SIETE: El premio

195 36 9
                                    

Canción del capítulo:  A Las 3 por Paty Cantú, Leon Leiden

Canción del capítulo:  A Las 3 por Paty Cantú, Leon Leiden

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ha pasado casi una semana desde que empezamos todo esto. Aún no tengo definido lo que esto es. Normalmente la incertidumbre no me dejaría vivir, pero por primera vez en mi vida, solo lo estoy dejando ser.

Hugo es muy divertido, me gusta hablar con él y la pasamos bien juntos.

Si lo pienso bien, no sé quién está ayudando a quién, pero la verdad no lo quiero pensar mucho. Cuando pienso mucho desisto, o el miedo normalmente me vence. En estos días no hemos dejado de hablar o chatear, y creo que cada vez lo conozco un poquito más.

Me estoy arreglando para el cumpleaños de Paloma. Ha organizado su festejo en un bar, y la verdad estoy un poco nerviosa, porque Hugo viene por mí, porque va a conocer a mis papás, y porque esto hoy va a ser más real que ayer.

Mi cuarto es un desastre. No sabía qué ponerme, así que saqué todo lo que se me ocurrió y me lo probé casi todo. Y sigo sin estar segura si el vestido negro que elegí está bien. Es un vestido que me puse en los quince años de mi prima hace un año, y no lo he vuelto a usar. Es corto para mis estándares. Me llega arriba de la rodilla, y es algo pegado. Tiene tirantes gruesos y un escote en forma de V pronunciado. O sea, algo que nunca me pondría, pero mi madre me insistió que me quedaba perfecto, y cuando lo traigo puesto me siento mucho más segura, como si fuera otra chica la que lo usa.

Estoy terminando de pintarme una línea negra sobre el párpado cuando mi teléfono suena de nuevo. Sonrío. Creo saber quién es.

Hugo: Ayuda!! Qué le gusta a Paloma?

Yo: Le gustan los girasoles.

Hugo: Ok, ok, gracias!! Estoy por allá en unos minutos.

Siento una voltereta en mi estómago. Ay Dios.

Yo: Ok!!

Dejo mi teléfono, desentierro mi saco del montón de ropa sobre mi cama y salgo de mi cuarto. Escucho la televisión en la sala y me dirijo hacia allá.

Mis padres están viendo una película, pero mi madre levanta la mirada cuando entro en la habitación, y le pega a papá un codazo para que le ponga pausa. Se levanta del sillón con una sonrisa en los labios.

—Sofía, ¡te ves hermosa!

—Gracias, mamá.

Papá se levanta también y se me queda mirando con una mueca en la cara.

—¿No está muy corto ese vestido?, parece que está haciendo mucho aire allá afuera.

—Ricardo, ¡basta! —le reprocha mi mamá—. Tu hija se ve guapísima, ¿no le puedes decir algo así?

Mi papá aprieta los labios.

—Sí, sí te ves muy bien. ¿Viene ese chico nuevo por ti?

—Se llama Hugo, papá. Y no es un chico nuevo, estamos saliendo —digo, abrazándome.

Convenio sin acuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora