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Aman

Son mis últimos diez minutos para decidirme si se lo voy a decir o no. Dios, no puede ser que sea tan indecisa, por culpa de eso siempre me termino haciendo un quilombo en la cabeza, pero no voy a negar que siempre termino eligiendo la opción correcta, y espero que justo ahora lo haga.

Agus fue a comprar helado para mirar una película los dos juntos, y la verdad que no me gustaria arruinar ese momento, pero si no le digo ahora lo que pasó anoche, no se lo voy a poder decir más, no me va a dar la cara para seguir mintiendole.
Le pedí que vaya solo él con la excusa que no tenia ganas y de paso yo iba eligiendo una película. No se hizo rogar tanto y se fue, pero antes me preguntó que gusto quería.

La verdad es que ahora estoy dudando de nuevo. Estamos nuevamente juntos, pasando una noche los dos solos después de tanto tiempo y no quiero arruinarlo, pero tampoco puedo ocultarle eso. Además, mucho menos puedo decírselo en un momento que a lo mejor deba ir a entrenar o cuando esté pasandola bien. Osea, capaz que hoy también, pero no encuentro otro mejor momento para decírselo, y además si esto ya me consumió la cabeza en un día, no me quiero ni imaginar si me lo guardo por más tiempo.

Largué un fuerte suspiro volviendo a lo que estaba, eligiendo una película, pero pensé más en cómo se lo diría que ni siquiera corrí hacia otra película de terror desde que entré a netflix.
Justo cuando elegí la de "terror en el mar" la puerta se abre y me giré a ver a Agus quién venia con dos bolsas de helado. Parece que al final compró un cuarto para cada uno, porque cuando se fue dijo que compraría un kilo.

Enseguida cierra y se acerca a mi para sentarse a mi lado, apoyando los pies en la mesita frente al sillón. Larga un fuerte suspiro entregandome una de las bolsas y me dedica una sonrisita.

—al final compré así, para que no se mezclen los gustos.—se inclina para darme un corto beso.—y no creo que te guste la menta granizada con limón.

sonreí hacia abajo en respuesta de no.—definitivamente no creo que me guste. Peri enserio ¿cómo es que te gusta el helado de limón?.—reproducí la peli mientras habia mi pote de helado.

—la pregunta va para vos en éste caso ¿cómo es que te gusta la menta granizada?.—lo miré y él ya lo hacia medio raro.

—que, no es fea.—levanté las cejas obvia comiendo la primer cucharada.

—no, es horrible, es pasta de dientes literalmente.—larga una pequeña risa sarcástica.

—bah, y el limón es ácido, asique no sé qué le ves de lindo.—lo miré muy obvia y se me ríe.—¿de qué te reis?.

—de que sos muy tierna cuando me peleas. Solo me da risa que te haces la enojada y no te sale.

lo miré entrecerrando los ojos media molesta pero me dió un corto beso y enseguida se me pasó.

Solo se me escapó una risita y miré hacia la tv.—pero esa no es mi intención, se supone que tengo que darte miedo.

medio como que se tentó y lo miré mal, esta vez sí molesta.—no te rías tarado, lo digo enserio.

—es que...—se tapa la boca para dejar de reírse.—no te sale amor.

—bueno, cuando te deje de hablar sí vas a sentir el verdadero miedo.—me paré pero agarra mi muñeca tirandome de nuevo al sillón.

deja un beso en mi cachete.—era una jodita mi amor, sabes que te amo.

Dios, no quiero perder esto, me hace sentir tan bien, como si fuera lo que faltaba en mi vida.

—yo te amo más.—sonreí tierna y él me da un pequeño beso.

—entonces, yendo a lo de antes, podemos acordar que la menta granizada y el limón son los mejores sabores.—me extiende la mano.

miré la mano y luego a él. Se la acepté enseguida.—sin dudar son los mejores sabores.

sonríe de lado y me besa por un largo rato.—son hermosa Aman.—me mira como con ternura.

tragué saliva y lo miré pero con culpa. No sé si está bien lo que voy a hacer, pero si Dios quiere esto se va a arreglar y va a terminar todo bien.

—gracias. Pero, y-ya que estamos..—me rasqué la nuca.—tengo algo que decirte.—me solté de su agarre porque sino no me iban a salir las palabras.

me mira como si no entendiera.—¿qué pasa? ¿es grave?.—veo que frena la película para mirarme mejor.

—n-no, oh bueno...no sé cómo lo tomarías vos.—me pasé las manos por el jean muerta de nervios.

—pero decime, no me des tantas vueltas.—alza las cejas obvio.

bajé la vista y suspiré, luego volví a mirarlo.—te acordas que anoche fue mi fdp...—me asiente.—y bueno, yo tomé..—me mira como si estuviera decifrando algo. Por favor que no lo saque.—no tanto, porque por lo menos llegué bien a mi casa.

—pero..no entiendo qué me querés decir. Cómo la pasaste, ¿es eso?.—parece confundido.

—n-no..—me transpiraban las manos de los nervios.—pasó algo, y quise decirtelo ahora q-que podemos arreglarlo...antes de ocultarlo y que te enteres por otra persona.

ahí su cara cambia repentinamente a molesta, como si hubiera sacado lo que queria decirle.

—¿estuviste con alguien más?.—lo murmuró mientras apretaba la mandíbula y los puños.

quise poner mis manos sobre las suyas pero las aleja.—no fue por mi, te lo prometo..—volví a poner mis manos sobre mis muslos.—el chico me obligó y hasta..tenia mis manos agarradas para que no pueda irme.—mis ojos se empezaron a aguar al ver su expresión.

—claro, te obligó, o capaz solo decís eso porque estabas en pedo y te querés excusar.—no me dió tiempo de hablar.—sabes qué, solo...¿podes irte? creo que tengo sueño y mañana tengo que viajar.—se para rápidamente y se aleja.

—Agus, te puedo jurar que eso fue lo que pasó..no estaba en pedo porque se lo pude contar a mi mamá.—me paré yo.

—¿y se lo contaste a ella antes que a mi?.—estaba muy molesto, se notaba.

—solo necesitaba decirselo a alguien, y me aconsejó.—di un paso a él pero se aleja.

—¿y qué te dijo?.—su tono se volvió frío.

—q-que te lo diga lo antes posible..—bajé la cabeza.—y que si te lo tomabas mal era problema tuyo, porque yo estoy siendo sincera para arreglar las cosas.—fui bajando mi tono de voz.

—si, justo...que casualidad que te dijo algo para que vos quedes bien.—levanta las manos obvio y lo miré, yo molesta esta vez.

Yo le estaba diciendo la verdad y me estaba tratando de mentirosa solo para quedar bien, y no, mamá enserio me dijo eso y yo preferí hacerle caso para no perderlo.

—sabes qué, no me creas, yo te estoy diciendo la verdad para que lo sepas por mi y podamos arreglar las cosas, pero si no te importa arreglar nada, eso ya es problema tuyo.—agarré mi celular y lo puse en el bolsillo de mi jean.—espero que tomes la oportunidad de arreglar todo, mañana nos vemos.—y ahí fui camino a la puerta.

—¡no pienso tomar nada!.—eso sí dolió y me frené frente a la puerta para darme vuelta. Él estaba a unos pasos de mi.

—solo quiero que esto no termine, y te lo digo apenas pasó para no ocultartelo porque con mentiras las relaciones no funcionan.

se queda callado pero ya no parecía tan molesto.—nos vemos otro día, chau.—me señala la puerta detrás de mi.

tragué saliva con dificultad, porque me dolió.—no me voy a rendir hasta que me perdones, aunque esté meses atrás tuyo.—y ahí me di vuelta saliendo de su casa.

Con los ojos llenos de lágrimas comencé a caminar hacia mi casa de forma rápida. No me importaba nada si un auto venia a toda velocidad, yo iba a pasar igual hasta llegar a casa. Quiero dormir, la única solución a mis problemas.

ɢɪʀᴏ ɪɴᴇꜱᴘᴇʀᴀᴅᴏ | parte 2Where stories live. Discover now