POR UNA CASUALIDAD

2 0 0
                                    

poema numero 1

El mismo cielo nos alumbra solo que en diferentes moradas, no nos conocíamos ni sabíamos de nuestras existencias, pero algo estaba escrito en los libros de la coincidencia.

Vivíamos rodeados de personas allegas, que vociferaban que te ama aun sin conocerte, solo porque vi tu mirada en un sueño, en el que estabas presente.

Nunca coincidimos dice la gente, pero la verdad era que estaba demente y no quería ni verte y mucho menos conocerte, pero no malinterpretes, era por el miedo que tenía, de que no ser suficiente.

De pronto mal entiendas estas palabras pensando que no me amaba, pero en verdad era que añoraba que lo nuestro pasara, aunque no tenía tu cara, ni en mis recuerdos, ni en mi mente, solo sabía que el color de tus ojos siempre estuvo presente.

Sentía que te conocía sin conocerte. Sentía que eras parte de mi sin si quiera olerte, pero aun así el miedo de que no sintieras lo mismo, me hicieron nunca ir a socorrerte, en tus momentos más deprimentes.

Me enteré que hubo un momento donde encontraste a alguien que aparentaba ser suficiente y aunque entristecí solo vocifere ante la gente, con una voz deprimente "que me encantaba que fueras feliz, chico de ojos gris".

Rompiéndome por dentro por un ser que no tenía presenté, como me trataría cuando no estuviera la gente, pero que algo en mi pecho decía que serias mi "vivieron felices por siempre".

En una cafetería que no conocía, me senté a escribir sobre el amor de mi vida, una persona de ojos gris que ni siquiera alguna vi, preguntándome en cada momento ¿cómo te trataría si te llegara a tener al frente?, pero ni un pensamiento llego a mi mente, porque alguien me toco el hombro de repente.

Me sorprendió cuando volteé y lo primero que observé fue una sonrisa que ya había visto en mi inconsciente, mi sistema nervioso me traicionó y aunque él me preguntaba algo de la sazón, quede pasmada ante tu aura mi caballero de tan hermoso corazón.

Él se confundió cuando no escucho respuesta, ni mi voz, pero era tanta la impresión que no tenía valor, porque, aunque solo conocía el color de tus ojos y tu sonrisa, sabía que eras tú, el amor de mi vida, ese que me negué a conocer por mi cobardía.

Me estaba llenando de valor mientras seguías y seguías relatando sobre la sazón, pero de un momento a otro llegó la tercera en la ecuación, una chica de ojos marrón, esas siempre son las mejores en el amor, aparentaba amarte hasta más que yo y me alejé, porque no tenía razón de dañar, lo que me negué a tener.

Y caminando por las calles de mi pueblo llegue a la conclusión de que, por una casualidad, por fin le pude dar rostro y voz a tus ojos en mis sueños y aunque sabía que eras mi destino no quería interferir todavía en tu camino, deje que siguieras adelante con la chica que en esos momentos era tu sol brillante, pero estoy segura que las casualidades en nuestras vidas serán constantes.

Sigo sin conocerte en mi presente porque no sé ni tus cualidades, ni lo que escondes en tu mente no obstante ahora tengo presente, que siempre fuiste mío chico que siempre estuvo presente en los sueños de una chica que siempre tuvo miedo a no ser suficiente.  

PoemasOnde histórias criam vida. Descubra agora