CAPÍTULO 27: El Deber Llama

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Después de recuperarme, ayude en en el negocio de comida, la elfa me abrazo al verme bien, ella arreglo mi uniforme de manera perfecta, de verdad pareciera como si nunca le hubiese ocurrido algún daño.

Mientras los días pasaban, instruia a las esclavas para diversos métodos de enseñanza, así como diversos oficios, hasta ahora solo habían 10 niños en total, 4 niñas y 6 varones, los cuales ya recibían educación y ya estaban aprendiendo diversos oficios para cuando fuesen adultos.

Aquí la edad adulta es desde los 15 años, pero aun así se estableció que los infantes pueden permanecer hasta los 18 años máximo,  aun así, después de los 15 años tendrán que hacer trabajos en el orfanato para poder seguir estando en el.

Decidí inculcarles el valor del trabajo y el dinero desde pequeños, así como valores para la vida, aunque ciertamente en estos tiempos no sirven de mucho, aun así quieto que ellos sean diferentes, o más bien, me di cuenta que es una manera de tratar de enmendar mis errores anteriores, evitando que estos niños se conviertan en alimañas de la sociedad.

Además de ello, empecé a trabajar en un proyecto, usando mis conocimientos y los planos de mi teléfono, empece a tratar de fabricar una ametralladora, en concreto quería una MG-42, ya que sería una buena opción debido a su cadencia de disparo y su mecanismo, además, quería poder fabricar un lanza cohetes.

Decidí empezar por el lanzacohetes ya que era de mecanismo más sencillo, además los cohetes serían relativamente más sencillos de fabricar, ahora con mi control de mana podia fabricar balas sin mucho problema, mientras que podía ponerles algunas runas para aumentar su penetracion, velocidad y precisión.

La elfa se acercaba a observarme, mientras trabajaba, algunas veces me llevaba bocadillos, hablábamos algunas veces más, pero siempre me negué a sus intentos de coqueteo, después de todo, no me gustó para nada aquella vez que se me ofreció tan fácilmente.

Así, pasaron algunos días, y logré por fin completar la primera ametralladora, aunque faltaban las runas, aún asi ya estaba funcionando, los primeros dos prototipos estallaron, e incluso me lastime el brazo con la metralla, pero ahora por fin ya esta funcionando, al menos por ahora.

El lanza cohetes fue mucho más sencillo, hice un RPG-7, por su fiabilidad y su fácil fabricación, ademas que su munición tampoco es demasiado compleja, por fortuna no hubo contratiempos en su fabricación, si la ametralladora me lastimo por una explosión, no me imagino un lanzacohetes.

Mientras pasaban algunos días, alguien llego al orfanato, a buscarme, la chica gato fue quien me aviso de ello, yo en ese momento estaba con los niños dándoles algunas clases de defensa personal, ella al verme con ellos me dio una sonrisa encantadora que ciertamente me hizo sentir extraño.

-Azrael, te buscan, es un enviado del gremio de aventureros, te está esperando en la sala-

-Ah, ¿Te dijo el asunto?-

-No, me dijo que quería hablar contigo sobre un encargo-

-Ya veo, allá voy entonces-

Al llegar a la sala, había un tipo sentado, traía un traje algo refinado, aunque el diseño y los colores lo hacían parecer más a un bufón, al menos a mi parecer, aunque la tela de su traje no se veía nada barata.

-Buena tarde, mi nombre es Zambia Artemix, soy enviado del gremio de aventureros, la razón de mi visita, es porque lo requerimos para una misión especial-

-¿Misión especial?, bueno, dígame de que se trata-

-Bueno, sabemos que hace algunos días atrás usted fue a la mazmorra de rango 5 estrellas a unos kilómetros de esta ciudad, ciertamente nadie ha podido pasar del segundo piso y volver vivo, todos saben que ese lugar es un infierno-

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