LOFI Girl | (+13) [Historia Corta]

3 • En un Getto

Diferencie el olor a canela y lavanda entre tantos otros olores a frutas.

Todo el sector estaba lleno de aquellos aromas suaves y hombres de piel oscura que no llevaban camisa, lavando autos al aire libre.

La mayoría de las paredes estaban llenas de dibujos coloridos y garabatos indescifrables.

También estaban dibujados rostros de personas enfadadas.

Y pensar, que aquel vecindario raro estaba justo, justo antes de llegar a dónde yo vivía.

No negare que me sentí extraña, más que extraña, me sentí como una extraña para ellos. Todos en su mayoría eran personas de piel oscura.

Sin embargo, no sentía temor, así que me relaje y camine no tan aprisa.
Disfrute aquella raresa colorida.

Algunos de los transeúntes, por no decir casi todos. Me saludaron sonriendo cuando pase a su lado:

Una Señora reegorda fue la primera en decirme
_ Hola hermosa Blanca nieves_

Alcé mi mano y le contesté _¡Hola!_

¿Blanca nieves? Mi cabello es Castaño oscuro.
¿Porque me diría así? Pense.

Ella siguió de largo, riendo, llevando de un lazo a su perro salchicha a algún lugar.

En la puerta de una panadería, apareció un anciano y me ofreció 3 panecillos por medio dollar.

Respondí agitando la mano con mi dedo índice arriba como negativa, cuando pase a un metro de él. No le sonreí.
Por unos segundos temí que me fuera a llamar o a acercarse. Me alejé lo más que pude.

Sentí unos ojos fijados en mí. Asi que
Mire atras para ver si alguien me seguía.

¡¡Me seguían!!

Eran cinco niños de piel oscura con ropas holgadas.

Menores que yo evidentemente,
y lo deduje porque el más alto de ellos no superaba en estatura la altura de uno de mis hombros.

Me detuve para ver si pasaban delante de mi.
Pero no ocurrió.
Se detuvieron justo frente a mi.

Mi rostro no cambió, los mire sin hablar por al menos 5 segundos.

Ellos estuvieron ese mismo tiempo sin decir nada. Solo viéndome también a los ojos.

Entonces Rompí el silencio con una pregunta

_¿Que? _

_¿Que de que?_ Dijo el más pequeño de ellos. Ese, al parecer era su líder, tenía la cabeza rapada y su voz era infantil pero con un rasgado rústico que lo hacía sentirse más adulto.

_ ¿que de que? ¿de que?_ Respondí yo con dos preguntas sin mutar mi rostro. Yo lo miraba sin arrogancia, pero con los parpados entre cerrados.

_¿de que?_ me dijo, y me sonrió.

Fue por eso que pude ver sus resplandecientes dientes blancos, debajo de esos labios carnosos y grandes.
Una gran sonrisa. Más brillante que el sol de ese medio día.
Los otros niños también rieron después de él.

_¿no le vas a cobrar?_ dijo uno de ellos, que estaba detrás de él.

Clavé mis ojos en ese.

Tenía ojos soñolientos y su cabello era un despeinado afro, que digo despeinado, era un descuidado afro.

_¡No! ¡No le cobraremos! Ni nos quedaremos con su bolso. _ dijo el más pequeño, el líder.

_¿Porque? ¿Ese no era el plan?_ le dijo él que estaba detrás de él, el desgreñado. 

Y no era que se viera muy alentado, más bien parecía estar muy cansado.

Sentí incluso lastima por él, llevaba una camiseta de básquet ball por encima de un suéter de mangas largas. La camiseta era de los "Bulls" y evidentemente estaba desteñida, en muy mal estado.

_¡No, no lo haremos! Porque ella conoce la contraseña_ Le respondió él pequeño líder rapado.
_¡Es una hermana! Aunque sea una niña blanca...
¡¡puedes irte!!_ Me dijo el pequeño niño de cabeza rapada.

Yo No entendí en ningún momento lo que pasó. Pero no me detuve a preguntarles nada más.

Salí de ahí sin demostrar temor. Caminando al mismo paso que antes.

Quince pasos dí antes de que una mano me agarrara por el brazo.