1: Taehyung y Jungkook

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Taehyung

Taehyung miró la ventana, esperando encontrar la paz que ahora mismo le faltaba. ¿Por qué las cosas tenían que funcionar así? Comenzaba a creer que su vida sería para y por la empresa de su padrastro. No había otra salida y tal vez era lo que no conseguía comprender.

—No me gusta la idea de pasar toda una vida encerrada en una oficina —reconoció Jungkook después de mirar detenidamente su oficina—. Tienes que descansar, hermano.

—¿Y quién se encargaría de esto? —exclamó, apartándose de la ventana para mirarlo—. Tú nunca te involucras en la empresa, Jungkook. Padre siempre quiso que fueras tú.

—Yo no nací para esto, y lo sabes. Papá lo sabía y con eso me basta.

Ninguno de los dos continuó con la charla. Había pasado mucho tiempo desde que ambos habían hablado largo y tendido, siempre quedaban las palabras al aire porque ninguno tenía la valentía de pronunciarlas. Ya no eran los hermanos unidos que alguna vez fueron.

—¿A qué se debe tu visita? No estabas registrado en la agenda —habló Taehyung después de unos segundos, llamando la atención del menor.

—Olvidé que eras un hombre de negocios. No es nada importante, pero quería que lo supieras —dijo nervioso—. Delilah vendrá a cenar esta noche, será algo formal porque quiero que conozca a mamá. Quiero que también tú la conozcas.

—¿Por qué? ¿Se van a casar? Ninguna de tus novias anteriores conoció a madre.

—Planeo hacerlo —soltó Jungkook, tomando por sorpresa a Taehyung—. Es una mujer muy brillante, es divertida y estoy enamorado de ella. Lo suficiente como para casarme y formar una familia. Me siento listo. 

—El matrimonio no es algo para tomar a la ligera, es algo importante y creo que no lo entiendes —Taehyung tomó asiento, esperando que Jungkook tomara la seriedad suficiente para hablar—. Eres joven, tu carrera apenas comenzó. No lo sé, ¿no crees que es muy pronto?

Jungkook se tomó su tiempo para responder, sabía que la intención de su hermano no era mala, pero aun sabiendo eso, sintió una molestia que no comprendió. ¿Qué sabía él sobre su vida?

—No lo estoy tomando a la ligera. Delilah me habló primero del matrimonio, y me pareció que era el tiempo indicado. Ella también es joven, su carrera comenzó y está enamorada de mí. ¿No es suficiente para ti?

—No me refiero a sobre si están enamorados o no, es sobre ti y las decisiones que planeas tomar—Taehyung sabía que él deseaba que fuera a la cena, que se mostrara amable y que estuviera de acuerdo con él. Pero no podía hacerlo—. Has tenido muchos amoríos y todos tienen el mismo final. No quiero que meses después termines divorciándote porque no era tú verdadero amor. El matrimonio no es un tira y afloja, es compromiso y madurez. Tienes veinticinco años, Jungkook. No sabes nada de la vida.

—¿Y cuál es la definición de vida para ti, Taehyung? Supongo que matarte por una empresa, vivir en los negocios y jamás tener tiempo para ser un humano es lo que conoces como vida, pero estás muy equivocado. ¡Tú eres el que no sabe nada de la vida! Deseas que todo se haga a tu modo, que las personas piensen como tú y actúen como tú. Yo no quiero eso, jamás lo querré. La vida no se trata sobre el trabajo y el dinero, hay muchas cosas en ella y no lo sabes porque no te importa.

El silencio reinó unos segundos, dejando las palabras de Jungkook resonando en su mente como un eco interminable. Sabía que tenía razón y creyó por un instante que sus palabras habían sido duras sin justificación, pero no se resignó. A veces olvidaba que su hermano ya no era el niño que se paseaba por la oficina deseando ser como su padre, y quería hacerse entender que era un hombre con el derecho de hacer una vida. Pero la vida de los Jeon no era tan fácil como para alejarse completamente y vivir libremente. Él tenía que estar siempre, justo como lo había prometido Taehyung. Aun cuando eso significaba sacrificar su vida misma y la de su hermano.

—Estaré en casa para la cena. Ahora vete, tengo que resolver negocios de la vida real. Hago que el dinero llegue a casa para que puedas cumplir tus caprichos.

El sonido de la puerta cerrándose lo dejó con un sabor amargo en la boca. No sabía porque siempre tenía que ser tan duro con las personas que le importaban. Pero las cosas ya estaban hechas, y aunque sentía que cada día perdía más a su hermano, no había ninguna manera en la que él fuera diferente. No conocía otra manera de vivir y eso lo asustaba más que nada en el mundo.

nunca me dejes ir »Taehyung, Jungkook Where stories live. Discover now