Jimin es el polo opuesto de Jungkook. Jimin es rosa y Jungkook es todo negro. Luego de conocerse en una fiesta y de no verse por un tiempo ambos vuelven a reencontrarse y como Jungkook le dijo la última vez que lo vió: "La próxima vez que te vea, no...
Los ojos de Jimin se abrieron como platos y su rostro se volvió rojo de la vergüenza. Jungkook, el chico que le gustaba había estado tocando su cuerpo. Volvió a hundir su rostro en el agujero de la camilla mientras el mayor solo reía mirándolo.
- Anda ricura. No te pongas así. De todas maneras ya te toque y también lo había hecho antes lo que sobre la ropa.
- ¡Como puedes decir eso tan descaradamente! ¡Eres un pervertido jungkook!
- Es cierto, lo soy. Pero soy el pervertido que te gusta. Anda levanta la cabeza y mírame.
Jimin levantó su cabeza lentamente para mirar a esos bonitos ojos y radiante sonrisa.
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- Voy a ser profesional lo prometo.
El acarició levemente el mentón de Jimin y luego pasó su pulgar por los labios del pelirosa. Se notaba la tensión en el aire y las ganas que se tenían. Jungkook alejó su mano y abrió la botella de Champagne, sirvió un poco del burbujeante líquido en una copa y se la entregó a Jimin quién la tomó y la bebió de un sorbo, necesitaba un poco de alcohol para sobrepasar esta situación.
Jungkook le volvió a servir y dejó la botella en una mesita al lado de la cama para que él pudiera alcanzarla. Volvió a su trabajo de hacer masajes sacándole otros suspiros a Jimin cuando volvió a tocar el interior de sus muslos.
El pelirosa dió otro sorbo a su bebida mientras apoyaba su cuerpo en sus codos y miraba a jungkook por encima de su hombro.
El pelinegro subió un poco su pantalón y en dos pasos se subió sobre la camilla apoyando su peso sobre sus rodillas a ambos lados del cuerpo de jimin. Untó más del aceite en sus manos y volvió a pasarlo por sus muslos hasta el borde de la toalla. Sus dedos de ves en cuando se atrevían a ir un poco más allá.
Jimin suspiraba mientras lo miraba con sus mejillas completamente rojas y sus labios entreabiertos.
Jungkook se atrevió a subir sus manos a sus glúteos masajeandolos y haciendo uso de sus pulgares para pasar por esa zona sensible entre ellos. Volvió a repetir la acción al ver que había conseguido sumergir al pelirosa en un mar de jadeos.
- Jungkook...
- Que sucede ricura... ?
Jimin no dijo nada, solo tomó otra copa de la bebida tratando de embriagar su cordura. Jeon sonrió y apretó con algo de fuerza sus glúteos sacándole un gemido a Jimin.
- ¿Vas a tomarte la botella de champagne tu solo?
- Lo siento...
Murmuró Jimin avergonzado mientras servía una copa del champagne para jungkook. La cruzó por encima de su hombro pero sus manos temblorosas hicieron que el líquido quedara derramado por toda su espalda.
