía observarlo aún mejor cuando se molestaba ante la idea de ser Megumi el futuro líder del clan .

—— T/N, Se enfriará si no-...

La pelirroja interrumpió al varón, posicionando una mano al frente en señal de guardar silencio al escuchar de forma ligera el sonido de su respectivo celular resonar; olvidando que debía mantener un supuesto respeto al mayor, después de todo esa había sido la forma de acercarse a él.

Naoya observó a la pelirroja, la forma en que miraba a otra dirección y conversaba con cualquier persona que fuera de su nulo interés. La quería a ella; quería tener su atención y cariño, después de todo. El clan Gojo le había quitado su única esperanza de ser más fuerte que el resto, aquella “Esperanza” que tenía justo a unos metros lejos de él, sin poder tocarla. El tan solo pensar en eso provocaba cierta rabia, apretando las telas que vestían su cuerpo con rabia por de bajo de la mesa tradicional.

“ Recuperar lo que te fue arrebatado ”  ¿tan desesperado estaba por tenerla? Si se trataba de ganar el reconocimiento del resto del clan, así lo era. Importándole poco o quizás sí, el hecho de ella ya haber pasado mucho tiempo con Satoru.

—— No entiendo porqué ese idiota sigue manteniéndola con vida —— escupió con rabia; Sonriendo de forma fingida con forme se despedía desde la lejanía de aquella pelirroja.

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T/n suspiró profundamente, sintiendo su estómago gruñir. Hizo una mueca de desagrado por la idea de estar hambrienta, algo que Ijichi no pasó por alto, mucho menos el segundo acompañante que yacía a su lado.

Satoru ladeó un poco su rostro para llamar la atención de T/N; mostrándose confundido.
La mirada que T/N le dió después de finalmente mirarlo; fue suficiente para soltar un pequeño jadeo en señal de sorpresa.

No había vuelto a ver aquellos orbes dorados brillar desde hace mucho tiempo; pidiéndole algo que posiblemente sin rechistar le cumpliría. El tan solo verla hacer un puchero sujetando con sus manos su abdomen que parecía molestarle por necesidad de algo que le ayudara a mantenerse de pie; fue más que suficiente para emitir una orden drástica al varón con anteojos.

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