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Estaba de nuevo en el laboratorio, su tío estaba reparando el portal de la máquina. No hacía gran cosa, solo le pasaba una que otra herramienta y eso era todo. No había nada más interesante que eso.

Los primeros días solía frustrarse de no hacer nada extraordinario pero estaba seguro de que la paciencia lo llevaría a algún lado. Hasta ahora había estado esforzándose mucho, anotando todo lo que Bill se había enseñado y todo lo que apenas iba aprendiendo.

Creyó que con el pasar de los días el recuerdo de Bill y su tiempo juntos se evaporaría eventualmente, justo como lo hizo Bill. Sin embargo, había factores que se lo impedían, como el pequeño muñeco tejido que el mismo había hecho, el collar, el diario 3...pero sobretodo: los seres.

Bill se había ido sin quitarle aquella habilidad que le había otorgado como un castigo por abrir la boca de más aquel día. Aún seguía viéndolos, lo peor, es que era algo bilateral, tanto ellos como dipper se podían ver mutuamente y no les parecía mucho que alguien que no pertenecía a su mundo los viera.

Se sentía desprotegido, solo. Y aunque sabía que el collar podría protegerlo de cualquier cosa, usarlo significaría aceptar que todo fue real, y por ende, superar que Bill se había ido...lo había abandonado.

La voz de Ford se escuchó lejana, hasta que dipper reaccionó.

-¿Si tío? - Dipper lo miro, estaba tan perdido en sus pensamientos que a pesar de tener a Ford al lado el lo oía a kilómetros de allí.

- Necesito algunas cosas, pero no las encontraremos aquí, es posible que la policía especial se haya llevado todo como evidencia. Debo conseguirlo. Yo creo que ya estás listo ¿Me ayudarás?

Dipper sonrió y Ford también. Estaba tan emocionado que su voz fue tan chillona que incluso superó la de Mabel.

- ¡Si!

(...)

-Bien, esto es lo que debemos conseguir

De la nada apareció Mabel detrás de ambos, abrazándolos de los hombros.

-¡Por fin una nueva aventura con los misteriomelos!

Dipper le sonrió. O eso intento.

-Si…por fin.

Comenzaron a preparar todo para buscar lo que necesitaban. Mabel llevaba una mochila enorme con muchas cosas sumamente inescesarias y Dipper solo se puso su gorra, no sin antes despeinar su cabello en una pequeña caricia que le traía recuerdos.

-¿En serio vas a llevar todo eso?

- ¡Dip-dop, no seas bobo! Siempre hay que estar preparados para el peligro

Mabel dio un salto y se puso en una pose de ninja pero al hacerlo el peso de la mochila le ganó y cayó de culo para el piso.

Dipper soltó una carcajada hasta que Mabel lo jalo de la pierna y lo tiro también.

Lo que comenzó como un tropiezo se volvió una guerra de cosquillas e instrumentos regados, hasta que un calcetín salió volando a la cara de Ford. Quién llegaba con su pequeño bolso.

-¿Calcetines, Mabel? ¿En serio?

-¡Siempre terminamos metidos en algo asqueroso! ¡Se llama higiene!

Nuestra venganza (Billdip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora