Con su bolso en mano, la tarde tenía tonos rosados y naranjas, el sol comenzaba a olcultarse entre las montañas y poco a poco hacia más frío.
Caminando entre piedras, sus tacones comenzaban a tallar, pero si había podido soportar la caminata de ida, podía soportar esta y aunque se sentía cansada no se detuvo.
Derrepente, vio como un burro corría hacia ella, rápidamente está corrió a una esquina del camino, torciendoce el tobillo cayó en una pila de hojas.
-¡Mia! -regaño- ¡Mira lo que has hecho! -sono frustrado.
Olivia solto unos pequeños quejidos. Su espalda, cabeza y pie le dolían.
-Ohh, no, no, no -se escucho como alguien se acercaba. Olivia sobo su cabeza y trago saliva, parpadeo varias veces y luego apareció un chico- ¡parece ser una persona con mucho dinero! Por favor discúlpeme -le ofreció la mano a Olivia, la cual recibió estando un poco desubicada.
-¿Que acaba de suceder? -pregunto Olivia para luego levantarse, pero fallo al sentir una pequeña pero doloroza punzada en su pie derecho.
-¿Esta bien? -pregunto y Olivia aparto la mano del chico.
-Puedo sola. -respondio esta, sosteniéndose en un árbol y así logrando levantarse. Su tacón se había roto y cuando apoyaba un poco el pie le dolia mucho.
-Mi abuela sabe de medicina, no queda muy lejos de aquí, podría atender su pie.
Olivia miro al chico con desagrado y vio como cada vez anochecía más.
-Necesito ir a mi casa. -miró al burro- ¿Se puede montar? -el chico nego inmediatamente.
La chica renego y llamó al burro hacia ella.
-¿Se va a llevar a mi burro? -dijo el chico algo preocupado- es lo único que tengo además de mi abuela...
-Claro que no -la burra se acerco. Olivia cojeando, se acercó a la nariz de esta y se dejó oler la mano, cuando Mia la acepto dio dos pequeños saltos hasta estar encima de ella. El chico en todo momento le estuvo advirtiendo de no hacerlo, pero no le hizo caso hasta que la burra salio volando en una dirección que ella desconocía. Asustada se aferro al burro hasta más no poder, mientras el chico gritaba detrás detrás ella.
-¿Eh? -dijo Olivia pensado que todo había terminado. La burra paro enfrente de la casa de la señora Ever. Salto la pequeña puerta y luego se sentó en el pasto. Olivia nunca dejó de gritar hasta que está paro, se sentía mareada.
-¿Por que tanto ruido, eh? -la señora Ever se asomo por una pequeña ventana que daba a la cocina.
Minutos después el chico llegó jadeando.
-¡¿Mia?! -grito asustado al no ver a la chica.
-August -llamo la atención del chico su abuela- ¿Que significa todo esto? -decia asombrada pero a la vez como si fuera un chiste- La chica esta paralizada o brava, no se ¿Que le hiciste?
