Capítulos 1

2.5K 220 14
                                    

Justo como todos los días, Cellbit entraba a su café preferido. Era un cliente habitual, ya que le quedaba cerca de su universidad y un buen café siempre lo animaba. Regularmente venía solo pero hoy sus amigos quisieron acompañarlo.

Todos estaban entrando al café, estaban en periodo de examen y Cellbit les ofreció ir a relajarse a una cafetería cerca de la universidad.

- Este lugar se ve muy bonito - Decía un rubio muy animado.

- Traten de hacer silencio - Cellbit hizo callar a sus amigos que venían  jugando entre ellos. No quería tener que volver a venir y recibir quejas de los empleados.

- Perdón, tú sabes como somos - Un moreno abrazo a su amigo para apaciguar la situación.

Cellbit tomó aire, exhalo y les dedicó una sonrisa a sus amigos. Ellos tomaron asiento en una mesa cerca de la ventana mientras cellbit se dirigía a la caja para pedir los cafés.

Sabía que sus amigos no salian tomar café tan a menudo, el mayor conocía los gustos de sus amigos. Le pediría a Forever un capuchino de vainilla, a Felps un café no tan cargado y a Mike y Pac un café con leche.

Se acercó a la caja y se percató que no era el mismo chico que lo atendía frecuentemente, este era diferente. Era un poco más bajo que Cellbit, tenía ojos marrones y su pelo era un poco más oscuro que sus ojos. Ocupaba el delantal de la cafetería y abajo de este tenía un poleron rojo, en su pelo tenía una banda azul.

La voz del menor lo sacó de sus pensamientos. De fondo podía escuchar las risas de sus amigos.

- ¿Hola, que va a ordenar? - Pregunto el moreno amistosamente.

- Hola, perdón - dijo avergonzado Cellbit - M-me gustaría pedir: dos cafés con leche, un capuchino de vainilla y un café no muy cargado.

- ¿Algo más? -

- ¡Si! Perdón, se me olvidaba. Un café bien cargado por favor - De los nervios Cellbit casi olvida pedir su café. El castaño no sabía porqué se encontraba tan nervioso.

- A la orden - Le regaló una gran sonrisa a Cellbit y se retiró a la cocina.

Cellbit se quedó con el dinero en mano. Pensó que tal vez después le cobrarán. Guardó su billetera y se acercó a donde permanecían sus amigos sentados, esperando por él.

Permaneció en silencio mientras sus amigos hablaban hasta por los codos. Se sentía diferente, algo estaba floreciendo dentro de él y no le estaba agradando la sensación. Forever percató que su compañero estaba muy callado, más de lo costumbre

Cellbit casi siempre permanecía callado en las conversaciones pero prestaba atención en todas y se reía y aportaba con pequeñas frases o palabras. No obstante, ahora su mente estaba concentrada en un moren

- O que aconteceu - Sus pensamientos fueron interrumpidos por el rubio.

- Nada - dijo, sin dirigirles la vista.

sus amigos se miraron entre sí. Felps iba a comenzar a hablar pero alguien lo interrumpió.

- ¡Hola! Acá están sus pedidos - Cellbit al oír esa voz familiar levantó la vista. Su rostro se iluminó y le dedicó una cálida sonrisa.

- Muchas gracias, eh... - Se quedó un momento en silencio, no le había preguntado su nombre.

El moreno cayó en cuenta de que quería mencionar su nombre.

- Roier, me llamo Roier y es todo un placer atenderlos. Si algo no está bien con su orden háganmelo saber, es mi primer día así que recién me estoy acostumbrando - Dejo los cafés encima de la mesa y se retiró.

Ahora sus amigos sabían el comportamiento raro que tenía Cellbit. Forever río a carcajadas mientras todos lo miraban confundidos.

- ¡Estás enamorado! - decía mientras se reía aún más fuerte.

- ¡No estoy Apaixonado! - Cellbit estaba rojo como tomate por el comentario de su amigo. Gracias a dios Roier ya estaba lejos de ellos, se hubiera muerto de vergüenza si el moreno hubiera escuchado.

Forever solo rei mas al ver la reacción de su amigo.

- ¡Cale a boca filho da puta! - dijo un alterado Cellbit.

Roier al revisar la situación se acercó amablemente para decirles que traten de hablar un poco más bajo para no molestar a los demás clientes. Apenas Cellbit se disculpó por debajo de la mesa pateó el pie de forever, este se quejo pero también se disculpó.

Los minutos pasaron en burlas hacia Cellbit, este los insultaba y se reía. Las conversaciones fueron amenas.

Después de un rato acordaron pagar por partes, Cellbit gustosamente fue a la caja para cancelar el pago.

- Hola - dijo Cellbit.

- Hola, ¿ya se van? - Roier preparaba su boleta.

- Si. Oye enserio perdon por lo ocurrido en la
mesa - Cellbit tenía un leve sonrojo.

- No te preocupes. No pasa nada, solo lo decía por si los clientes se sentían incómodos. En verdad se me hizo muy bonita como se divertían -

Roier le dio la boleta a Cellbit y este le entregó el dinero. Antes de irse Roier le hizo una pregunta a Cellbit.

- ¿Te puedo preguntar algo? -

- Claro, ¿qué pasa? -

En ese momento en la mente de Cellbit pasaron mil ideas, todas las posibles preguntas que podría hacer Roier. ¿Me podrías dar tu numero? ¿Podríamos ir a tomar café juntos?.

- ¿Eres de Brasil, cierto? Tiene un acento muy peculiar - Terminó de decir Roier.

Estaba un poco decepcionada por la pregunta. Pero no era culpa de Roier, él solo se había ilusionado con preguntas que nunca serán mencionadas.

- Si, con mi grupo de amigos somos de Brasil - Sonrió el castaño.

Roier le sonrió con más alegría y entusiasmo, como si saber que era de Brasil hubiese alguna diferencia.

Tal vez por un momento en la mirada de Cellbit había esperanza, pero. ¿Esperanza de que?


Hola, es algo corto, pero es solo para introducir un poco.

Un cafe, por favor #guapoduo  Where stories live. Discover now