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Aman - jueves 4 de abril.

Hoy juega Agus y me quiero matar porque no voy a poder ir a verlo. Tengo que juntarme con mis compañeros para terminar de organizar todo para mañana, y como dije, no es una opción, es obligatorio. Podría ir solamente media hora, pero es al pedo ir tan poco tiempo y pagar la entrada por solo media hora, asique mi única opción es ver el partido desde la casa de una de mis compañeras, donde nos juntamos.

Él iba a venir un rato a mi casa antes de irse al estadio porque quiso estar conmigo ya que no puedo ir. Todavía no le dije que mañana yo saldría, porque lo conozco y sé que le va a molestar muchísimo, pero tampoco me da para decirle justo ahora, cuando está a horas de jugar y seguramente va a terminar jugando mal por lo molesto que va a quedar.

Justo tocan timbre y supe que era él, asique fui a abrir. Mamá estaba durmiendo y papá se habia ido a jugar un partidito con unos amigos.

—hola Agus.—le sonreí con la boca cerrada cuando le abrí.

—hola mi amor, hermosa.—enseguida me abraza de la cintura y besa mis labios.

se me escapó una risita.—¿qué te pasó?.

me mira confundido.—¿por qué?.

—que estás re tierno, o por lo menos me recibiste así.

—es que estoy triste porque no podes ir al partido..—hace un puchero.—ah, y sobre eso..—ahí me tensé porque sabia lo que iba a decir.—¿por qué no podes? no me dijiste al final.—me suelta y cierra la puerta.

—ah si..—tragué saliva sin saber qué decir.

—¿ah si? ¿solo eso vas a decir?.—alza las cejas y se dirige al sillón.

—es que..—suspiré y lo seguí.—no sé cómo te lo vas a tomar.—me senté a su lado y lo miré.

Él también me mira.—¿es muy malo?.—extiende las piernas en la parte larga del sillón, sin dejar de mirarme.

—para mi no, no sé para vos.—alcé los hombros sin importancia y me apoyé en el respaldar.

—y pero decime amor, no me dejes con la intriga.—veo que prende su celular.

—nos juntamos con la promo para terminar de organizar la fdp de mañana.—y ahí mis manos comenzaron a transpirar de los nervios cuando me miró serio.

—¿vas a salir...con tus compañeros?.—creo que ya no le gustó la idea.

—y si, esa es la idea. Además va mucha gente de otros lados.—levanté los hombros sin importancia, aunque por dentro moría de nervios.

se queda callado por varios segundos y veo que saca su billetera del jogging.—yo quiero entrada ¿vendes?.

oh, pensé que se lo tomaría mal pero creo que fue todo lo contrario, hasta prefirió ir. No me mostré sosprendida pero por dentro lo estaba.

—sí, hasta mañana a la tarde seguimos vendiendo.

—¿y cuánto salen?.—me miraba, pero muy serio.

Ahora ya comencé a sentir que algo estaba pensando hacer, porque él no es de salir a esas cosas.

—mil doscientos, ¿enserio querés una?.—arrugué las cejas re confundida. Algo va a hacer en la fiesta, lo conozco.

—sí, una para Colo y otra para mi. Él me va a acompañar.—me guiña un ojo y se me escapó una risita.

—está bien..—me paré para ir hacia las escaleras.—ahora te las traigo.—subí de a dos escalones, más fácil.

ɢɪʀᴏ ɪɴᴇꜱᴘᴇʀᴀᴅᴏ | parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora