1. Un hogar de jengibre

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Ya habían pasado un par de días de la casi extinción de su mundo y la destrucción de su ciudad, en donde la mayoría perdió sus hogares, en donde uno de los afectado también fue Gary, pero por suerte su novio le ofreció vivir en su camioneta, por un tiempo.

--Supongo que dormir en una camioneta no es muy cómodo. --dijo Marshall algo apenado, lo que menos quería era incomodar a su enamorado.

--Sí, pero no importa, ¿Sabes? Así podemos pasar más tiempo juntos. --dijo tomando la mano de Marshall para tranquilizarlo-- La verdad es que no me importaría dormir en la calle si estamos juntos. --

--¿Ni, aunque estuviera lloviendo? --dijo con una sonrisa.

--No. --

--¿Ni, aunque estuviera nevando? --

--No. --dijo acompañado de una risa-- Mientras este contigo no importa. --

Con una sonrisa empezó a llenar de besos la cara de Gary, provocándole risas a este. Ambos cayeron en la cama, si es que se le podía llamar así a las mantas donde dormían, entre risas.

--Te amo demasiado, mi lindo Gary. --beso sus manos-- Deberíamos vivir juntos cuando reconstruyan los departamentos. Así pagamos la renta juntos... En especial sabiendo que mi madre subirá los precios ahora. --dijo mezquinamente lo último.

A Gary se le enterneció el corazón al ver a su dulce guitarrista planeando una vida juntos. No esperaba que él fuera ese tipo de persona, pero eso también amaba de él.

Antes de poder responderle algo, un golpeteo en la ventana de la camioneta los asustó, sacándolos de su atmosfera romántica.

--¿Qué pasa, Fionna? --dijo saliendo de la camioneta.

--¿Cómo que "Qué pasa"? Ya es hora de ir a trabajar en los departamentos. --

--Si no trabajan, no tendrán un departamento. --dijo Cake.

--Eso es chantaje. --dijo Gary.

--Nah Nah, eso es la pura realidad. --

--Ese es el precio de salvar al mundo. --

Dijeron ambas chicas sonrieron, estaban orgullosas y felices de cada cosa común que hacían, después de todo un viaje en el multiverso con diferentes mundos mágicos era relajante para ellas construir con edificio.

Ambas chicas siguieron conversando mientras caminaban, siendo seguida por ambos tortolos que iban de la mano.

Ambas chicas siguieron conversando mientras caminaban, siendo seguida por ambos tortolos que iban de la mano

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--¿Qué haces tan tarde en la panadería? Creí que estabas en la carpa con Fi. --

--Lo siento, se me pasó el tiempo. --

Dijo mientras dejaba los utensilios de cocina y se desataba el delantal.

--¿Más personitas de galleta? ¿O nuevos personajes? --

Nuestro Mágico Amor (GumLee)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora