02 - aromas (cuti)

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Sahumerio #1

Frutilla / Rosado

Color Frutilla

Apenas entró a la habitación que compartía con el otro central, fue directo a su cama, tirándose en esta sin importarle en lo más mínimo que aún no se hubiera bañado. Estaba cansado y triste, quería llorar y dormirse para no despertarse más. Se sentía culpable por ese partido, sabía que podría haber jugado mucho mejor y no habrían perdido.

Le extrañó un poco que Lisandro no estuviera ahí, porque recordaba haberlo visto salir de los vestuarios antes que el resto y ni siquiera volvió con ellos al hotel en el colectivo.

No sabía a dónde había ido o qué estaba haciendo. Tal vez haya ido con su familia, pensó y no tardó en sentirse mal por querer que estuviera ahí con él, abrazándolo y diciéndole cosas lindas como siempre hacía. Pero tampoco era como que pudiera hacer algo al respecto, Lisandro era un adulto y él también, tenía que encontrar sus propios métodos de consuelo.

Se levantó, sentándose en la cama con la idea de ir al balcón a fumar para desestresarse. Un aroma diferente, que no supo identificar bien—tal vez era frutilla o algo parecido—, llegó a sus fosas nasales y miró a su alrededor, topándose con un sahumerio de color rosado encendido sobre la mesita de noche, parado sobre una base de cerámica circular para que no se cayera, aunque casi estaba consumido completamente. Al lado de este, había una hoja blanca doblada en dos.

Tomó el papel y casi al instante pudo identificar la letra de su compañero de cuarto.

Me fui a comprar algunas cosas, por mientras te dejo este sahumerio para que te relajes y vuelvas a tener seguridad en vos mismo.

Cristian no pudo evitar sonreír suavemente por las ocurrencias que tenía Lisandro. Seguramente cuando llegara le iba a dar una lección oral del significado de los sahumerios y por qué tenía que siempre usarlos, mientras él se reía internamente—y no tan internamente, porque seguro se le escapaba una carcajada en su cara— de las creencias del mayor.

Él no era particularmente una persona creyente, simplemente creía que había algo "superior" a ellos que nadie podía explicar, pero no era seguidor de ninguna religión en sí. Tampoco creía en cosas espirituales. Pero no es como si pudiera oponerse al teñido hablándole de eso cada tanto, además de que le gustaba cómo se ponía cada vez que hablaba con emoción de esos temas.

Si se tenía que fumar una charla de una hora sobre qué era mejor usar para "eliminar las malas energías", lo haría sin problema porque la voz de Lisandro lo relajaba, aunque no entendiera la mitad de lo que decía.

Se acostó boca arriba en la cama, mirando al techo y decidiendo agarrar su celular de su bolsillo para entrar a google y buscar qué significaba un sahumerio de color rosado.

Permite sanar heridas, brinda estabilidad y energía.

Sonrió después de leer eso, sintiendo una sensación cálida invadiendo su pecho por lo tierno que era Lisandro con esas cosas y lo mucho que le gustaba.

Tal vez no solía decirle "me gustas", "te quiero" o incluso "te amo" con regularidad, pero Cristian sabía que el central expresaba sus sentimientos de esa manera. No lo había visto ser así con nadie más, capaz porque Lisandro se sentía cómodo con él y sabía que no lo iba a juzgar de mala forma. No sabía si le había dedicado esas palabras a alguien más, pero que no lo hiciera con él indicaba que había algo diferente entre ellos.

Muchas veces le surgía la necesidad de tocar el cuerpo del mayor, de acariciar su cintura, de contar los mechones de su cabello teñido. Muchas veces quería besarlo, su cuello, sus labios, sus mejillas o su frente. Daba un poco igual en qué lugar, solo quería hacerlo y mostrarle así que sus sentimientos no dichos también eran correspondidos.

Cortes de Carne [Licha Center]Where stories live. Discover now