Capitulo 8: Punto de Inflexion. La Explosion de un Hombre

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Skywalker fue muchas cosas. Caballero Jedi y General del Gran Ejército de la República fueron varios de sus títulos oficiales. 

Por el otro lado.. el es un esposo, un hermano y hasta hace poco un mentor, se atreve incluso a decir una figura paterna. 

En los lugares que habia combatido lo habían llamado valiente, imprudente, mortal con un sable de luz asi como el mejor piloto de cazas estelares de la galaxia. 

Por el otro el mismo sabia que el era un antiguo esclavo, un huérfano, y probablemente debería haber visitado a un sanador mental si alguna vez hubiera estado más de una hora fuera del frente. 

Pero.. sobre toda las cosas... el estaba cansado. Cansado de librar una guerra sin fin. Cansado de tener que mantener su matrimonio en secreto, incluso de su mejor amigo. Cansado de ser tratado como inferior por aquellos que estaban por encima de él cuando supuestamente era libre.

Y lo mas importante.. es que..el... estaba cansado de perder a las personas que ama. 

Y solo quizas... quizas por eso, cuando las palabras de Obi-Wan llegaron a su oído, todo lo que pudo sentir fue ira. 

No la ira reprimida normal que sentía al tener que interactuar con ciertos miembros del Consejo durante largos períodos de tiempo, ni la rabia casi ardiente y hirviendo que había sentido momentos antes. 

No, se trataba de una ira cruda, fría y primaria, mucho más fuerte de lo que jamás había sentido antes. 

En su corazón, el dragón que en circunstancias normales se mantenía bajo llave rugió a la vida, sacudiendo la Fuerza misma con su grito gutural. El cuerpo de Anakin continuó imitando las estatuas que se alineaban en la entrada del Templo, pero su subconsciente corría a velocidades que rivalizaban con la cápsula que había usado para ganar su libertad.

Por primera vez en muchos años, Anakin Skywalker comenzó a arrepentirse de muchas de sus decisiones en la vida. No con respecto a aquellos que consideraba familia, nunca se arrepentiría de haberse enamorado de Padmé, ni elegiría rechazar a Ahsoka en las calles de Christophsis si de alguna manera se encontrara arrojado al pasado. 

Lo que más lamentó en ese momento fue haberse permitido quedar atado a la Orden Jedi y el lo sabia. Lo lamentaba con bastante pesar.

Le había prometido a su madre hace tantos años mientras se despedía de ella con un abrazo, temiendo válidamente no volver a verla nunca más, que regresaría un día una vez que se hubiera convertido en Jedi y la liberaría junto con todos los demás atrapados en la esclavitud en esa bola de polvo con arcadas. 

Él había prometido luchar por las personas de la Galaxia que no podían, y ella sonrió y le deseó lo mejor. Había entregado la última década y cambio de su vida a la Orden, ¿y para qué? Había pasado diez años diciéndole que no era lo suficientemente bueno, que no pertenecía, que siempre estaría rezagado. Diez años de penurias para demostrar que era digno de su lugar como Jedi, que merecía su estatus. Y luego vino la guerra. Había perdido a su madre, su oportunidad de conocer lo que ahora quedaba de su familia en la forma de Lars, y luego su brazo derecho.

Durante tres años había liderado un ejército de esclavos, el mayor de los cuales rondaba los dieciséis, invadido más planetas de los que podía contar, matado a miles, si no millones, de seres inteligentes, ¿y para qué? 

Por cada planeta que tomaron, otro cayó, simplemente otra pérdida de vidas. 

¿Cuántos clones habían muerto en esta guerra? ¿Cuántos más morirían antes de que terminara, si es que terminara? ¿Cuántos niños más como Ahsoka no verían al día siguiente porque a la guerra que libró no le importaba lo pequeños que fueran? 

Star Wars: The Consequences of the Death of an Innocent.Where stories live. Discover now