CAPITULO 2

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Olivia.

-Te dije que los nuevos vinilos no iban allí, Knox.

-Vamos, Liv. Tiene más sentido que Adele esté junto a Beyonce que al lado de The National.

-No es por artista, es por melodía -le recuerdo a mi compañero de trabajo y, lamentablemente, mejor amigo -. No puedes hacer lo quiera con los vinilos, no te pagarán después.

-¿Te preocupas por mi pago, Liv? -se lleva su mano a su pecho, fingiendo dramatismo -. ¿Te preocupas por mi, Liv?

-Me preocupo que me culpen a mi también por tu desastres.

Knox solo rueda los ojos antes de agarrar los vinilos de Adele y ponerlos en el estante donde están los de The National.

Hemos trabajado en esta tienda de música juntos desde hace ya un año, somos los únicos trabajadores porque no llega mucha gente aquí, se necesita de una persona que atienda a los clientes y a otro que administre la caja. Knox y yo rotamos nuestros roles de vez en cuando. Aunque no lleguen muchos clientes, la paga es buena.

Y eso es todo lo que necesito en estos momentos.

-Entonces... no terminaste de contarme sobre el extraño de anoche -me recuerda Knox mientras saca los vinilos de Taylor Swift -. No puedo creer que hayas dejado que un extraño escuchara tu composición antes de que yo.

-No tuve muchas opciones -le digo enumerando los vinilos que llegaron -. Ni me di cuenta de que estaba aquí, y no hubiera entrado si alguien hubiera cerrado la tienda bien.

-Me pregunto quién habrá sido.

-¡Knox!

-Bien, lo admito, fui yo.

-¿En serio? ¿Tu? ¿El único otro trabajador que me prometió cerrar la tienda ayer? ¡No te lo creo!

-Creí haberte dicho que el sarcasmo no te luce.

-Y yo creí haberte dicho que dejes a Taylor Swift en las novedades y no junto a Selena Gómez.

-Pero son las mejores amigas.

-¡Knox! -le advierto.

-Bien, bien.

Suspiro mientras arrojo en la basura la caja ya vacía.

-No fue nada del otro mundo, entre en pánico cuando lo vi y agarré lo primero que vi.

-La guitarra -aclara.

-Me dijo que se llamaba Julian y que, prácticamente, se había quedado fuera de su habitación de residencia.

-Pobre criatura.

-Y dijo que mi composición fue... magnífica.

-Definitivamente tiene gusto.

-Ni siquiera has escuchado la melodía.

-No, pero ya sé que será genial.

Knox me guiña el ojo antes de dejar los vinilos en su sitio.

-¡Al fin! -pone sus manos en el aire en señal de victoria -. Casi cuatro horas, pero ordenamos todo esto antes de abrir la tienda.

-De hecho lo ordenamos justo a tiempo para abrir la tienda.

-Detalles de más.

Ruedo los ojos antes de cambiar el letrero de cerrado a abierto. Cuando voy de camino a la caja, veo a Knox dejando algo en la pared.

-Knox, no otra vez.

-Si otra vez -dice -. Necesitas encontrar un compañero de apartamento, el mes pasado vi como casi lloras por no tener suficiente para pagar los servicios.

Dulce Melodía © [Sweet #2] ✔Where stories live. Discover now