2 • La hora del almuerzo

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El chico que me hablaba cuando volví en sí. Era de apellido "Birman",

lo leí en su camiseta.

Fue lo último que ví desde el suelo, antes que me levantará el guarda del parque.

El apuesto guarda me preguntó también _¿estás bien?_

Asentí e hice un gemido. _mmju_

Entonces, me ayudó a sentarme de nuevo en la banca de hormigón.

La mujer del vestido rojo, saco un pequeño espejo redondo, de la elegante bolsa que traída colgada.

Me ofreció mirarme con él.

Tome el espejo, y me observé.

Tenía un gran círculo  morado al rededor del ojo derecho. Me impresione y solté un espontáneo grito que supongo debió haber asustado a los que estaban alrededor.

Al darme cuenta de mi reaccion, me cubri la boca, y trate de no mostrarme en pánico.

No pude evitar pensar seguidamente en la reacción de mi madre.
Culparía a la tía Grey's, por no haberme ido a buscar.

La tía Grey's me odiaría por no haberla esperado hasta la 01:00 pm.

¿Que debía hacer?

Me asusté mucho al verme así. Entregue el espejo a la bonita mujer y me levanté de la banca de inmediato.

Escuché al guardia decir
_¡espera! ¿A dónde vas? Debes ponerte hielo en ese golpe_

No volteé a mirarlo.

Me fui de ahí a prisa. Estaba más  preocupada por lo que mi madre diría.

Me aleje de aquel grupo de gentes.

Escuché zapatazos detrás de mí y volteé a ver.

Era el chico que antes me había preguntado si estaba bien. Birman.

Aún había una distancia entre él y yo.

Él estaba a unos quince metros, y se estaba acercando aún más.

Yo, huí. No me deje alcanzar.
Estaba avergonzada. Tampoco entendí a qué venía él.

Corrí lo más rápido que pude.

Él no trato de alcanzarme
Se quedó parado dónde antes estaba yo.

Lo supe, porque cuando llegue a la esquina y miré atrás.

Lo ví, estaba allá, estático, casi como una estatua. Fue extraño.

Por suerte para mí, el semáforo estaba en verde para el paso peatonal, cruce caminado a prisa, y seguí calle abajo.

Retomé la ruta a casa. Cruce a la cera izquierda, en donde estaban todas las tiendas de multimedias, librerías, y algunas pequeñas tiendas de aparatos eléctricos.

Caminé cabeza a agachas toda esa manzana.

Por lo general esa parte de la ciudad es muy transcurrida, debido a la alta actividad comercial que hay allí.

Pero siendo la 01:15pm, estaba todo despejado. Solo habían Algunas personas.

Llegué a la carrera 23 y sentí que ahora llevaba la mitad de mi recorrido.

En autobús ó en el auto de la tía Grey's, solo nos tomaba llegar, de 11 a 15 minutos.

Hoy había gastado más de 30 minutos y un poco más.

Solo había logrado recorrer la mitad de todo el recorrido.

Aún faltaban 7 cuadras.

Usé el paso peatonal para volver a la cera derecha.

Lo hice porque la manzana de la carrera 23 a la carrera 24, era todavía menos transitada por gente de a pies.

En esa manzana, estaban ubicados muchos de las agencias privadas. Dedicadas a cosas como la ley o algo relacionado con la justicia.

Sigo pensando que esa manzana carece de color; ya que todo allí se ve tan gris y cuadriculado.

A diferencia de la cera de enfrente, por la cual ahora yo transitaba, dónde los locales dedicados a la venta de comida contaban con más Carisma y Color.

Una puerta de color marrón por ahí, un árbol por allá, un gran ventanal por allí, y ofertas de precios, en rojo y amarillo, por allá.
De alguna forma, me hacía sentir más segura.

A pesar de sentirme segura, no se  aliviaba mi dolor en el ojo.

Cuánto más avanzaba, más me dolía.

Ahora sí, me urgía llegar a casa y tomar por lo mínimo, dos pastillas para el dolor.

En mi caminata, planie que al llegar a casa, dormiría, hasta las 03:45pm, y organizaría el apartamento.

Lo haría entre las 04:00pm y las 5:30pm; antes que llegará mamá.

Levanté la mirada para divisar el final de la calle 15, y no logre verlo.

Al fondo todo se veía más pequeño, y una niebla parecía flotar en quel posible final de la calle.

Comencé a sentir mucha hambre, debido a los múltiples aromas provenientes  de los restaurantes de la zona.

En una de las esquinas de la carrera 26, había un McDonald's.
Consideré comprarme un combo de Papas fritas con pollo y un refresco. Solo me costaría 2.95 con centavos de dólar. Mi panza crujía y me lo exigía.

Todos los días, a la 01:19 pm. Por lo general. al menos 20 minutos antes de esa misma hora, ya había almorzado en casa.

¡Pero hoy! ¡Hoy!

La reflexiva caminata, que se había convertido ahora en trágica, me impedía saciar mi hambre, porque aún me faltaban 6 largas cuadras a casa. En dónde estaba preparado mi almuerzo.

El resto del camino era ahora, un trazo casi infinito.

Sin mencionar que también mi vejiga, por medio de punzaditas, intentaba advertirme, que pronto me notificaria con mayor intensidad, que debía pasar al baño.

Cuando decidí, no esperar más a la tía Grey's y Caminar y no llamar mamá. No imaginé en ningún momento, que la caminata a casa, sería la peor idea de todo octubre.

Aceleré el paso, cuando estuve frente al Mcdonald's. Ocho segundos después, estaba lejos de esa plaza amarilla.

La idea del hambre se hizo menos insistente cuando él olor a apollo frito se combinó con un olor a jabón.

El olor provenia de los lavaderos  de autos después de la carrera 24.

Era la primera vez que pasaba a pies por ahí. Había pasado muchas veces en el autobús de ida al centro de la ciudad. Pero caminar por ahora por ahí sería una odisea.

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LOFI Girl | (+13) [Historia Corta]Where stories live. Discover now