Mi sexy padrastro |𝐉𝐤 + [Completa]

Epílogo

Años después

Jungkook;

Me acerqué más al espejo y bufé al ver mi primera cana. Pasé mi lengua por el interior de mi mejilla y luego suspiré.

Ya me estaba volviendo más viejo con el pasar de los años.

— ¿Qué haces? — Su hermosa voz hizo que mirará la entrada del baño.

Allí estaba ella, Jeon Nara, más hermosa y resplandeciente que nunca. La mujer de mi vida, mi esposa y la madre de mis dos hijos.

— Tengo una cana — Señalé mi cabello corto y ella ríe al escucharme — No te rías, ¿Sabes lo que eso significa? — Me apoyé en el mármol del baño.

— ¿Qué significa? — Se puso en frente de mi.

— Que me estoy volviendo viejo — Murmuré

— Claro que no, esa cana significa que estás más guapo que nunca — Fue lo que dijo ella y yo bufé haciéndola reír.

— ¿En donde están mis hijos?.

— La niñera los llevó al parque antes de que mi madre y mi hermano vengan a almorzar.

Nara los había invitado a una cena familiar, aunque me imaginaba que ese chiquillo traería a su novia. El hermano de Nara se parecía mucho a Yoongi, era una copia igualita. Yo también tenía una mini copia, mi hijo de diez años era el mayor y luego le seguía mi hija de siete años.

Mi pequeña princesa se parecía muchísimo a Nara, tenían sus mismos ojos, cabello, sonrisa, nariz y lo único que sacó de mí fue aquel lunar bajó el labio inferior. Por otro lado estaba mi hijo, mi copia, el mismo color de ojos, nariz, labios, sonrisa, se parecía en todo a mi.

— ¿En serio? — Ella asintió.

Agarré su mano y la acerqué a mi cuerpo. Ella levantó la mirada y sonrió poniendo las manos en mi pecho.

— Dime qué me hiciste para que yo esté tan perdidamente enamorado de ti — Susurré acariciando su mejilla.

Nara sonrió en grande al escucharme.

— Te hice dos amarres para que siempre te quedes conmigo.

— ¿Y cuál es ese amarré? — Le seguí la corriente.

— Nuestros dos hijos — Fue lo que dijo haciendo que ría — Así que no puedes pensar en dejarme, tenemos que ver crecer a nuestros hijos y en un futuro a nuestros nietos.

— Nunca he pensado en dejarte, estaría demente si llegase a pensar en eso — Nara ríe — ¿Me harás más amarres?.

— Si, creo que mis dos hijos necesitan un hermanito, ¿No crees?.

Y dejé a un lado aquel juego al escucharla.

— ¿Realmente te gustaría?.

— Talvés — Murmuró encogiéndose de hombros.

La miré algo sorprendido y ella sonríe al verme. Nara se puso de puntitas y besó mis labios, la rodeé por su espalda baja y la acerqué todo lo que pude. Disgusté de sus labios porque me encantaba su sabor.

— Creo que ya estoy muy viejo para ponerme a criar de nuevo — Susurré a centímetros de sus labios.

— No estás viejo, aún nos queda mucho tiempo juntos — La miré con cariño y acaricié su mejilla izquierda.

— ¿Por qué me estás diciendo esto? ¿Acaso estás embarazada?.

Aún recuerdo la primera vez cuando ella me dijo que estaba embarazada de nuestro primer hijo, ese día había sido el hombre más feliz de la tierra, había gritado y llorado de la felicidad por aquella bendición que Nara me dió.