Teen Wolf ~ One Shots

146. Peter Hale

Llegaste corriendo al lugar donde los chicos iban a hacer la misión, estaban buscando a un hombre lobo que estaba causando estragos, creían poder atraparlo porque sea quién sea les había dejado una nota con lugar y fecha para encontrarse con la manada.

Tu no debías estar ahí, le habías prometido a tu novio Peter que te quedarías en casa, sin embargo Lydia te había escrito comentando que tenía un mal presentimiento.

Llegaste al lugar, fuiste con cuidado, te habías escabullido, estabas en el segundo piso, en el antiguo banco de Beacon Hills, estabas escondida contra una pared, podías ver a todos los chicos juntos en el primer piso, no veías a Peter, pero quizás se estaba ocultando.

-¿De qué se trata todo esto?- Escuchas decir a Derek una vez que acomodas tú audición.

-¿Qué se supone que haces?- Dice Scott, todos los que se encontraban ahí miraban en una dirección algo atemorizados, le hablaban a alguien que desde tu posición no podías ver.

-¿Quién crees que escribió esa carta Derek?- Dice una voz que sonó demasiado familiar para ti.

-¿De qué hablas?- Pregunta Derek.

-Caíste en la trampa del gran lobo- Escuchas a Peter reír, aún no entendías que pasaba- Los reuní a todos aquí...

-Quiere matarnos- Susurra Lydia pero todos habían escuchado.

Esperabas que lo que ella decía no fuera verdad, te moviste para ver a Peter y ahí estaba, parado frente al grupo de los chicos.

-Ese es tu plan ¿acabar con nosotros?- Pregunta Derek.

-Siempre se ha tratado de poder, ¡Yo soy el alfa!- Grita Peter y muestra sus ojos azules.

No podías creer lo que acababas de escuchar pero entendías perfectamente lo que estaba pasando, Peter quizo engañar a la manada y te había distraído lo suficiente para que no te enteraras de nada.

De inmediato todos empezaron a Pelear contra Peter, sin embargo parecía que el podía dominarlos a todos, ya que la mayor parte de la manada estaba enfocada en proteger a aquellos que no eran supernaturales.

~Dos horas atrás~

-¿Puedo ir?- Le preguntas a Peter mientras estabas sentada en la cama de su habitación.

-Me lo haz preguntado mil veces y mi respuesta siempre vuelve a ser la misma.

-Bueno quizás después de mil veces ya te aburrirás de decir que no- Muestras una sonrisa.

-No, ya te dije que no, es peligroso- Dice Peter ajustándose el reloj frente al espejo a unos metros de ti.

-En realidad tengo una sorpresa para ti- Dice el.