X

1.8K 174 0
                                    


—¿BecBec?—. Dijeron los gemelos Armstrong al ver a su hermanita, quien estaba sobre Freen.

Ambas despeinadas y agitadas levemente, una situación que reconocieron fácilmente. Y una situación que no estaban preparados para ver, y mucho menos ver a Becky en ella.

Aunque era un buen material para bromas.

—¡No es lo que parece!—. Chilló la más joven, apresurándose a bajar del regazo de la mayor. Quien los saludó y sonrío con un obvio nerviosismo.

Muy buen material.

Se dieron un momento antes de acercarse, mirando como Becky se sentaba en una silla rápida y rígidamente. No muy diferente a Freen, que rascaba su mejilla fijando su mirada en una esquina del cuarto.

Una vez que el silencio se asentó en el ambiente, se acercaron simultáneamente a ellas.

—Muy bien, creo que es hora de la charla, Bec—. Canturreó Lotte, acercándose a la mencionada.

—Así es, y espero que a Freen ya se la hayan dado—. Richie imitó a su gemela, ambos sonriendo por el profundo sonrojo que se presentó en el rostro de las más jóvenes.

Becky cerró los ojos con fuerza, cubriendo su cara con las palmas para evitar la mirada de los dos Armstrong mayores. Murmurando y rogando para que la silla se rompa y de alguna manera termine desmayada.

Cualquier cosa sería mejor que esto.

—Mira Bec, cuando dos personas se aman mucho—. Empezó Richie, utilizando sus dedos para explicar.

—Deciden copular a través de sus or..—. Lotte no terminó su frase, cuando su hermanita la interrumpió.

—Por favor no—. Pidió Rebecca, prácticamente susurrando.

—Vamos, solo queremos educar a nuestra hermana pequeña—

—No, muchas gracias—

—Pero Becca—

Sarocha, por su lado, se preguntó si podía decir que ya les enseñaron eso en biología. O si podía decirles algo, o si debía hacerlo.

¿Qué se supone que haces cuando te encuentran besando a su hermana?, debería saludarlos. Ya parecía un poco tarde para eso, ¿o debería pedirles perdón?

¿Tal vez justificarse?

¿O...

—¡Solo cállense!—. Gruñó Becky, con un sonrojo incluso más grande.

—Bueno perdón por quererte ayudar—. Dijo riendo el castaño.

O tal vez debería ayudar a Bec para que los gemelos no siguieran diciendo lo que sea que estén diciendo.

Después de escuchar una de sus frases, supo que estaba mejor sin saber lo que decían...

.

.

.

Más tarde ese mismo día, Freen y Becky estaban sentados en una banca del parque.

Luego de que la bibliotecaria los sacara a los cuatro, por el escándalo que empezaron a armar. Aprovecharon para alejarse de Richie y Charlotte, a favor de dejar de sufrir tantas vergüenzas.

Y por eso estaban aquí, sentadas una al lado de la otra. Ruborizadas a mas no poder, y sin decir nada.

(Principalmente por los comentarios anteriores de los gemelos)

—Uh, yo, lamento lo de mis hermanos—. Murmuró la castaña, captando la atención de la contraria.

—No hay problema, fue algo divertido—. Freen sonrío, tocando suavemente el brazo de la muchacha.

—Si, supongo que sí—. Becky sonrío levemente, en su mayoría por la sonrisa alegre que le ofrecieron.

Luego de eso, decidió recostar su cabeza sobre el hombro de su mayor. Cambio que esta acepto gustosa, posando su propia cabeza sobre la de ella.

Decidieron quedarse un rato así, solo disfrutando de la compañía de la otra y de su calor corporal. Esperando que esta vez no las interrumpieran.

Cosa que por suerte no pasó.

Coquetear ||Freenbecky||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora