04

341 69 4
                                    

¿Dónde está el hijo de puta que habita dentro de mí? Ese que deseaba ver a Soomin y a Taehyung separados.

No está, se esconde como un vil cobarde porque no es lo que quiere, porque todos esos deseos egoístas se ven eclipsados por las lágrimas que caen de los ojos de la persona que amamos.

Me lastima tanto no poder atraerlo a mis brazos y sostenerlo con todas mis fuerzas, no ahora que hay alguien más en su cabeza y es mi hermana. No soy tan fuerte para escucharlo sufriendo.

Trago el nudo en mi garganta abriendo mis manos en puños para levantar su rostro y hacer que me mire. Lo hace, y apenas pasa me arrepiento. Sus ojos brillantes todavía están dejando caer varías lágrimas, pero él no se esconde. De manera equivocada confía en mí y se muestra tan vulnerable.

-No me veas así -pide; o al menos eso es lo que creo, debido a que, en este momento no hay nada que pueda escuchar de forma clara-. Por favor.

-¿Cómo?

Lo piensa, casi sé lo que va a decir.

-Como si quisieras besarme.

Es crudamente honesto, es fiel a su manera de actuar desde que lo conocí. No obstante, su honestidad me aterra ahora, ya que, entiendo su pedido implícito para que me explique, para que aclare las cosas.

Muerdo el interior de mi mejilla y lo suelto. Como si quemara, quizás sí lo hace.

-¿Qué es eso ego? -pregunto tratando de no sonar más que divertido y no delatar que sí, que tiene razón-. Tengo un estándar, ¿sabes?

Asiente, una sonrisa débil en su cara.

-Si creo que no quieres besarme -susurra lentamente, un murmullo apenas. Da la impresión de que está contándome un secreto-. Dejarás de lucir tan triste, ¿cierto?

Desvío la mirada incapaz de enfrentarlo. Mis manos aprietan el volante del auto donde estamos desde hace algunos minutos. Me pregunto cómo puede preguntarme algo así, cómo puede pensar en mí mientras él mismo luce tan desolado.

-¿Pelearon? -pregunto ignorando la necesidad de explicar de una puta vez lo que esta pasándome, o lo que sea que termine con este insoportable nudo en mi pecho-. ¿Por qué terminaron?

Baja la mirada a sus manos apretadas entre sí por unos segundos, entonces me ve de reojo y habla:

-Estoy seguro de que no hubo una pelea. -Gira en su asiento, por alguna razón se queda callado en lugar de responderme, sus ojos se centran en mi cara. Se ve tan triste y asustado-. Pero entonces se fue de viaje.

Mi ceño se frunce, ¿cómo que se fue de viaje? Debe ser el motivo de sus llamadas, mismas que yo no atendí. ¿Qué clase de hermano soy? Mi pulso se acelera, la ansiedad se vuelve visible por mis piernas moviéndose sin ritmo.

-¿Trabajo?

-Lo dudo -murmura con expresión pensativa, aturdida-. Me contacté con sus compañeros. Ninguno de ellos mencionó algo, Soomin pidió una licencia y se fue.

-Al parecer algo no va bien. -Saco el celular de mi bolsillo, mi pecho apretado en un nudo doloroso. Debí contestar sus llamadas, ¿qué clase de persona soy, maldición?-. ¿Por qué más se iría?

-No lo sé. -Sacude la cabeza para darle más énfasis a sus palabras, mira al piso y añade-: Yo de verdad no lo sé. Si tiene que ver conmigo, si esto tiene que ver conmigo, te juro por dios que no fue de manera intencional.

Aprieta sus manos haciendo que sus nudillos se vuelvan blancos mientras muerde sus labios. La desesperación que muestra no es menor a la mía, sale de él en oleadas.

La Persona Correcta. [Kookv] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora