Un Tesoro Venidero - Beastars (FanFinc)

Capítulo 22 - Recuerdos Memorables

La ira empezó a fluir por mi cuerpo, haciéndome gruñir hasta llegar al punto de mostrar los colmillos. Era un hecho que estaba enojado, pero ¿Por qué? Saiko nunca trató de insultarme, simplemente tocamos el tema. La expresión de mi rostro hizo que se asustara un poco, su mirada quedó anclada junto a la mía tratando de adivinar qué era lo que estaba pasando. Intenté recuperar los estribos; sin embargo, su mano apretó mi hombro para tranquilizarme.

- No dejes que el miedo irrumpa tu corazón, Riz – Agregó –

- ¿Me estás acusando? – refunfuñé... Apretando fuertemente mis puños –

- ¿Qué estás diciendo? Para nada. Sólo no debes ser tan evidente, caballero.

Quedé congelado ante sus incrédulas palabras, tratando de averiguar qué había detrás del telón. Lo único que deseaba en ese instante, era que Kano y Pina reaparecieran de inmediato ¿por qué diablos tardaban tanto? Elegí un mal momento para seguir mortificándome. Era muy escalofriante sentirse al borde de un gran pozo sin fondo... Escuchando los gritos desesperantes perturbando mis sanos pensamientos de Tem.

No entendía la situación por la que estaba pasando, era como si me hubieran agredido con la punta de un cuchillo en la mitad de mi cuello, forzándome a divulgar todos los recuerdos que había pasado junto con la pequeña Alpaca. Saiko se había tragado todas mis palabras, dejándome sin frase alguna.

- Hey, chicos ¿Interrumpimos algo? – intervino Kano averiguando lo que estaba pasando en ese instante. Fue un gran alivio al haber escuchado su voz barítona.

Inhalé y exhalé sin que notaran que estaba tenso, así me facilitaba hacer un cambio de ánimo tan drástico.

- ¿Por qué tardaron tanto? Ya se nos está haciendo tarde – dije con expresión brusca. Maldición ¿por qué soy tan notorio?

- ¿Disculpa? Oye, Riz – ay no, lo eché a perder todo – deberías reclamarle a Pina, ha estado jugando en el lavabo.

- Jaja ¿qué? ¿acaso se habrá embriagado? – Preguntó Saiko cruzándose de brazos, lo cual indicaba que era una mala señal, eso suponía.

- ¡Caballeros, ni se atrevan a dejarme abandonado! ¿Creyeron que por ser tan grandes y grotescos puedo cuidarme solo?

No podía contener mi risa. Era la primera vez que lo veía en esa tónica. Habíamos bebido por más de dos horas y me preocupaba un poco que llegaran a preguntar por él. Debíamos desalojar el lugar, puesto que Saiko ya había acabado su turno y era hora de cerrar; aunque, no he podido borrar el rostro de ese muchacho cuando descubrió que era un asesino. ¿Qué estaría pasando por su mente? Me sorprendió la forma en cómo estudiaba los demás animales con una pequeña y simple conversación, supuse que habrá visto todo el melodrama que había hecho cuando los chicos intentaron reanimarme con sus palabras. Por su puesto, demasiado inteligente para escuchar nuestra conversación.

"Tengan linda noche, chicos. Fue un honor haberlos conocido. Hey, Riz. Tu corazón volverá a brillar siempre y cuando te libres de toda oscuridad." Esos fueron sus términos al salir de la taberna. Sentí un gran vértigo cuando vi la expresión de su rostro, parecía que quería brindarme ayuda. ¿Habrá pasado por algo similar? O tal vez sea un gran consejero. Todo esto se veía extraño, debía encajar todas las piezas sueltas y mi curiosidad lo llevaría a hacerlo.

Si Kano y Saiko se conocían desde un principio, a lo mejor el oso polar debió haberle confesado que tenía un amigo muy cercano que comió carne de herbívoro. ¡Claro! Sus intenciones no eran malas, de repente supuso que el guepardo podía mantener una sólida conversación conmigo para que llagásemos a dicho tema. Posteriormente soy yo el que debe recurrir a él para seguir indagando a cerca de su objetivo