𝐓𝐡𝐞 𝐬𝐭𝐨𝐫𝐲 𝐨𝐟 𝐭𝐡𝐞 𝐊𝐢𝐧𝐠𝐝𝐨𝐦 → 𝐙𝐞𝐞𝐍𝐮𝐧𝐞𝐰

𝐄𝐩𝐢𝐬𝐨𝐝𝐢𝐨 𝟎𝟒: ¿𝐄𝐬 𝐞𝐬𝐭𝐨 𝐮𝐧 𝐞𝐫𝐫𝐨𝐫?

Había pasado un tiempo desde la última vez que soñó tan difuso, bueno más que sueños eran premoniciones. Lo exasperante de ellas era que no se sabía a ciencia cierta cuándo se harían realidad y si pasarían tal cual, pues siempre existen cambios.

Esta vez no pudo ver casi nada a excepción de mucha nieve y gotas de sangre manchándola.

Al abrir los ojos se encontró en una habitación tibia, recostado en una cama con suaves colchas, se sentó y giró a mirar quién acaba de entrar, allí estaba parado frente a él Zee Pruk con lo que parecía ser un postre y una taza con algún contenido que dejaba ir humo.

—Me sorprende que le dejaran entrar solo —susurró el joven rey y Zee sonrió antes de contestarle.

—Es mi reino, mi castillo, mi cama, yo mando aquí —aseguró Zee con una amplia sonrisa que hizo reír al castaño, risa que alivió al otro rey — ¿Se me permite saber por qué alguien tan fuerte se desmayó?

—Digamos que, para poder soñar, gracias por prestarme su cama majestad —agradeció con un poco de ironía e intentó salir de la cama, pero el pelinegro lo detuvo poniéndose frente a él y alcanzándole la taza que traía.

Nunew la recibió y volvió a esconder sus pies dentro de las cálidas colchas, debía aceptar que se encontraba feliz de ser atendido, aunque igual se preguntaba ¿Por qué?

—Está siendo demasiado amable, ¿No lo cree?

—¿Debería portarme como un patán con mi invitado?

—Me supongo que no sería correcto, ¿La tormenta cuándo pasará? ¿Cuánto tiempo estuve dormido?

—Puede que el clima se tranquilice un poco dentro de media hora —respondió invitándolo a tomar el postre que resultó ser un bonito flan — Dormiste algo de una hora, tus guardias se asustaron y fue un dolor de cabeza calmarlos al igual que convencerlos de que era peligroso que volvieran a Tistell contigo en ese estado.

—Lamento el caos, gracias por el postre —Nunew probó un bocado del dulce y sonrió encantado por el grato sabor, reacción que esperaba el otro rey, pero igual lo hizo sentir alagado al ser el chef de aquella delicia — Es delicioso, tiene un reino hermoso, aunque el clima parece estar molesto con ustedes...

—Nuestro invierno se adelantó, la intensidad de este es, bueno es... tienes razón, pareciera que estuviera molesto con nosotros —suspiró y se dejó caer de espaldas a la cama — Me alegra que tu rostro haya tomado color, todo se hubiera vuelto un caos si no hubieras despertado...

—¿Se puso nervioso?

—Es más que obvio, tengo en mi castillo al rey de Tistell, el cual de dicho paso sanó a mi amigo moribundo con magia minutos antes de que se desmayara.

—Lamento asustarlo.

—No pasa nada, estás bien y eso es lo que importa.

—¿Puedo ver a mis guardias? —preguntó, el rey de Nomland asintió, dio un par de palmadas al aire y las puertas se abrieron, dejando pasar a la gente de Tistell que corrió a su rey.