Boschluz - Lazos robados

No es Eclipse lake

Dos años, habían pasado ya dos años desde que Luz regreso al mundo humano y tanto como como en la tierra como en las islas hirvientes, el mundo no se había detenido por mucho a esperar que ella hiciera su movimiento. La chica humana había tenido que seguir con su vida como todos los que la rodeaban mientras aun guardaba un pequeño respicio de esperanza de poder volver a las islas algún día.

Tener que volver a la rutina no había sido sencillo para Luz, lo mismo podía decirse de su madre Camila, la mujer había hecho cuanto pudo por reincorporar a su hija de vuelta a la sociedad, pero tras muchas platicas y suplicas por fin había logrado meter a su hija de vuelta a la escuela, aun con el pequeño retraso en su educación, Camila no había cedido ni mermado en esfuerzos por lograr esta pequeña meta y así el tiempo voló hasta llegar al día de hoy.

Luz miro a la distancia, suspirando al ver como el sol se ponía en el horizonte en la misma dirección donde se encontraba la vieja cabaña, ella estaba pensativa en como estarían todos sus amigos de las islas, sus constantes visitas a la vieja cabaña la llenaban de una sensación de nostalgia y deseo por volver a las islas hirvientes "¿Acaso ellos verán un atardecer como el?" se preguntaba ella de una forma que hacía a su mente olvidar por momentos que estaba en el mundo humano y no en las islas.

"Toc toc" Un par de golpecitos llamaron a su puerta y a través de una pequeña abertura su madre asomo la cabeza - Mi niña ¿Como te encuentras? - Camila le pregunto, pasando y tomando asiento a su lado - Aun sigues esperando a la llamada.

- Si mama - Suspiro Luz, mirando a su madre a los ojos - Ya han sido dos años desde entonces, pero no quiero perder aun la esperanza - afirmo ella, pese a que arrastraba las palabras al hablar. Luz no sabía cuánto tiempo tendría que pasar para volver a las islas, no sabía si aun la recordarían tras todo este tiempo, tal vez ya la habían olvidado y dejado de lado después de todo.

El semblante de la chica se oscureció por un momento, un pequeño cambio que su madre no tardo en percibir - Mi niña, sé que ha pasado ya algo de tiempo y que en parte has reconstruido tu vida aquí, pero . . .. - Camila suspiro, deteniéndose un momento para pensar - no deberías centrarte mucho en cuando pasara, tu vida en estos momentos es aquí en la tierra y puede que te estes perdiendo de mucho por pensar demasiado.

- Lo se mama, pero es que la extraño y . . . - Luz se cortó a media oración, notando un mechón de cabello castaño desde la ventana - ¡Perdón mama! necesito salir un momento, no tardare mucho, espero - ella exclamo, corriendo a la salida de la casa, viendo como a lo lejos alguien se alejaba a toda prisa rumbo al bosque.

- ¡Espera! no corras - Grito ella, empezando a correr detrás de él, pero esa persona acelero el paso al oírla. - Maldita sea, no puedo dejar que se escape - Luz murmuro, acelerando un poco su paso hasta llegar a la entrada del bosque.

Aquella persona entrada al bosque tras mucho correr, cansado por el sobreesfuerzo de tener que huir en mitad del verano mientras vestía toda su indumentaria -La próxima vez me vestiré como civil apenas llegue - el brujo musito, recargando un brazo en un árbol. A la distancia podía oírse la madera crujir bajo los pasos de la chica humana, cada vez se acercaba más y más a su posición.

- ¡Hey! solo quiero hablar, por favor no huyas - Luz lo llamaba con ahincó, esperando que esta persona pudiera ser su boleto de vuelta a las islas, perderlo ahora podría significar tener que esperar por una oportunidad que probablemente no llegaría de nuevo. Por las buenas o las malas ella obtendría el medio por el cual este brujo había llegado a la tierra y lo usaría para volver a las islas, ahora solo necesitaba esperar por cuál de las opciones el brujo misterioso tomaría.

- "No puedo dejar que me atrape, no después de todo este tiempo de haberla mantenido aquí, no puedo permitirme fallar ahora" - Susurraba en su cabeza el brujo, mientras observaba desde una rama en lo alto a la chica humana recorrer el bosque sin rumbo, con suerte ella se cansaría en algún momento y él podría regresar a las islas sin ningún problema.