LA INJUSTICIA DEL AMOR

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Poema numero 4

Que cruel es la vida, donde observas ser feliz a los demás, es lo que le toca a los que no nacieron con las virtudes o habilidades para aprender a amar y ser amada, deseando en los rincones más inhóspitos de sus corazones, vivir ese momento efímero donde alguien te amé plenamente, sin ataduras, sin necesidad de ser revelado y dañado, queriéndose como dos amantes apasionados que se desean, como el desierto desea la misericordia de dios de ser bendecido con un pequeño roció que le permita sobrevivir un poco más su larga agonía.

Permíteme Amar, como amo ver ese atardecer que se enciende y se pierde en el ancho mar resplandeciente que nunca te muestra un final, como me imagino debe ser amar, ¡oh Dios! ten piedad, por aquellos que están destinados a observa el sentimiento tan puro que hace saltar, gritar y sollozar partiéndote de dolor, tristeza, pero también dándote la felicidad más difícil, peculiar y extraña de alcanzar.

Cruel amor, que no le perteneces a todos, solo a los pocos privilegiados le permites gozar y vitorear que llegaron a ser amados, ¿acaso son algunos menos merecedores de tan hermoso sentimiento?, o acaso soy yo carecedora de las virtudes que se necesitas para permitirme sentir tan celebrada u alaba emoción.

¡Oh dios! ayúdame a encontrarlo, porque tengo miedo de partir de este mundo sin siquiera toca con mis labios los pétalos de tan hermosa creación, nunca he sabido que es desear, mucho menos amar, pero son sentimiento que siempre están presente en mis pensamientos, en cómo sería mi existencia si tuviera una migaja del amor que me restriegan algunos por la cara.

Como es posible que permitas tener de a dos, a mí no me bendices con sentir si quiera, deseo que alguien me diga los buenos días y las buenas noches, que se altere por mis poema e historias por más estúpidas y cursis que les parezca, porque la creación de un alma gemela debe ser uno de los pilares de tu buen corazón señor.

Eres injusto señor amor, por creer que solo unos pocos son merecedores de tan hermoso sentimiento que algunos no valoran y solo lo dejan llevar como el viento sin amar y sin vivir un romance que te permita amar de verdad.

Oh injusto señor amor, permíteme sentir tan siquiera una miga de lo que todos gritan a cuatro vientos, amor.

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