Reacciones, Types, One shots, Drabbles, etc.
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No se busca sexual...
Género: Angust, Fluff. Etiqueta: Red; Pink. Tipo: One Shot Protagonista: Bangchan. Advertencias: Suicidio, trauma, ansiedad, depresión. Aclaraciones: Hasta la mitad está ambientada en un mundo diferente, en la edad media. Al principio existen tres reinos: Robinwille, Terrera y Minalla, después de la mitad, se desarrolla en Corea del Sur. La historia es de reencarnación. Está ambientando en los Webtoons: En esta vida soy la reina, Resurrección, Anillo Roto: Este matrimonio está destinado a fracasar. *SE ABORDA TEMAS SENSIBLES, FAVOR DE MANTENER LA DISCRECIÓN.*
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Las vueltas de la vida son impresionantes e impredecibles, tanto, que a veces la misma vida y sus cambios abren viejas heridas y las hace sangrar mucho más, pero así cómo las abrió, te da la fuerza de cocerlas y cerrarlas tú solita.
En mi primera vida, fui la hija de un rey poderoso y sabio, era tan querido por su pueblo que en su muerte se le veneró cómo un dios, probablemente porque fue bendecido con poder divino y creaba milagros, y en su muerte no fue diferente pues parecía que con sólo nombrarlo parte de su calidez te envolvía y te cuidaba.
Gracias a la generosidad de mi padre fue que mi destino se enlazó al de mi marido...
<<Ah, aún no lo es.>>
La primera vez que lo vi fue imposible no enamorarme de él, era tan atento y cuidadoso todo un caballero, posiblemente porque era el príncipe de Terrera, por lo tanto, fue criado y educado con la nobleza que un soberano debería tener, quizá por ello me fue imposible no enamorarme de él a pesar de que en esa época también fui educada con la misma noble elegancia que él.
Nuestro matrimonio fue a la edad de 16 años, él, me parece, tenía 17 años; la verdad han pasado muchos años desde que viví mi primer vida, así que muchos de los recuerdos que tengo son borrosos y la mayoría ya están en el olvido. No obstante, aún recuerdo perfectamente nuestra primera noche.
La forma en la que me sostuvo en su brazos y cómo me acariciaba, la delicadeza con la que tomaba mi cuerpo, cómo quería solamente que me estrechara más fuerte y lo complacida que me sentía cuándo así lo hizo.
Recuerdo también que quedé embarazada de nuestro primer hijo muy rápido, ni siquiera había pasado un año de nuestra boda y yo ya estaba en cinta.
Sabía que él también me amaba desde la primera vez que nos vimos, lo supe, pudo ser mi primera vida, pero no era tonta. Con el tiempo lo conocí mejor y memoricé todas sus caras y expresiones, y las que me daba eran de amor puro.
Cuándo nuestro hijo cumplió cinco años, una guerra se desató en el país, los nobles de Terrera querían recuperar ese territorio, querían que Robinwille y Terrera fueran dos países distintos, me querían lejos y no querían a mi hijo.
