Capítulo 26

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-iré lento-comentó aún cuando se moría de ganas de hacer lo contrario.

Esperé unos segundos hasta sentirme seguro y empecé a mover mis caderas, para demostrar que podía continuar.

Shiro empezó a moverse más rápido de arriba hacia abajo penetrandome y podía sentirlo en mi abdomen.

-Eres hermoso-comentó Shiro aumentando la velocidad y ante eso Kai enredó sus piernas al contrario y se agarró de sus hombros, arañando ante los movimientos brutos.

"Dios, nunca había sentido esto"

-Umh-Gemí y estaba seguro de que mis gemidos se escuchaban por toda la habitación, mire a Shiro y me acerque a besarlo.

-Tu interior es tan acogedor, voy a estar esperando a que se amolde a mi pene-comentó al separarse del beso.

Mis pensamientos estaban bloqueados solo podía sentir como penetra mi estómago y mis gemidos salían sin pudor, arañando la ancha espalda de mi alfa.

Si, mi alfa.

-estoy por venirme amor-comentó y ante eso el contrario asintió no podía hacer nada más ante el placer.

Podía escuchar los gruñidos de Shiro y mi Omega saltaba de alegría, ante lo que provocamos en nuestro alfa, los sonidos de nuestros cuerpos al unirse, que se aceleraban ante la llegada del éxtasis de placer.

Yo me vine en mi pecho y Shiro en mi interior, se quedó un rato abrazándome pero luego salió de mí, tirando el condón en el tacho.

-Te amo-comentó juntando nuestras cabezas.

-Te amo-susurré mientras mis ojos se cerraban por el cansancio.

×××

Abrí mis ojos, viendo a Shiro enfrente mío, peine su cabello y dejé besos en su cara.

-Buenas noches-susurró abriendo los ojos.

-Buenas noches-comenté alejándome, necesitaba ir al baño, pero cuando me intenté parar, terminé en el piso.

La puta madre como me dolían las caderas, no se si lo que hicimos fue un castigó o una bendición, pero bendición de disfrute, no de un bebé pateando mi panza.

No, no deseaba que lo que sea que me escuchara pensará que quería un mini yo o Shiro, no es que no los quisiera pero no ahora.

Y como dicen evita decir algo, que después puede terminar siendo así.

El protagonista está obsesionado conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora