Capítulo 2

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Los días pasaban y cada día información inesperada llegaba a oídos de Franco.

—¡¿Cómo que se suicidó?! — cuestionó eufórico Franco.

—Si, como lo oye señor. Lamento haberle informado un poco tarde, pero no pude conectarme antes... Estuvimos todos en la mira.

—¿Por qué? ¿Sucedió algo en específico? 

—Hubo flujo de información... — susurró suavemente Giulia.  

—¿Más?

—Si, sucedió que luego del suicidio del señor Ferrara del cuál se dio aviso al día siguiente en el funeral de la tía Donatella.

—¡Espera! ¿Me estás diciendo que la tía Dony no lo resistió?

—Lamentablemente... No.

Franco sintió el peso de aquella noticia con más dolor del que alguna vez se imaginó y de aquella tragedia ya habían transcurrido semanas.

Su adorada tía fue asesinada como el tío Francesco. Haber elegido alejarse no significaba que abandonase a su familia, su amor por ellos era algo importante. Aunque el poder lo era más.

Dejó de ser consciente del mundo hasta sentir lágrimas mojar su rostro. Tomó asiento en uno de los sillones cerca de aquel ventanal con vista paradisiaca a la vez que limpiaba su rostro a la velocidad de la luz.

Estaba ayudando al enemigo...

—¿Franco? ¿Sigues allí? — interrogó la pelirroja.

—Si, sigo aquí. — respondió luego de oír la voz de la muchacha como si estuviera dentro de un frasco.

—Como te decía, luego del funeral conocieron la noticia por la policía. Por otro lado, Diana y el jefe Valentino quedaron demorados en la estación.

—¿Tienes alguna idea porqué sucedió eso?

—Según lo que oí, Diana fue sometida a un intenso interrogatorio. Creo que alguien dio aviso sobre la disputa de la señorita Alessia y ella, además que fue nombrada en la nota de suicidio.

—¿Sabes que decía esa nota?

—Pude escuchar al señor Stefano mencionar eso nada más. Son muy reservados en el tema.

—Bien, gracias, Giulia. Cualquier cosa estaremos en contacto. — dicho eso finalizó la llamada telefónica.

Inconscientemente aquellas palabras tomaron una influencia diferente en Franco. Ahora estaba sediento de poder para hacer pagar uno a uno lo que le estaba sucediendo a la familia, especialmente a Diana.

Ella no se merecía misericordia alguna, no cuando la catarata de muerte había sido pura y exclusivamente por su culpa. La verdad es que poco le importaba lo que sucediese con ella en manos de Phillip, pero lo ideal para él era que la maten.

Ideando un nuevo plan clave, reaccionó por el sonido de una nueva llamada entrante.

Phillip.

—¡Buen día bello durmiente! — exclamó el americano.

—¿Qué quieres?

—Al parecer amaneciste de muy mal humor.

—Habla.

—Ya que no quieres escuchar mi amabilidad solamente me queda darte las buenas nuevas... La cuestión es que nuestro querido Sasha tuvo un encuentro cercano con Sara en un aeropuerto.

Fue así que Phillip emprendió una narración digna de una telenovela referidas a los hechos sucedidos en las inmediaciones del aeropuerto.

—¡¿Y si tenían un accidente como mierda ibas a solucionarlo?! — vociferó Franco exasperado con unas incontenibles ganas de golpear el rostro de su socio hasta romper sus propios nudillos si era posible.

𝐕𝐞𝐧𝐝𝐞𝐭𝐭𝐚 𝐃𝐞 𝐋𝐮𝐜𝐚 (+𝟐𝟏) Libro IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora