Capitulo 4

12 4 6
                                    

Ariadna

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Ariadna

Una semana después.

Siempre he dicho que me encanta ver el atardecer.

Me encanta ese color que está tomando el cielo en este momento y, solo por este momento me permito olvidarme de todo, solo por estos simples minutos me permito ver semejante arte que nos está regalando el cielo, quizás muchos no lo aprecien como debería, pero yo si lo hago y lo disfruto mucho, me relaja y de cierta forma me da paz.

Ese naranja con rosa claro es demasiado precioso, no, me retracto no existe palabra para describir el arte que veo en este momento.

Poco a poco van pasando los minutos hasta que ya no hay atardecer, solo la oscuridad de la noche y la hermosa luna que está en su punto alto iluminando todo a su paso.

Me gustan las cosas simples como admirar a la luna o mirar cada atardecer, me causa una gran sensación de paz que daría por tener el resto de mi vida.

Y toda mi paz se esfuma rápidamente cuando escucho a mi madre llamarme y por su tono de voz determino que no me dirá nada bueno.

—Señorita, usted y yo tenemos que hablar seriamente –se cruzó de brazos y no pude pasar por alto dicha acción, ya que hacía eso cuando estaba realmente molesta.

—¿De qué tenemos que hablar con urgencia, mamá? –traté de sostenerle la mirada, pero simplemente no pude.

—Revisé tus notas de este semestre y sabes lo mucho que detesto las malas notas de tu parte –expreso muy molesta

—Madre, espero no ser irrespetuosa con usted con lo que diré, pero mi única nota “baja” como dice fue de matemáticas porque saque 17 como nota final. No es una mala nota, de hecho no podría considerarse una mala nota –no me dejó terminar la oración cuando sentí de repente mi mejilla arder–. A mi tu no me respondes así, jovencita.

Y me dió una segunda bofetada, lo cual me hizo estremecer y sentí como  rápidamente mis ojos se llenaron de lágrimas.

Siempre era lo mismo, sacaba una mala nota y ¡pom! Una cachetada o me gritaba que era una estúpida incompetente.

—No está demás recordarte que eres una incompetente que no sirve ni para sacar buenas notas en tus estudios, es lo único que te pido y ni para eso sirves porque lo haces mal. Cómo todo lo que haces, lárgate a tu cuarto.

Cuando entre a mi habitación encontré a Axel recostado en mi cama con la mirada perdida y solo me basto un gesto para acercarme y romper a llorar.

—Shh, está bien –susurra–. Lamento mucho no tener los cojones suficientes para haber salido y defenderte de nuestra madre, me molesta mucho su necesidad de querer controlar todo y que seamos “perfectos” cuando no lo somos –me abraza para tratar de calmarme–. Sé que a veces tienes miedo y está bien tenerlo, yo también me siento así. No eres ninguna incompetente, sobre tu calificación final es buena... Solo no dejes que te afecte de más lo que diga, ¿si?

No encuentro mi voz así que solo asiento, no hay nadie que me entienda mejor que el.

No sé cuánto tiempo pasa cuando siento que poco a poco mis párpados se van cerrando solos hasta que caigo a los brazos de Morfeo.

Suéltame, mamá, por favor –lloriquea una pequeña niña que está forcejeando contra unas cuerdas que la amarran a una silla de una habitación oscura.

Trato de ayudarla y le digo que sea valiente que yo la ayudaré, pero parece que no me escucha. Veo una puerta en una esquina de la habitación y me dirijo para abrirla y...

Me paralizo en mi sitio al escuchar lo que dice una voz femenina.

—¡Esa maldita mocosa me tiene harta, ya no la soporto! –se escucha muy alterada y me da un escalofrío cuando escucho que estrella algo contra la pared.

—¡Mami, déjame salir, me da mucho miedo la oscuridad, quiero a flepi! ¡MAMI, LO SIENTO, JURO QUE NO LO VOLVERÉ HACER! Está vez le mentiré a todos, pero déjame salir–veo como empieza a llorar y no sé cómo ayudarla, veo su pequeño labio un poco inflamado y se me parte el corazón al verla así

Abro los ojos exaltada, todo fue un mal sueño–me digo –. No hay niña amarrada ni gritos de su parte. Solo estaba teniendo un mal sueño, una pesadilla.

Noto que estoy sudada, muy sudada, ese sueño me dejó un mal sabor en la boca que me queda por el resto de la madrugada y parte de la mañana...

Nota del autor:

Holaaa, tuve que dividir el capitulo en dos partes por lo largo que era.
Espero que les guste, no se le olvide seguirme en mis redes sociales.

En Instagram estoy como:
Massiel.ig.512

Y en X subo pequeños adelantos de los capítulos:
@Massiellopz_

CentauryWhere stories live. Discover now