Capítulo 27

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PRONTO NOS VEREMOS OTRA VEZ

— ¿De verdad estará bien?

— ¿Por qué? — se detuvo un momento a mirarla. — ¿Sucede algo? ¿Te sientes mal?

La castaña de cabellos largos atados en una gran trenza negó lentamente, apretó sus manos contra su pecho. Su mirada dejaba las puertas abiertas para que vieran esa angustia y preocupación.

— Entonces... ¿Es por dejarla sola? — Asintió dándole la razón. — Mmm... Sinceramente, creo que es mejor darle la duda de todos modos. Ya viste que están cómodos con ellos mismos ¿No? — Se acercó a abrazarla por los hombros. — Akiko, sé que la llevará a salvo con nosotros.

— Ya llegó el carruaje. — Se acercó el castaño menor. — ¿Tiene todo?

— Sí.

Se separó de ella para acercarse a las maletas y ayudar a Natsu a acomodarlas dentro del carruaje que les había conseguido Yuuki, quien les había concedido la misión. A pesar de la hora, no era extraño que partieran en la noche, lo que sí, era que dejaran a uno atrás. Se les uniría, pero después.

Akiko suspiró viendo el cielo nocturno. — Solo está vez.

Se enderezó de pie, extendió sus palmas directo en su pecho del lado de su corazón, una luz incolora salió de estás expandiéndose en todo su ser, desde su pecho hasta los pies y cabeza.

El seguir tu camino, oscuro o iluminado, aquí solo con destino, con un solo significado. Empezó a recitar. Magia de protección.

Dejó de recitar para quitar sus palmas y sonreír a pesar de la preocupación. — Entonces vámonos. — Subió primero a la carroza.

— ¿Estás segura que va a venir? — Preguntó por décima vez al cabo de media hora

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— ¿Estás segura que va a venir? — Preguntó por décima vez al cabo de media hora. — A mí se me hace que te dejo plantada.

La azabache suspiró mientras negaba lentamente. — Bueno, ella no me dijo cuándo nos íbamos a ver, pero talvez pueda verla hoy. — Le extrañaba un poco la actitud del arlequín, parecía desesperado por irse. — Laplace. — Llamó cuidadosamente, obteniendo su mirada directa. — Si tienes asuntos pendientes, puedes ir. No tienes que quedar...

— No tengo. — Contestó inmediatamente.

Al responder de esa manera, el ambiente pareció estar cargándose de manera incomoda. Ambos se quedaron mudos sin saber que más decir, la mirada de Laplace veía de manera rápida el rostro contrario, analizándolo mientras la de la chica estaba confusa.

— Bien. — Murmuró sin saber que podría cortar el ambiente, mirando al lado contrario de él.

Unos cuantos segundos bastaron para que el enmascarado chaqueara la lengua llamando la atención de la Sato, lo que no esperó fue que, en un solo parpadeo, Laplace ya se encontraba frente a ella, arrodillado para quedar casi a la misma altura pues era mucho más alto que ella. _____ miró rápidamente al frente, a verlo, su mirada había cambiado a una triste a pesar de que su máscara decía lo contrario.

Única Para Mí [Rimuru Tempest x Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora