⎾¡𝗘𝘀𝗲 𝗡𝗼 𝗦𝗼𝘆 𝗬𝗼!¹⏌☇ YeonGyu ᵒᵛ

ꕥ──── 𝟬𝟮𝟰 ିֶ᳹𐩘

MiGyu no pudo evitar observar de muy mala manera a aquel alfa Pelinegro que había ingresado al aula en dónde se encontraban reunidos, y como la mirada fría e inexpresiva de el mismo recaía sobre el, algo que le había generado una muy mala sensación, talvez aquella persona desconocida no tenía del todo muy buenas intenciones en esa ocasión, por lo que el Omega simplemente pudo ponerse a la defensiva casi al instante de sentir el peligro emergente palpitar en el ambiente que los rodeaba.

── Eh, ¿disculpa?, no sé quién seas o que diablos quieras hacer aquí pero, si no eres miembro de este club te pido muy amablemente que por favor abandones el área, estamos ocupados ── Comentó el mayor de manera de orden, y en lo que su tonk de voz tomaba un poco más firmeza y demanda, no sabía exactamente si alguna de las palabras que había llegado a utilizar en aquella ocasión había tenido alguna clase de gracia, debido a que el alfa Pelinegro frente a el solamente pudo reír de manera evidente, en la que dejaba bastante en claro cuan gracioso le parecía su intento de verse firme y demandante, MiGyu era un Omega con una paciencia extremadamente pequeña, por lo que sentía como rápidamente la molestia lo invadia y comenzaba a manifestarse sobre de el, ¿quien se creía ese tipo para reírse de el en su cara? ── No sé si llegue a decir algo gracioso, pero te pido que te vayas de acá si no tienes alguna clase de intención de participar en el club.

── Oh vaya Choi BeomGyu, al parecer está mañana amenecimos bastante agresivos ¿Mm?, ¿acaso hoy tampoco pudiste elevar tus números en las votaciones?, pues por lo que veo, estos siguen como siempre, en el suelo, desplomandose cada vez mas, eso simplemente llega a demostrar cuan mediocre eres para la universidad ── Argumento el Pelinegro mientras reía con una hipocresía que el mayor claramente no toleraria en lo más mínimo, estando bastante confundido con respecto a la identidad de aquel hombre y el por qué este estaba tratando a su hermano menor con tanta maldad en sus palabras, ¿votaciones?, ¿números?, ¿de que se supone que estaban hablando?, ¿acaso existían aún más cosas de las que choi MiGyu seguía desconociendo en su totalidad sobre su hermano menor?, pues al parecer era así, debido a que estaba muy seguro de que aquel Pelinegro alto no era del todo un desconocido, como para tratar de aquella manera tan cercana y directa a un Omega, ¿que era lo que se suponía que estaba pasando entre ellos para sentir tanta tensión de su parte?, no tenía ni la más mínima respuesta al respecto,y al parecer, nadie se lo diría exactamente ── ¿y aún así crees enteramente que eres capaz de permanecer en la lista de los participantes?, ¡por favor!, ni siquiera a habido la primera persona que a querido votar por ti, claramente no vas a poder ganar, tus números están cayendo cada vez más y nadie toma en cuenta tus propuestas a en comparación de los demás concursantes, entiéndelo de una buena vez Choi BeomGyu, no vas a poder quitar el hecho de que yo seré el futuro presidente de el consejo estudiantil y te veré más adelante lamiendo mis zapatos.

── ¿de que mierdas crees que estás hablando tu poste andante?, ¡además a mí me hablas con más respeto que no me tiembla los huevos para rebajarme a tu nivel! ── Exclamó MiGyu mientras lo señalaba de manera retadora observando cómo el alfa frente a el se veía bastante impresionado ante su reacción, talvez, creyendo que tendría una reacción un poco más sumisa de lo acostumbrado, encontrandose con un Omega extremadamente agresivo, algo que de alguna manera, le estaba comenzando a gustar de sobre manera ── Y lo que sea que creas que le va a afectar, te puedo garantizar que solamente me está haciendo más fuerte, asique, lárgate, antes de que te parta tu cara.

── Inténtalo Choi.

MiGyu no era un Omega del todo tranquilo por lo que no dudo abalanzarse sobre de el, más fueron sus amigos quienes tomaron de el para evitar que este pudiera hacer algo de lo que llegaría a arrepentirse más adelante, el Pelinegro alejándose un poco antes de reír suavemente y acomodar sus lentes con suma elegancia, talvez habiendo logrado divertirse bastante con respecto a la actitud agresiva de el menor, talvez creyendo en la posibilidad de molestarlo un poco más seguido, así podía ver cómo su hermosa carita se transformaban en un evidente seño fruncido y maldiciones incoherentes.