La bella y la bestia (Chaelisa)

1. Casino.

Cuando Masón sale de la mansión Manobal ya está un detective siguiéndolo, el hombre casi corre desesperado al casino, en cuanto entra, comienza a apostar, para sorpresa del detective, el hombre comienza a ganar, en una hora ya tenía doscientos mil dólares, el había prometido ciento cincuenta mil a Lisa, ahora tenía el dinero, pero como cualquier enfermo, no podía dejarlo ahí, no si llevaba una buena racha y continúa apostando, poco a poco disminuye la cantidad, de los doscientos mil, bajo a los ciento ochenta mil, aún tenía el dinero que le había prometido a Lisa, su instinto le decía "vámonos de aquí aún podemos hacerlo", pero su enfermedad, le decía "Somos bueno en esto, en la siguiente ronda rápido lo recuperamos" el detective ya sentía pena por el hombre, sabía lo que hacía esa enfermedad, era un adicto, pero sentía pena por el por haber apostado el dinero de la bestia. Cuando el hombre pierde todo, sale ahora desaliñado, derrotado, y el detective lo sigue hasta su casa, ya pasaba de media noche; estaba todo oscuro, pero lograba ver una linda casa de una planta, con un bonito y cuidado jardín, y a una pobre joven, una hermosa joven omega esperando el porche de su casa, viendo el reloj hasta que ve a su padre cayéndose de lo ebrio, y el detective toma fotos de la casa de la chica, del apostador.

-¡Padre! Dime por favor que no has engatusado a otra pobre persona para irte a apostar.- Dice la chica con decepción sabiendo la respuesta.

-Mi bella Rosie, tan hermosa como lo era tu madre, vaya que te hizo falto una madre que te cuidara bien, ¿Como puedes ser tan buena aun cuando fuiste educada por mi?-Dice y Rosé sonríe, aunque esta molesta ella es solo una omega y su padre un alfa, no podría con el si se enojara, aún estando ebrio y siendo un buen padre no podría pelear contra el.

-Padre dime por favor que enserio no estafaste a nadie más.- Dice en tono decepcionado.

-No era estafa hija invertí el dinero, pero lo perdí, lo perdí todo.

-¿Cuanto fue esta vez?- Pregunta con miedo de la respuesta.

-Cincuenta mil.-Responde avergonzado, y Rosé se deja caer en el sofá.

-¿Cincuenta mil? ¿Y cuánto prometiste pagar?- Pregunta aún con mayor temor.

-Ciento cincuenta mil.- Rosé casi de desmaya al escuchar eso.

-¿Padre que haremos? Esa cantidad como la conseguiremos, ¿en cuánto tiempo lo prometiste?

-Una semana.- Responde el hombre.

-¡Maldición padre, estamos perdidos!

-Mañana buscaré trabajo, y pagaré.- Rosé no puede discutir con su padre pero sabe que tratará de conseguir dinero fácil, y volvería a ir a apostar si por ella fuese lo encerraría en su habitación con todos los candados posibles y no dejaría salir otra vez, tenía que pensar como juntar esa cantidad, su padre se queda ahí dormido en el sofá, y ella pasa toda la noche, sentada en la alfombra, sacando cuentas, entre sus ahorros para emergencia, vendiendo o empeñando sus cosas podía juntar cincuenta mil, no era suficiente, si vendía su carro a lo mucho que le darían por ese pobre auto serían unos dos mil dólares, poco a poco esa desesperación se va volviendo coraje y le desea a su padre que por una vez pagará las consecuencias de sus actos, ¿que tendría que hacer? ¿venderse para conseguir dinero rápido? Solo esperaba que la adicción de su padre no lo hubiese llevado a prometerle algo a algún mafioso o a alguna persona equivocada que lo pusiera en peligro pensaba la rubia hasta que la luz de un nuevo día la despertó, se levantó y no encontró a su padre, solo una pequeña nota.
"te amo hija, esto lo arreglaré yo, no te preocupes mas por mi" y Rosé desesperada maldice, su padre vio su cuaderno, donde había escrito lo que podía reunir, ¿habría salido a buscar otra víctima para pagar todo lo que debía? Y se da cuenta que tenía escrito que sus ahorros decían cincuenta mil dólares, va corriendo a su habitación y como lo temía, su padre había tomado sus ahorros, y llora desconsolada, su papá parecía entretenerse decepcionándola.